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Europa :: 07/08/2024

El asesinato de Irina Farion y su contexto

Nahia Sanzo
La ultraderechista ucraniana no era lo suficientemente racista. La guerra santa racial promete "castigar a todos los que vendieron el país después de la revolución de Maidán"

El pasado 19 de julio fue asesinada a las puertas de su casa en Lviv la conocida ultranacionalista Irina Farion. Según los testigos, un joven, cuya imagen se distribuyó rápidamente, había vigilado el lugar durante varios días. Empezaba así la búsqueda de la persona que había acabado con la vida de una de las figuras más conocidas y mediáticas del ala más dura del nacionalismo de Ucrania occidental. Desde el primer momento, tanto desde el régimen como desde su partido, Svoboda, se apuntó rápidamente a la pista rusa, ya que Rusia, y especialmente la lengua rusa, fue siempre su principal enemiga. Sin embargo, en su larga trayectoria, marcada por el odio y el reproche a cualquier persona o grupo que no cumpliera con sus estándares del significado de ser ucraniano, Farion se creó enemigos en muchos sectores. Su enfrentamiento con los fascistas de Azov, muy destacado desde su muerte, solo es uno de ellos.

Algunos hechos recientes aportan, si no toda la luz sobre los motivos y las circunstancias del asesinato,sí alguna información relevante para entender el contexto de la acción de los nuevos grupos juveniles neonazis en Ucrania, con significativas ramificaciones en la Federación Rusa. A este respecto, destacan la reivindicación y presentación de un manifiesto en un canal de Telegram vinculado al NS/WP ruso (24 de junio) y la detención en Dnipropetrovsk de Vyacheslav Zinchenko, presunto responsable de la acción contra Farion (25 de junio).

La reivindicación del asesinato y el NS/WP

En la noche del 24 de julio, distintos canales rusos de Telegram, entre ellos Astra y Readovka, hacían referencia a un post del grupo neonazi NS/WP (Nacionalsocialism/White Power) en el que parecía reivindicarse el asesinato de Irina Farion. El post venía acompañado de un vídeo de apenas unos segundos en el que se mostraba el momento del asesinato. Según Meduza, el mensaje había sido previamente difundido en el canal de Telegram "Oderint dum metuant", vinculado al grupo neonazi. La información de Astra precisaba que la publicación se había producido a las 18.30 local. El post también incluía un vídeo con "el manifiesto de un aliado autónomo que asumió la tarea de eliminar a la vil plaga" (Irina Farion), según el NS/WP.

En un artículo de Natalia Yudina sobre los grupos neonazis en la Federación Rusa, esta experta del SOVA Center hace mención al NS/WP, señalando que fue uno de los grupos prohibidos en 2021 en la Federación Rusa.

Yudina señala que el caso judicial más importante de 2022 contra este grupo está claramente relacionado con el inicio de la guerra a gran escala en Ucrania. En abril de ese año, cinco de los miembros del NS/WP fueron detenidos bajo la sospecha de planear "por orden del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) asesinar a una figura pública, el conocido periodista Vladimir Solovyov" y de considerar el posible asesinato de otros partidarios del gobierno ruso, en particular Dmitri Kiselev, Olga Skabeeva, Margarita Simonyan y Tigran Keosayan. Entre los detenidos se encontraban neonazis previamente condenados, incluido el supuesto líder del grupo, el exmiembro activo del NS/WP Andrei Pronsky "Bloodman". En junio, un sexto sospechoso en el caso fue detenido en Moscú. Prófugo durante un mes y medio, aprovechó ese tiempo para incendiar, según la acusación, varias oficinas de registro y alistamiento militar.

Un canal de extrema derecha en Telegram publicó un comunicado en nombre del NS/WP en el que se confirmaba la pertenencia de los detenidos a la organización, al tiempo que se negaba cualquier conexión con las fuerzas de seguridad o los servicios especiales del régimen ucraniano. El 20 de abril, día del cumpleaños de Adolf Hitler, el SOVA Center recibió un correo electrónico titulado "NS/WP VOLVEMOS" en el que el NS/WP se atribuía la responsabilidad de incendiar vehículos con la letra Z.

El MKY

La parte más relevante del artículo de Yudina hacía referencia a un grupo, el MKY (o MKU) en el que se centra, a partir de 2021, la acción policial de las autoridades rusas. Conocido en Occidente por sus referencias en inglés, Maniacs Murder Cult (Maníacos Culto del Asesinato), el MKY se forma en la ciudad ucraniana de Dnipropetrovsk en 2017. Su impulsor fue el joven neonazi local Egor Kransov (Maniac o Yakovlev), ultra del equipo local y nacido en el año 2000.

Egor Krasnov, Yakovlev o Maniac, vistiendo una camiseta de la banda M8L8TH, nombrada como homenaje al martillo de Hitler y con la clara referencia 88.

El rasgo esencial del grupo es su adhesión a la ideología del odio, dirigido principalmente hacia grupos sociales marginales y extranjeros, con rasgos violentos muy extendidos en el movimiento neonazi en la última década y media. La principal motivación del grupo es contribuir a conformar un "estado racialmente puro". Para conseguirlo, tiene la pretensión de "formar un culto a la violencia" y "estimular la comisión de asesinatos", con recurso al terror y a la violencia masiva. Los destinatarios de sus acciones son residentes locales que llevan un estilo de vida "asocial" (personas sin hogar, alcohólicos o drogadictos) y personas de apariencia extranjera, trabajadores migrantes y lo que denominan "ocupantes" en general, una escasamente velada referencia a las minorías raciales.

El MKY empezó a ganar fama a través de su canal propagandístico en Telegram en el que aparecían llamamientos al asesinato y vídeos con escenas reales de la violencia del grupo (también ocasionalmente con imágenes de acciones terroristas falsas). En una detallada investigación sobre el grupo, la web currentime.tv menciona que en Dnipropetrovsk empezaron a aparecer en 2019 vídeos cortos de combates callejeros y agresiones a inmigrantes en canales neonazis de Telegram, atribuidas a los cabezas rapadas del MKY. Se reflejan 33 acciones en la ciudad. Krasnov asegura en esa investigación haber acabado con la vida de al menos 15 de sus víctimas. La investigación menciona igualmente que en una página de Vkontakte se difundían también los vídeos de ataques a personas sin hogar, inmigrantes o incluso paseantes anónimos. Esta página llegó a tener 500 suscriptores, aunque en el momento de su cierre sólo quedaban 13.

Tras operar únicamente en Ucrania, la influencia del MKY se extendió a Rusia, con miembros también en otros países. En 2022 se dictaron en Rusia las primeras sentencias contra miembros del MKY. Y en enero de 2023, el Tribunal Supremo declaró al grupo como organización terrorista.

En Ucrania, Krasnov fue detenido el 10 de enero de 2020 después de que, junto a otras dos personas, entre ellas el imputado Nikolai Kononenko, atacara a varias personas en Dnipropetrovsk. Otros ocho ciudadanos ucranianos indirectamente relacionados con el MKY fueron acusados de cometer delitos de carácter penal general; se trata de "casos secundarios" de la investigación principal, explica la fuente.

Desde la detención, Krasnov se encontraba en situación de prisión preventiva, aunque con grandes facilidades para seguir manteniendo el contacto con sus bases militantes. De hecho, ser detenido no impidió que el objetivo formal de los asesinatos del MKY se extendiera a las fuerzas encargadas de hacer cumplir las leyes.

Krasnov y Kononenko

Según la BBC, un representante del "Movimiento Nacional Étnico" (ENO), organización que reúne a los nacionalistas rusos, señaló a la organización que el MKY era "un grupo de adolescentes que se dedican a la violencia y que no fueron aceptados en nuestra organización porque no reclutamos adolescentes". Según el líder de ENO, mencionado por Novaya Gazeta, Egor Krasnov se suicidó a principios de marzo en el centro de detención preventiva de Dnipropetrovsk. Otras fuentes, entre ellas currenttime.tv afirmaban, sin embargo, que Maniac seguía con vida y que seguía coordinando las células de su organización en Rusia y Ucrania. Current Time se convenció de ello al ponerse en contacto con él y rastrear la actividad de sus seguidores.

El 7 de diciembre de 2023, el MKY, abre de hecho un canal en Telegram en el que muestra, sin pudor ni temor alguno, sus tendencias neonazis y su identificación con la ideología del "White Power".

El día 31 de marzo, el canal realiza un repost de Oderint Dum Metuant, el Telegram de referencia del NS/WP, en el que presenta la primera lección para desarrollar acciones directas, llamada Asesinar con un cuchillo. El 13 de abril se plantean ir más allá del MKY para participar no sólo en la creación del "culto", sino también "para ser parte de la propia lucha, para ser su personificación, para ser la muerte en sí misma". Ya no se necesita el apoyo de las masas, sino que se necesita "a aquellos dispuestos a actuar ... en nombre de la purificación". El 20 de abril, aniversario del nacimiento de Hitler, se señala que "éste es el día en el que tenemos que matar por nuestro profeta, o al menos empezar a prepararnos para grandes acciones". Las referencias a cambios y a un "nuevo génesis" aparecen con posterioridad.

A la izquierda una de las pocas fotos en la que Krasnov muestra su imagen.

El manifiesto revolucionario racista autónomo ucraniano

El vídeo con el manifiesto que difunde el NS/WP el día 24 de julio es la expresión de la voluntad de un autoproclamado "revolucionario racista autónomo ucraniano" que es quien en realidad reivindica el asesinato de Farion: "Asumo la responsabilidad de eliminar a la enemiga de Ucrania y traidora racial Irina Farion. ¡Llegaremos a los enemigos de los ucranianos y de toda nuestra raza en su conjunto!", señala.

Según la BBC, un administrador del canal de Telegram NS/WP les señaló que Irina Farion fue asesinada porque era una "peste" y una "traidora a la raza blanca". Para el grupo, "la guerra de blancos contra blancos es un mal, se mire por donde se mire", en referencia a la postura de personajes como Farion respecto a la población ucraniana de habla rusa. El interlocutor de la BBC también afirmó que el "manifiesto" publicado después del asesinato fue escrito por la persona que lo cometió, aunque la cadena destaque a continuación que no hay pruebas oficiales de que el "manifiesto" sobre los motivos del asesinato lo haya escrito el joven de 18 años de Dnipropetrovsk detenido por la policía, Viacheslav Zinchenko.

Pero lo relevante no es esa circunstancia, sino los aspectos que pretende destacar su autor en el manifiesto. De partida, aunque destaca su amor a la patria ucraniana, señala que la cuestión nacional es secundaria respecto a la racial: "la raza es el valor más alto" y "sólo después de una victoria en la guerra racial será posible pensar en un renacimiento nacional". Para un protagonista que ha crecido en un entorno ucraniano de habla rusa, se trata de una cuestión esencial en el tratamiento de las relaciones entre las poblaciones blancas y eslavas de Rusia y Ucrania. Esto le separa de muchos de los derechistas ucranianos que se distinguen habitualmente por su "rusofobia y/o la desagradable (desconsideración consciente) del aspecto racial" y que, en eso apenas se diferenciarían de la fobia a lo ucraniano de los derechistas y nacionalistas rusos. Svoboda, el partido de Oleh Tyahnibok al que pertenecía Irina Farion, es el principal exponente político de esa tendencia.

La pérdida de perspectiva respecto al conflicto racial lleva a perder el sentido del objetivo a conseguir que no sería otro, según el autor, que la caída del gobierno en Ucrania. Las acciones de los derechistas se dirigen "a cualquier lado, pero no contra las autoridades" y "la revolución termina con el derrocamiento del gobierno y... ya está. Nada más". "La 'derecha' está luchando de verdad, es un hecho. Pero no está claro por qué. El poder está lejos de estar en manos del partido de la derecha". Según el autor del manifiesto, este poder está en realidad en manos de un "presidente judío" que "declara explícitamente que luchamos por ciertos 'valores europeos', por un futuro multicultural bajo los auspicios de la Unión Europea".

En el contexto de la guerra, esta inacción política derechista se percibe como una "verdadera traición" que desperdicia el potencial revolucionario que supone la posesión de la "cantidad de recursos" de la que hoy disponen los movimientos derechistas "que se utilizan, en el mejor de los casos, de manera aleatoria".

Esta crítica la concreta, de forma específica, en el grupo Azov y en su líder, Andriy Biletsky: "El movimiento tiene todos los recursos para no cumplir las órdenes de otros en nombre de un futuro incierto, sino para gobernar y gobernarse a sí mismo. ¿No es esta la idea de una nación?". Pero lejos de ello, "Biletsky renuncia públicamente a la retórica del pasado, el simbolismo de Azov está cambiando, georgianos, chechenos y otros extranjeros están comenzando a unirse al regimiento". A la vista de lo señalado, según el autor, el potencial político de estos grupos queda desperdiciado y "todas las historias de los propagandistas rusos sobre el neonazismo en Ucrania resultan una ficción". Por supuesto que hay neonazis y racistas en Ucrania, señala, "pero no tienen poder, esto lo declaro como racista".

En todo caso, el autor afirma que recomponer la derecha ucraniana no es posible bajo la bandera de las actuales fuerzas. Para el autor del manifiesto, la actual "derecha" ucraniana "ha fracasado completamente en política y no se ha decidido a dar otro golpe de Estado. La cúpula del movimiento se ha podrido y apesta a todos los vicios posibles, ya no será posible curarla. Se necesita una nueva fuerza" para el objetivo final que no puede ser otro que la toma del poder. E insiste en separar a todos los racistas actualmente no beligerantes del movimiento de derecha. "No somos 'de derecha', somos racistas", señala y "lo principal es la consolidación basada en el valor primario: la cuestión racial".

A la espera de que todo eso llegue, resulta para el autor relevante la acción terrorista y asesina, y así señala: "Tengo todo para estar al frente ahora, desde el deseo hasta las habilidades, pero soy claramente consciente de que puedo aportar muchos más beneficios con mis acciones actuales". En la fase actual, en la que falta la nueva fuerza política necesaria, "las acciones concretas decisivas de los nuevos partidarios del racismo revolucionario se producen estrictamente en solitario", son acciones individuales. En esta etapa, "el terror cumple los siguientes objetivos: propaganda y reclutamiento de nuevos partidarios, intimidación del enemigo, y preparación para acciones más serias". No es "tiempo de programas políticos" sino de "castigar a todos los que vendieron el país después de la revolución de Maidán" como la propia Irina Farion, según los neonazis, y de llegar a todos "los enemigos de los ucranianos y de nuestra raza en su conjunto". Según Igor Klimenko, Ministro del Interior, el diputado de Servidor del Pueblo, y antaño crítico con la extrema derecha nacionalista Max Buzhansky era el siguiente en la lista del presunto autor del asesinato de Farion.

No se trata no obstante, según el autor del manifiesto, de buscar una contradicción con la actual lucha ucraniana y, en ese sentido, quiere "agradecer a todos los soldados por la defensa de Ucrania". Pero mientras ellos luchan contra un enemigo externo [NR: en la práctica, la multicultural y multiétnica Federación Rusa], el autor del manifiesto señalar luchar "contra uno interno". Y, en ese contexto, todo lo que se requiere de los combatientes ucranianos es "que sigan luchando y que apoyen [sus] esfuerzos en el momento adecuado". Entonces las dos partes serán "capaces de transmitir el verdadero significado de esta guerra. Lucharemos realmente por nuestros hijos blancos, no por un grupo de parásitos y marionetas de los oligarcas en el poder" y, todos ellos, convertirán esta guerra en la necesaria guerra racial que se desea.

Y es precisamente esa defensa del nacionalismo blanco y del etnonacionalismo puro y de sangre el que permite enlazar el proyecto nacional-revolucionario del manifiesto del radical ucraniano autónomo con los objetivos neonazis del NS/WP en la Federación Rusa. El proyecto perfilado por el autor del manifiesto enlaza, por otra parte, en especial en la reivindicación de la acción individual, con la ideología del MKY y su visión cuasi-religiosa del papel de la acción violenta y del asesinato: la rakhova, la guerra santa racial.

La juventud de los militantes del MKY o del NS/WP, así como del presunto autor de la muerte de Farion no deben llevar a engaño. En el manifiesto publicado pueden encontrarse dos mensajes bien claros, uno interno y otro externo. En la dimensión externa, la propuesta anima a optar por la confluencia en la guerra de razas contra el estado multicultural ruso, un objetivo claro de la ultraderecha ucraniana en su proyecto de liquidación de la Federación Rusa. Un aspecto en el que los ultras ucranianos desearían ver confluir a más grupos neonazis rusos en su colaboración con Ucrania, en línea con la ya observado con el RDK. Y no solo desde acciones clásicas en la guerra convencional, sino también en dimensiones más propias de la guerra sucia y la acción terrorista. Si algo ofrecen los nuevos neonazis en Rusia o en Ucrania es su disposición a la acción violenta incontrolada.

En la dimensión interna, hay una apelación, o al menos una nítida amenaza: dirigir la acción de las fuerzas más violentas de la ultraderecha ucraniana hacia la conquista del poder. Un proyecto que, sin embargo, pretendería impulsarse desde fuerzas ajenas a los grupos clásicos de la ultraderecha ucraniana, como Azov o el Praviy Sektor. No cabe duda de que, tanto en la dimensión externa como en la interna, un proyecto de este tipo sólo podría tener visos de victoria si se impulsa desde unidades de las propias fuerzas armadas del régimen de Ucrania.

Sin controlar por completo todas las variables del atentado contra Irina Farion, la publicación del manifiesto del revolucionario racista ucraniano autónomo y la detención de Zinchenko conforman un escenario posible para interpretar los hechos que llevaron al asesinato de la ultraderechista ucraniana (pendiente, no obstante, de la investigación policial). Pero, en la dimensión política y militar, muestran también la frágil situación en la distribución del poder político en Ucrania, con todas sus contradicciones internas. El final de la guerra en Ucrania no sólo dependerá de la forma en que se resuelva el conflicto externo con la Federación Rusa, sino también de la forma en que se llegue al punto final en ese conflicto retardado por el futuro control político de la Ucrania nacionalista.

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