El resurgir de la lucha armada en Cisjordania
Las dos ciudades fueron epicentro de acciones armadas durante la segunda intifada, hace 20 años, y las dos sufrieron también la invasión y destrucción por parte de las fuerzas israelíes.
Al igual que hace dos décadas, en Yenín la actividad se concentra en el campo de refugiados del mismo nombre, y en Nablus en la Ciudad Vieja -y también en el campo de refugiados de Balata-. Según el mandato recibido en los Acuerdos de Oslo, la Autoridad Palestina se dedicó durante estas dos décadas a suprimir y reprimir a las organizaciones armadas en Cisjordania, en estrecha coordinación con las fuerzas israelíes. Y lo hizo de manera eficiente, aparentemente. Todos los militantes que pasaban por las cárceles de la AP, poco después de liberados eran arrestados por Israel (o viceversa). Esporádicamente surgían -y surgen- en ambos lugares episodios de enfrentamientos entre las fuerzas de la AP y distintos grupos armados, desde las brigadas de los partidos históricos (Fatah, Yihad Islámica, Hamas, FPLP) hasta bandas dedicadas a actividades criminales de dudosa índole (en el caso de Balata) que generaron incluso enfrentamientos internos.
Posters de los mártires tapizan la Ciudad Vieja de Nablus (noviembre 202).