Ecuador: Plebiscito abre el camino a la izquierda

De las 11 preguntas formuladas en el plebiscito ecuatoriano celebrado este domingo (21), nueve fueron aprobadas. El resultado aparenta una victoria parcial del gobierno de derecha de Daniel Noboa, cuyo mayor logro en esta elección fue la cuestión de la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad interior (73,1%).

El gobierno celebró la consulta. En redes sociales, el liberal Noboa calificó los resultados como un "triunfo", además de publicar una foto de su equipo con la leyenda "el equipo ganador". Aun así, el presidente perdió en las dos cuestiones más importantes: la flexibilidad de los contratos laborales (el 68,8% votó en contra) y la participación en arbitrajes internacionales para cuestiones comerciales y de inversión (el 64,9% rechazó).

Para el sociólogo y profesor del Instituto de Altos Estudios Nacionales del Ecuador Daniel Pontón, el resultado final parece positivo para el gobierno en temas urgentes de seguridad, pero allana el camino para la izquierda, que tumbó las propuestas de "profundización neoliberal".

"El gobierno quiso posicionarse como el gran ganador, pero sólo lo logró parcialmente. Las dos preguntas con los problemas estructurales más importantes fueron rechazadas y esto deja al gobierno derrotado porque no logró sus objetivos. Esto abre una brecha para reposicionar a la oposición ya que en menos de un año tendremos otra elección para presidente y era un grupo que en parte estaba fuera de juego", dijo a Brasil de Fato .

La elección de este domingo contó con la participación del 72% de los 13,6 millones de electores ecuatorianos habilitados para votar. Además del uso de las Fuerzas Armadas en seguridad nacional sin necesidad de estado de excepción, se aprobaron todas las cuestiones relativas a la seguridad pública. El aumento de las penas por delitos graves y la extradición de ecuatorianos fueron otras cuestiones cruciales para una victoria política del gobierno.

Aún así, resolver los problemas de seguridad será difícil para el gobierno y será políticamente exigente. Primero, porque Noboa ya declaró el estado de excepción a principios de año y la escalada de violencia continúa sin una respuesta positiva.

Además, todas las cuestiones que propongan una reforma a la Constitución deberán ser aprobadas por la Asamblea Nacional. Según Pontón, aunque el gobierno lo presenta como una victoria, el cansancio político para aprobar y ejecutar lo que la población guiada por el "sí" se dejó llevar, todavía tendrá un costo para Noboa.

"En términos de seguridad, aparece como una victoria del gobierno, y es un tema urgente en el país. Pero es una cuestión difícil de resolver. Esta consulta genera varios desafíos en el corto plazo, porque tiene que llevar a la Asamblea los resultados y habrá tensión política para aprobar las leyes necesarias. Y seguirá condicionado a determinadas situaciones que son incontrolables para el país", afirmó.

En términos electorales, Noboa también apunta a las elecciones de 2025. Fue elegido en 2023, después de que el expresidente Guillermo Lasso, para evitar el 'impeachment', tuviera que aplicar la llamada "muerte cruzada", un mecanismo previsto en la Constitución ecuatoriana mediante el cual el presidente disuelve el Parlamento pero tiene que convocar inmediatamente a nuevas elecciones presidenciales.

Lasso enfrentaba un proceso de 'impeachment' acusado de haber cometido delitos de malversación y corrupción pasiva al favorecer a la empresa estadounidense Amazonas Tanker Pool, en contratos con la estatal Flotas Petroleras Ecuatorianas (Flopec). Noboa fue elegido para terminar el mandato de Lasso y está poniendo a prueba su gobierno de cara a las elecciones generales del próximo año.

En medio de la consulta popular, Noboa cambió de ministro de gobierno. Michele Sensi Contugi ocupará el puesto cuando resta poco menos de 1 año de carrera.

Para Daniel Pontón, el canje podría significar un cambio de ruta para el gobierno sin dejar de buscar la reelección. La consulta popular, sin embargo, deja señales claras de cómo será la disputa el próximo año. Según Pontón, el gobierno intenta plantear un escenario de victoria para salir adelante en la carrera.

"Su reelección, sin embargo, está condicionada a una serie de hechos que no creo que tras esta consulta Noboa haya hecho una valoración completa. Al final acabó siendo una decepción para toda la derecha. Este cambio de gobierno también podría significar un cambio de estrategia, incluso si no ha explicado el motivo del cambio", afirmó.

Brasil de Fato/Resumen Latinoamericano/La Haine