El imprevisto gatillo de un viraje económico
Fernández enfrenta ahora dos emergencias simultáneas: el tsunami sanitario y el agravamiento de la recesión.
Como el coronavirus llega más tarde al hemisferio sur, Argentina puede asimilar lo ocurrido en el norte. Pero esa ventaja sólo brinda un poco más de tiempo para emparchar un sistema sanitario destruido. El gobierno aceleró el inicio del aislamiento social, frente al gravísimo peligro que se avecina por la carencia de respiradores y hospitales. Todos temen las consecuencias de un salto exponencial de los contagiados y se intenta aplanar la curva de los afectados, para distribuir su impacto en la estructura sanitaria.