Días fríos en el corredor de la muerte
Dondequiera que esté un corredor de la muerte, éste es, por su propia naturaleza, un lugar frío, porque ¿qué podría ser más frío que el asesinato de sus propios ciudadanos por parte de un gobierno? Y lo hace después de años de tortura psicológica y mental y el aislamiento del confinamiento solitario.
Pero ahora no solo me refiero a la frialdad psicológica, sino también a la fisiológica. Se trata del aire frío que entra en las celdas del corredor de la muerte en las prisiones de Pensilvania. Ahí los hombres encerrados debido al COVID 19 pasan 23 horas y media diario en celdas frías, rodeados por la depresión y los sonidos de la tos --la paga mental del COVID 19 en el invierno.
Según una fuente en el corredor, la actitud de los hombres es bastante sombría ante el COVID. Hace varios años, una demanda civil cambió sus condiciones drásticamente al concederles varias horas fuera de sus celdas cada semana. Luego llegó el golpe de COVID 19, y el viento frío sopla en las celdas del corredor de la muerte en Pensilvania.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
Imagen: Ulises Cisneros
—(c)’20maj
26 de diciembre de 2020
Audio grabado por Noelle Hanrahan, www.prisonradio.org
Circulación por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia en México
En el año nuevo, escríbele una carta a Mumia, tomando nota de las crueles restricciones: Los presos en Pensilvania no pueden recibir ninguna tarjeta alentadora, ningún bonito dibujo de color, sólo un mensaje en blanco y negro con nombre y dirección de remitente.
Smart Communications/PADOC
Mumia Abu-Jamal (#AM-8335) @ SCI Mahanoy
P.O. Box 33028
St. Petersburg, FL 33733