Discurso de Fidel en el acto de clausura de la primera Tricontinental
No se nos escapa la trascendencia de este acto que culmina en la noche de hoy. Frente a todos los augurios del imperialismo, frente a todos sus pronósticos, que revelaban la gran esperanza de que esta conferencia concluyera en nada, de que esta conferencia, girando alrededor de los problemas del movimiento comunista internacional, estaba llamada a dividirse y estaba llamada a un rotundo fracaso, ha ocurrido lo que tal vez menos o quizás nunca esperaron: que la conferencia haya sido un éxito, que en esta conferencia se haya creado un organismo de carácter tricontinental, que haya arribado a acuerdos que recogen las aspiraciones más sentidas de los pueblos que luchan por su liberación, que se haya creado un comité de ayuda a los movimientos de liberación. Y no solo eso: algo que incuestionablemente duele mucho a los imperialistas, y es que Cuba haya sido escogida como sede del Secretariado Ejecutivo de la organización hasta tanto se celebre la próxima Conferencia Tricontinental.
No es que nosotros aquí estemos expresando un sentimiento de orgullo nacional. Por las peculiares circunstancias que rodean a nuestro país: su posición geográfica, el esfuerzo que realizan los imperialistas por aislarla del mundo, las medidas adoptadas para que prácticamente nadie pueda visitarnos, hace que el hecho de que esta conferencia se haya efectuado con tanto éxito en nuestra patria, y que además, desafiando todos los obstáculos, desafiando todas las dificultades, se haya considerado sitio adecuado para que funcione temporalmente aquí la sede, es algo que sin duda duele extraordinariamente a los imperialistas yankis.