En Iguala, Guerrero, matanza de normalistas
De esta suerte, el gobierno mexicano comprueba, por enésima vez, su incapacidad de mantener la seguridad pública y de respetar el libre tránsito de los habitantes de nuestro país, así como queda en claro que a las demandas de las masas se responde con balas y terrorismo, quizás con la intención de amedrentar a sectores movilizados y en vías de movilización. Con estos pasos, difícilmente podrá el mexiquense comprador de la presidencia promoverse en la ONU y otras instancias internacionales en las que presume tratar muy bien a los indígenas, tener un gobierno transparente y respetar los derechos humanos.