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EE.UU. :: 09/01/2015

El papel del 11 S en la justificación de la tortura y la guerra

Michel Chossudovsky
La criminalización del aparato de Estado del régimen norteamericano :: El Informe del Senado sobre torturas de la CIA es un encubrimiento

Las palabras “posibles acciones criminales” por parte de empleados de la CIA son usadas en el informe. Los términos poco ético a inmoral son mencionados.  La criminalidad de aquellos que ordenaron estas acciones en los más altos niveles del gobierno, sin embargo, no son reconocidas.


Las acciones dirigidas contra presuntos yihaidistas se clasifican como ineficaces en el proceso de revelar información. Lo que por supuesto no se reconoce es que los presuntos terroristas que fueron torturados fueron entrenados por la CIA.

Es conocido y está documentado que la red de Al Qaeda es una creación de la inteligencia estadounidense. Los yihaidistas son “activos de inteligencia”. La tortura sirve para perpetuar la leyenda de que los malvados terroristas son reales y que las vidas de los americanos están bajo amenaza.

La tortura es presentada como un “daño colateral”. La tortura es una parte esencial en la guerra de la propaganda, que consiste en demonizar a los presuntos terroristas. Y el informe del comité del senado finalmente defiende la legitimidad del aparato de inteligencia de EEUU, del gobierno estadounidense, su agenda militar y de inteligencia, y sus “guerras humanitarias” libradas en diferentes partes del mundo.

Campo de concentración de Guantanamo

El término “legalmente equivocada” se menciona pero el hecho de que estas acciones fueron “ilegales” y “criminales” es casualmente olvidado. Según el senador Feinstein: “La CIA desempeña un papel increíblemente importante en la seguridad de la nación y tiene miles de empleados dedicados y talentosos”.

Las acciones documentadas por el informe del senado sucedieron entre el 2001 y 2009, específicamente durante la administración Bush, solapándose con la presidencia de Obama. Esto plantea inevitablemente la cuestión de la responsabilidad de la actual administración EEUU.

No hay evidencias de que estas prácticas fuesen abandonadas por Obama. De hecho todo lo contrario. Y la “guerra global contra el terrorismo” prevalece con nuevas iniciativas sobre el tablero del pentágono.

El Papel del 11S

El 11S sirve como justificación para el programa de tortura de la misma forma que sirvió como justificación para emprender una guerra contra Afganistán e Iraq. Según el senador Feintein:

“Todos nosotros tenemos vivos recuerdos de aquel martes por la mañana cuando el terror golpeó Nueva York, Washington y Pennsylvania.
No se equivoquen, el 11 de septiembre de 2001, la guerra le fue declarada a los EE.UU.
Los terroristas atacaron nuestro centro financiero. Golpearon nuestro centro militar. E intentaron atacar nuestro centro político y lo habrían hecho, pero había pasajeros valientes y valerosos que evitaron que derribaran el avión.
Aún recordamos vivamente la mezcla de indignación y profunda desesperación, y la tristeza  mientras lo veíamos desde Washington.
Humo elevándose desde el pentágono, El avión de pasajeros sobre un campo de Pennsylvania. El sonido de los cuerpos estrellándose contra los toldos en los pisos bajos cuando los inocentes saltaban desde el World Trade Center."

Enemigo numero 1: Osama bin Laden, supuesto cerebro de los ataques del 11S

El argumento tácito –que está contenido en el informe del Senado- es que EEUU estaba siendo atacado. Y estas malvadas personas sabían cosas (específicamente inteligencia) que amenazaban nuestra seguridad. Fueron arrestados por la CIA. Y la CIA tenía un mandato de “ir a por los terroristas”

Sin embargo todos sabemos ahora que la narrativa oficial del 11S es una invención. La historia oficial del 11S es que Osama bin Laden estaba detrás de los atentados del 11S. No olvidemos que bin Laden fue hospitalizado en un hospital militar de Pakistán en Rawalpindi el 9 de Septiembre de 2001.

El 11S fue utilizado como pretexto, un “causus belli” para acometer una guerra ilegal contra Afganistán. Lo que estamos tratando es la criminalización del aparato de Estado de EEUU. Los yihaidistas no estaban tras los atentados del 11S. Las evidencias apuntan a una conspiración en los más altos niveles del gobierno EEUU, incluyendo la participación del aparato de inteligencia.

Debemos “aprender de nuestros errores” decía el senador Feinstein. Estas decisiones fueron, desde un punto de vista administrativo, “equivocadas”, según el comité del Senado. Todo fue una “gran equivocación” según el informe del senado.

Las evidencias contenidas en el informe, sin embargo, apuntan a actos delictivos en los más altos niveles del gobierno. Aún así,  las declaraciones políticas subyacentes al informe así como la cobertura mediática constituyen un encubrimiento. El 11 de Septiembre de 2001, los ataques dieron luz verde para acometer una “Guerra global contra el terrorismo”. Mientras que el informe habla de la brutalidad de la CIA, no cuestiona la legitimidad de la “Guerra global contra el terrorismo”. Todas las torturas fueron por una buena causa.

La verdad es que la CIA es una entidad criminal dentro del aparato de Estado de EEUU

Nadie debe ser considerado responsable. El informe es, en esencia, un encubrimiento político. En esencia lo que el informe dice es:

Somos gente limpia y moral, fue  un error administrativo torturar a los terroristas. Pero bajo las circunstancias, con nuestra nación bajo ataque, es comprensible que actuásemos de esa manera.
 Aprendamos de nuestros errores. Nunca volverá a suceder.

"Pero la historia nos juzgará por nuestro compromiso con una sociedad justa de derecho y la voluntad de hacer frente a una fea verdad y decir 'nunca más'".

¿Nunca más? La fea verdad que subyace en la "Guerra Global contra el Terrorismo" no se ha reconocido. El hecho de que la tortura se ha aplicado sistemáticamente desde el establecimiento de la CIA bajo la presidencia de Truman, ampliamente aplicada en América Latina, África y el sudeste de Asia, se desestimó casualmente.

El presidente Bush no está solo. Lo que hizo fue poner en práctica una política que ya estaba firmemente arraigada en la comunidad de inteligencia. Echarle la culpa a Bush es un chivo expiatorio, evita tener que abrir una lata de gusanos. Cada una de las administraciones desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha aprobado las prácticas de tortura.

Lo que distingue a las administraciones de Bush y Obama en relación con el récord histórico de crímenes y atrocidades patrocinados, es que los campos de concentración, los asesinatos selectivos y cámaras de tortura son conocidos por el público y se consideran abiertamente como formas legítimas de intervención que apoyan "la guerra global contra el terrorismo "y contribuyen a la difusión de la democracia occidental.

La criminalización de la Justicia: ¿Los arquitectos de la Tortura serán acusado de crímenes contra la humanidad?

El sistema legal de hoy en América tiene todas las características esenciales de un orden inquisitorial, que apoya la tortura y proporciona una luz verde a las atrocidades de la CIA. El informe del Senado finalmente defiende  las  "directrices" definidas por el Departamento de Justicia que se adoptaron como consecuencia inmediata del 11S. La tortura está permitida "bajo ciertas circunstancias", según una “opinión legal” del Departamento de Justicia, "opinión legal" que había sido solicitada por la CIA en agosto de 2002:

"Si un empleado del gobierno torturarse a un sospechoso en cautiverio lo estaría haciendo a fin de prevenir nuevos ataques contra los Estados Unidos por la red terrorista Al Qaeda " dijo la nota, de la oficina del asesor legal del Departamento de Justicia, escrito en respuesta a una petición de la CIA para la orientación legal.
Añadió que los argumentos que se centran en la "necesidad y la legítima defensa podrían proporcionar justificaciones que eliminarían cualquier responsabilidad penal" más adelante. (Véase 'Washington Post', 7 de junio de 2004)

Lo que el anterior informe del Departamento de Justicia confirma es que la CIA había recibido luz verde para torturar a presuntos "yihaidistas" en la medida en que contribuyese a prevenir nuevos ataques de Al Qaeda dirigidos contra los EE.UU.. De ello se desprende que los "métodos de interrogatorio" que limitan con la tortura no implican una violación inconstitucional de acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos:

"Incluso si un método de interrogatorio pudiera cruzar sin duda la línea trazada en Sección y aplicación del límite no se considera como una violación inconstitucional de la autoridad del Presidente Comandante en Jefe, creemos que en las circunstancias actuales [la guerra contra el terrorismo] ciertas defensas de justificación podrían estar disponibles y podrían potencialmente eliminar la responsabilidad penal "(pdf completo memorando del Departamento de Justicia de 1 de agosto de 2002:". El Departamento de Justicia. La nota dice que la tortura “puede estar justificada", 'Washington Post', 13 de junio 2004.

Captura de pantalla de la primera página de la nota original, (para ver más pulsar aquí )

Según el 'Washington Post',

"El documento fue escrito a petición de la CIA. La CIA quería autoridad para llevar a cabo los interrogatorios más agresivos que se permitían antes de los ataques terroristas del  11 de septiembre de 2001. Los interrogatorios eran de supuestos miembros de Al Qaeda a quien la CIA había aprehendido fuera de los Estados Unidos. La CIA pidió a la Casa Blanca asesoramiento legal. La Casa Blanca pidió a la Oficina de Asesoría Legal del Departamento de Justicia su opinión legal sobre las normas de conducta en virtud de la Convención contra la tortura y otros tratos o penas, crueles, inhumanos o degradantes "(WP, 13 de junio de 2004)
Una opinión legal es una interpretación de la ley. No puede en ningún caso considerar que proporcione "autoridad legal".

En otras palabras, una opinión jurídica de la Oficina del Departamento de Justicia de Asesoría Legal para Alberto R. Gonzales, quien fue asesor del presidente Bush no implica que las acciones de la CIA sean legales. El departamento de Justicia no puede anular la ley  dando "carta blanca" a la opinión legal de la CIA. Lo que este dictamen jurídico implica -cuando se utiliza para desviar la ley- es la criminalización de facto de la Justicia. La Casa Blanca dio instrucciones al Departamento de Justicia para instruir a Alberto R. González

Bajo un sistema judicial criminalizado, los "inquisidores" en los altos cargos no pueden ser inculpados ni procesados. En una ironía retorcida, cualquiera que duda de la legitimidad de la inquisición estadounidense (es decir, el 11S y la "Guerra Global contra el Terrorismo") es un teórico de la conspiración, hereje o un cómplice de los terroristas, que puede ser acusado de cargos criminales.

Global Research / CIAR

 

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