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Ecuador: la CONAIE rompió el diálogo con el régimen de Lasso
Tras asesinato de líder indígena que había pedido la renuncia de Lasso y el incumplimiento de los acuerdos suscritos tras el paro de junio del año pasado
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador [CONAIE], anunció la ruptura del proceso de diálogo con el régimen de Guillermo Lasso, ante la falta de voluntad política para cumplir los acuerdos suscritos tras el paro de junio del año pasado. Confirmaron que retirarán a sus delegados de las mesas de seguimiento de los acuerdos.
En un consejo ampliado en la Casa de la Cultura Ecuatoriana de Quito, los líderes y miembros de organizaciones locales, provinciales y regionales convocaron a una nueva gran movilización para finales de marzo ante la falta de avances en lo pactado con el Ejecutivo.
La convocatoria a una nueva marcha sobre Quito no es un anuncio menor. Se sabe que la movilización indígena masiva ocupa por completo la escena política nacional, y en el pasado más o menos reciente varios gobiernos ecuatorianos tambalearon -o cayeron- tras estas puebladas.
La CONAIE también exhortó a la Asamblea Nacional a impulsar un juicio político en contra de Lasso, mientras exigen la renuncia del presidente por falta de legitimidad e incumplimiento de los acuerdos del 2022.
El presidente de la CONAIE, Leónidas Iza, acusó al régimen de generar violencia en sus filas para deslegitimar sus luchas, y llamó a estar en alerta máxima para defender los territorios.
“Nos declaramos en alerta sobre cualquier acto o decisión dictatorial que tome el presidente de la República. No permitiremos que pretendan disolver funciones del Estado y gobernar por decreto”, dijo Iza.
“Exigimos al presidente Guillermo Lasso, por dignidad de nuestro país, por su incapacidad de gobernar y resolver los problemas más sentidos de los ecuatorianos, presente su renuncia al país y dé un paso al costado”, reclamó el dirigente indígena.
Aún más tras el asesinato del líder indígena Eduardo Mendúa en la Amazonia. El asesinato ocurre apenas unas horas después de la participación de Mendúa en el Consejo Ampliado de la CONAIE, donde exigieron la renuncia de Lasso.
El peor momento
El ultimátum indígena ocurre en el momento más complicado para Lasso, con apenas veinte meses de mandato, tras haber sufrido una rotunda derrota en el referéndum planteado para aplicar reformas a la Constitución.
Ninguna de las preguntas propuestas por Lasso obtuvieron mayoría popular, y además la oposición consolidó liderazgos regionales en los centros poblados más importantes del Ecuador.
En el panorama político próximo en Ecuador no solo figura el desplante de la CONAIE. A partir del primero de marzo las organizaciones que conforman el Frente Popular realizarán plantones y mitines a nivel nacional, como acciones previas a una gran movilización prevista para el 8 de marzo en diferentes ciudades del país. Exigen la renuncia inmediata de Lasso.
“Un régimen que está vinculado de manera directa a la corrupción y al narcotráfico no puede seguir al frente del país”, dijo el presidente del Frente Popular, Nelson Erazo.
Mientras tanto, se suman variantes y escenarios que confluyen en un solo sentido: la debilidad extrema del banquero presidente. En los corrillos de la Asamblea Nacional en Quito se advierte, por caso, que todavía es viable el mecanismo de “muerte cruzada”, que prevé la disolución del Parlamento junto a la convocatoria de unas nuevas elecciones presidenciales.
CLAE
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Asesinan a líder indígena que había pedido la renuncia de Guillermo Lasso
Organizaciones indígenas de Ecuador denunciaron el asesinato del líder Eduardo Mendúa en la Amazonia ecuatoriana y responsabilizaron al régimen del presidente Guillermo Lasso.
Además, recordaron que el asesinato ocurre apenas unas horas después de la participación de Mendúa en el Consejo Ampliado de la CONAIE, donde exigieron la renuncia de Lasso. Según el organismo indígena Mendúa era uno de los rostros más visibles de la resistencia en el territorio.
El mes pasado Mendúa también había denunciado provocaciones por parte del régimen para ingresar al territorio con proyectos extractivistas y sin consultar a las comunidades locales.
