El día que todos se acordaron de Morena
Morena Domínguez tenía 11 años, vivía en Lanús y era hija de un trabajador de la Cooperativa Amanecer de los Cartoneros. Provenía de una familia humilde y ayer 9 de agosto, concurría sola a la escuela, porque su madre había viajado a Salta a bautizar a uno de sus hermanitos. Fue abordada por dos delincuentes en moto que le arrebataron la mochila. En ese hecho recibió un golpe abdominal que le provocó una hemorragia, lo que le causó la muerte. La ambulancia que la trasladó al hospital tardó más de una hora.
Morena Dominguez era parte del el 54,2% de lxs menores de 14 años que se encuentran en situación de pobreza, o están privadxs de derechos básicos. Era una más de los seis millones de niñas y niños pobres que habitan la Argentina, en condiciones que se han venido agravando en los últimos meses, donde la inflación y la suba de los alimentos golpea más fuerte a los más pobres. Vivía en un municipio del Gran Buenos Aires donde la derecha llegó a la gestión enarbolando las banderas de mayor seguridad.
En el asesinato de Morena están presentes distintas circunstancias que hacen a la vida de lxs niñxs pobres: su desamparo en calles inseguras, familias que hacen enormes esfuerzos para que puedan concurrir a la escuela, ser víctimas de otros pobres que roban a lxs indefensxs, pésima atención en la emergencia por servicios públicos deteriorados,
Vidas como las de Morena no le interesan a buena parte de los candidatos presidenciales, que han demostrado su decisión de seguir pagando las estafas del FMI, reducir planes sociales, privatizar la educación y la salud pública, y preocuparse exclusivamente por si se elimina el cepo cambiario o se sacan las retenciones a las exportaciones agropecuarias.
Morena no estaba en la agenda de ninguno de esos politiqueros, hasta que la opinión pública fue impactada por su asesinato. Y ocurrió que a pocos días de que se decidan los votos de las PASO, el caso de Morena Domínguez ingresó con fuerza en el mundo de las emociones de potenciales votantes.
Con un diagnóstico de que la mayoría de los electores no vota por lo que la razón le aconseja sobre ideas o propuestas, sino a partir de las emociones, esos mismos políticos no quisieron perderse la oportunidad de poner cara de lastimados y de afligidos.
Fue así que ayer se acordaron de Morena. Por un día, la vida de una niña, tan parecida a millones de niñas que no les importan a los que disputan por los despojos de un país endeudado e injusto, tuvo valor, mereció atención.
El Intendente de Lanús y precandidato a gobernador por Juntos por el Cambio [derecha], Nestor Grindetti, tuitteó: “Otro lamentable hecho de inseguridad que nos conmociona y nos entristece terriblemente”. “Mi acompañamiento a la familia de Morena. Está todo el equipo de Seguridad trabajando para dar con los responsables”.
La candidata presidencial derechista Patricia Bullrich también se hizo presente por medios virtuales: “Otra vez el dolor. Ahora con el asesinato de Morena, de 11 años. Todo mi acompañamiento y apoyo a la familia y amigos. No podemos seguir viviendo con tanta angustia y miedo. Esto no da para más. Transformaron a la Argentina en un país invivible”.
El candidato presidencial derechista Horacio Rodríguez Larreta también se expresó: “No hay palabras para tanto dolor. Mis condolencias para la familia de Morena y sus seres queridos. Necesitamos Justicia. Voy a acompañarlos para exigirla”.
Sergio Massa [peronista] no evadió el tema “lo de Lanús es la clara muestra de que tenemos que poner el acento en la lucha contra la inseguridad y consolidar un programa que permita trabajar en prevención en todas las ciudades, para que no haya esta idea de que hay ciudades en las que se vive seguro y otras en las que se vive inseguro”. Después recordó “lo que hicimos en Tigre con cámaras, móviles, botones de pánico, sistema satelital y de prevención en las casas”
Javier Milei [ultraderechista] tampoco quiso perderse la ocasión para decir lo suyo: “La tragedia de Lanús en la que una nena de 11 años fue asesinada por un motochorro cuando iba a la escuela tiene un responsable muy claro: una clase política que hace décadas defiende un modelo de empobrecimiento y zaffaronismo que genera delincuentes sin ningún respeto por la vida”
Con respecto a los responsables del asesinato no faltaron las operaciones para echarle el fardo a fuerzas políticas adversarias.
El diario la Nación tituló: “Conmoción en Lanus: un chico de 14 años habría confesado ser uno de los motochorros que mató a Morena”. Mientras tanto, desde las redes sociales se vinculaba a ese menor con otro de la misma edad defendido por la diputada cartonera de Unión por la Patria, Nélida Zaracho, cuando recibía una golpiza de la policía.
Horas después la policía provincial aseguraba que había detenido a los autores del homicidio, Miguel y Darío Madariaga, de 25 y 28 años de edad.
Entre tanto cinismo y caranchismo político, la declaración del MTE [Movimiento de Trabajadores Excluidos], que es la organización a la que pertenece la Cooperativa donde trabaja el padre de Morena, puso un poco de cordura:
“Repudiamos cualquier uso político de este hecho trágico y buscamos que se haga justicia. Hace años que venimos denunciando la violencia y el abandono que se vive en nuestros barrios”… ”La ausencia del Estado, la avanzada del narcotráfico y la delincuencia son parte de la inseguridad contra la que luchamos todos los días. ¡Justicia por Morena!”.