El camino hacia la desdolarización es irreversible
El evento se realiza con grandes expectativas de que el bloque lance una plataforma de pagos multidivisa alternativa al actual sistema financiero global centrado en el dólar.
Además de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, fundadores del grupo, en esta oportunidad participarán Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán como nuevos socios. Con esta versión ampliada se espera que el evento consolide una mayor independencia económica para los países del Sur Global que se perfilan dentro de la órbita de influencia del bloque.
El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, en su condición de anfitrión invitó al presidente venezolano Nicolás Maduro a participar en el evento.
Para el periodista e investigador Jan Krikke, quien escribe en el medio Asia Times, la desdolarización es solo cuestión de tiempo ya que, paso a paso, los Brics han hecho avances importantes para la concreción de este objetivo. En el año 2023 se implementaron y fortalecieron nuevos mecanismos de comercio y de pago, y se crearon fondos de reservas e intercambio comerciales con monedas locales que impulsaron el bloque multipolar como arquitectura financiera alternativa.
Desdolarización: un reto para Rusia durante su presidencia de los BRICS
Todos estos mecanismos, que antes parecían incipientes iniciativas frente al orden unipolar, ya toman un carácter estratégico dentro de la organización, proyectada como una instancia de contrapoder --también en el plano comercial, financiero y monetario-- frente al G7, conformado por el Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá, Francia, Japón y EEUU.
Desde que Rusia asumió formalmente la presidencia de los Brics a principios de este año se propuso varios retos: dar continuidad al proceso de creación y desarrollo del mundo multipolar, más justo y equilibrado, que permita avanzar en el fortalecimiento del papel de los países en vías de desarrollo, en el proceso global de toma de decisiones.
Para alcanzar esta meta la Federación Rusa elaboró una agenda con cuatro puntos claves que servirían como hoja de ruta para continuar con el proceso de desdolarización impulsado por los Brics. Estos puntos fueron organizados por el Banco Central ruso de la siguiente manera:
- Desarrollo del ámbito de los mecanismos de pagos: grupos especialistas están trabajando en esto y se incluyen las monedas digitales y la interacción de los sistemas de pago. "Este año queremos centrarnos más en las liquidaciones en monedas nacionales", dijo la presidenta de la entidad estatal, Elvira Nabiullina, en aquella oportunidad.
- Liquidación en monedas nacionales: durante la presidencia de Rusia se haría énfasis en el uso de monedas locales.
- Tecnologías financieras: se trabaja en la automatización de los sistemas de identificación transfronteriza, que permitirá obtener servicios financieros en otro país del bloque económico. Rusia propone a otros miembros de la plataforma llevar a cabo "ejercicios cibernéticos transnacionales" para fortalecer la seguridad en el sector financiero.
- Agenda de desarrollo sostenible y la adaptación de las economías al cambio climático: Rusia quiere llevar este debate a la agenda del bloque con miras a desarrollar normas para los bonos verdes y de adaptación.
Una fórmula para descarrilar el proceso
Como era de esperarse, el proceso de desdolarización no se realizará sin que haya resistencia de EEUU, pues cualquier alternativa al "orden internacional basado en normas" del dólar representa una amenaza para su supremacía. Vale recordar que la moneda estadounidense se ha utilizado como arma de guerra contra aquellos países que no se pliegan a los designios estadounidenses, como ha quedado ampliamente demostrado en los casos de Venezuela, Rusia, Irán y otras naciones del Sur Global.
Para el expresidente y actual candidato republicano, Donald Trump, el dólar está "bajo un gran asedio", y para revertir esa situación indica que implementará una política de mano dura con aquellos países que osen apostar por otras monedas.
"Muchos países están dejando el dólar. Conmigo no van a dejar el dólar. Les diré: 'Si dejan el dólar, no harán negocios con EEUU porque vamos a imponer aranceles de 100% a sus mercancías'", declaró Trump el pasado sábado durante un evento de campaña en el estado de Wisconsin.
Sin embargo, estas medidas que, según Trump, son fáciles de aplicar, tendrían repercusiones negativas para los estadounidenses por el hecho de que muchos bienes de consumo probablemente duplicarían su precio. Krikke, en su artículo "BRIC tras BRIC, la desdolarización es sólo cuestión de tiempo", toma en cuenta que alrededor de 70% de los productos que se venden en tiendas como Walmart y Target proviene de China, el país que está a la vanguardia de la desdolarización.
Por qué el lanzamiento de una alternativa al dólar sería un hecho histórico
Vale recordar que en 1944 se estableció el sistema financiero global de posguerra con el llamado Acuerdo de Bretton Woods. En ese entonces, los países con superávits comerciales denominados en dólares podían cambiar sus tenencias en la moneda norteamericana por oro en el Sistema de la Reserva Federal estadounidense en la denominada ventanilla del oro.
A partir de ese momento comienza a escribirse la historia de hegemonía económica, financiera y monetaria de EEUU a escala mundial. "Los bancos estadounidenses se convirtieron en cámaras de compensación para el comercio global", señala Jan Krikke.
Que cualquier empresa tuviera que comprar dólares para pagar a un proveedor de otro país indicaba que los mecanismos de pago estaban centralizados. Este poder le ha permitido a EEUU excluir a cualquier persona, empresa o país del sistema financiero global. Ejemplos recientes pueden verse en las sanciones aplicadas sobre Rusia luego del lanzamiento de la Operación Militar Especial en 2022, así como en la campaña de "máxima presión" emprendida en los últimos años contra Venezuela.
Un proceso irreversible
El sistema del Bretton Woods empezó a fallar en 1971 cuando el presidente Richard Nixon desvinculó el dólar del oro, reseña Krikke en su artículo, y añade que desde entonces empezó el crecimiento incontrolable de la deuda nacional de EEUU, que pasó de 400 mil millones de dólares a 35 billones, debido a que el país norteamericano perdió su disciplina financiera y se embarcó en una ola de gastos que duró décadas.
Actualmente el pago de la deuda nacional incluso es mayor que el gasto anual en defensa, y todo apunta a que llevará a EEUU a la bancarrota, sobre todo si se queda sin acreedores dispuestos a comprar su deuda.
Hay varias señales que indican que la desdolarización es un proceso irreversible
Es una realidad que la participación estadounidense en la economía global está disminuyendo rápidamente, y han surgido alianzas como los Brics que representan más de 30% del PIB mundial, 30% del territorio del planeta, 18% del comercio internacional, 43% de la población y ha atraído 25% de las inversiones extranjeras directas del mundo.
Además, el interés que despierta la ampliación del bloque ha generado que más de 30 países estén solicitando formalmente ser parte de la organización.
Obviamente, crear una arquitectura financiera o monetaria para países tan diversos como los miembros del Brics no es una tarea sencillla, pero ya hay signos de que hay voluntad política de fundarla. Puede que no se establezca una moneda común entre los miembros de la instancia en el futuro inmediato. Sin embargo, China trabaja con varios otros países en mBridge, una plataforma basada en blockchain que permite transacciones financieras en múltiples monedas.
Fue desarrollada por los bancos centrales de China, Tailandia, Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong con miras a facilitar transacciones instantáneas entre pares sin la participación de terceros. Según se ha informado, la plataforma utiliza tecnología blockchain similar a la criptomoneda Ethereum y acepta monedas digitales de bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés).
Además, la plataforma Brics Brigde plantea un conjunto de novedosos mecanismos transaccionales que apunta a fortalecer el impulso desdolarizador.
Con estas herramientas las empresas pueden comercializar sus productos bajo monedas acordadas de manera instantánea y sin involucrar a terceros, lo que implica una alternativa confiable al orden centrado en el dólar.
Para Jan Krikke, los Brics actúan con cautela pero decididos, ya que el camino que tomen dependerá de factores como la respuesta de EEUU para defender el dólar, cómo abordará su creciente deuda y sus desequilibrios comerciales y, sobre todo, qué deparará el futuro a su sistema político cada vez más disfuncional.