El fascista Kast volvió a defender a la dictadura chilena
Los candidatos al balotaje del 19 de diciembre en Chile, el ultraderechista José Antonio Kast y el centroizquierdista Gabriel Boric, se enfrentaron este viernes en un tenso primer debate, en el que cruzaron acusaciones sobre sus propuestas antagónicas de gobierno.
Más de 15 millones de chilenos definirán el domingo 19 al sucesor del neoliberal Sebastián Piñera. Kast ganó la primera vuelta del 21 de noviembre con el 27,9% de los votos, frente a los 25,8% que obtuvo Boric, que ahora lidera los sondeos.
Organizado por la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi), el debate duró más de dos horas, con interpelaciones constantes sobre los cambios que han introducido ambos candidatos a sus programas de gobierno de cara a la segunda vuelta y sus propuestas más polémicas, pero también sobre cuestiones personales.
Boric y Kast antes de empezar el debate.
Ataques personales
"Nosotros tenemos una diferencia: cuando yo me equivoco pido perdón y soy capaz de enmendar mi posición", dijo Boric, el candidato de la coalición "Apruebo Dignidad", que reúne al Frente Amplio y al Partido Comunista, acusado por Kast de avalar la violencia política.
"¿Le pediste perdón a la mujer que te acusó de abuso? Esa situación todavía no se aclara", replicó Kast, provocando la molestia de Boric, diputado de 35 años -la edad mínima para presentarse a la presidencia-, exigiendo una retractación, al señalar que no existe ninguna denuncia de abuso en su contra.
"Acá hay una interpelación que me parece grave y me parece lamentable que utilices un espacio como éste para un tema que no tienes idea", afirmó Boric. Más adelante en el debate, Kast -un abogado ultraconservador de 55 años- le pidió disculpas a su contrincante por hablar de "abuso" y no de "acoso".
Otro de los puntos que levantó polémica, sobre todo en las redes sociales, fue la defensa que realizó Kast sobre la propuesta de arrestar a personas en lugares distintos a cárceles cuando se establezca un "estado de excepción" en medio de casos de alteración pública. Consultado sobre si estos espacios podían ser similares a los que usó la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) para detener a opositores, Kast contestó: "así es".
El ultraderechista defendió también su propuesta de construir una zanja en la frontera norte (Perú y Bolivia) para evitar el paso de migrantes irregulares: "El sentido es conducir a las personas a un paso habilitado". La inhumana iniciativa la valoró en 10 millones de dólares.
Por su parte Boric afirmó: "jamás he planteado modificar la bandera de la que me siento orgulloso ni el himno patrio. Lo único que cambiaría es el lema del escudo, de 'Por la razón o la fuerza' a 'Por la fuerza de la razón'".
En busca del centro
Además de los ataques personales, el penúltimo debate presidencial estuvo marcado los intentos de captar a los votantes de centro por parte de los dos contendientes. Ambos acentuaron los cambios que han sufrido sus programas de Gobierno desde la primera vuelta, en la que, de forma inédita, se impusieron a los grandes candidatos de derecha y centro, cuyas coaliciones llevaban 30 años repartiéndose en el poder.
"Tenemos un Parlamento dividido y una situación económica complicada así que tenemos que contribuir para poner de acuerdo a quienes no lo estaban al principio", señaló Boric.
Kast habló sobre modificaciones drásticas en temas de derechos sociales que habían generado mucha polémica: se retractó de querer eliminar el Ministerio de la Mujer y aseguró que no se opondrá eventuales proyectos de aborto libre. "Yo soy una persona profundamente democrática y si el Congreso dicta una ley, no voy a trabajar para retirarla", dijo.
El candidato ultraderechista restó importancia también a su deseo de retirar a Chile del Consejo de Defensa de DDHH de la ONU, algo que previamente había defendido fervientemente y que ahora aseguró que "se está evaluando".
Con un candidato de ultraderecha y uno perteneciente a una coalición de centroizquierda más pronunciada que la tradicional, el ballotage del 19 de diciembre será la votación más polarizada desde el retorno a la democracia en 1990.
Ninguno de los dos logró más de un 30 por ciento de apoyo en primera vuelta, por lo que la campaña se ha basado en tratar de ampliar su base de adherentes. En este último mes, Boric se ha retractado de su mensaje respecto a algunas de sus ideas insignes como indultar a los manifestantes detenidos durante la crisis social de 2019, algo a lo que ahora se opone parcialmente.
También se ha derechizado su tono a la hora de condenar los disturbios durante las protestas: "Creo firmemente que la violencia no es el camino, la violencia de quienes creen que quemando iglesias o realizando atentados van a lograr algo", dijo.
Jaime Abedrapo, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad de San Sebastián, señaló que "ambos cambiaron sus ejes discursivos y sus tonos porque saben que los moderados e independientes harán la diferencia. Boric se viste de socialdemócrata 'light' y Kast de un moderado de derecha que da estabilidad al país", agregó.
Gradualidad
En materia económica, Kast concretó que redujo la meta de crecimiento de un máximo del 7 a un 4 por ciento, y que la rebaja tributaria de 10 puntos porcentuales a las grandes empresas que inicialmente prometió se hará de manera pausada. "Seguimos defendiendo una baja impositiva y vamos a ir avanzando razonablemente, pero no vamos a poder hacerlo de una vez", justificó.
En este sentido, Boric, también prometió "gradualidad" en el incremento de la recaudación propuesta, de 8 puntos porcentuales del PIB en ocho años, subiendo impuestos a los más ricos y evitando la evasión. Los últimos sondeos dan a Boric como vencedor, con entre 5 y 14 puntos de ventaja sobre su contendiente.
Migración y militarización
Los candidatos no dieron su brazo a torcer en algunos aspectos. "Kast reforzó su idea de cavar una zanja antiinmigración y de aumentar facultades presidenciales", señaló la jefa de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de Chile, Claudia Heiss.
Boric, en tanto, se mantuvo tajante con su rechazo a la militarización del sur donde existe un conflicto centenario entre mapuche y empresas forestales que roban los territorios indígenas, aliadas con el Estado que reprime a los pobladores, lo que lleva a frecuentes tiroteos e incendios.
Hasta ahora, todos los grandes partidos de la oposición en Chile (centro y centroizquierda) han respaldado al candidato del Frente Amplio, que tiene un programa que apunta hacia un Estado de bienestar parecido al kirchnerista, con acento feminista y ecologista.
En tanto, Kast, partidario de defender el modelo actual, basado en el neoliberalismo instalado durante la dictadura militar (1973-1990), se ganó el apoyo de los cuatro partidos de la coalición derechista que gobierna actualmente.