En Ucrania la OTAN se desliza hacia una guerra contra Rusia
Rusia está estudiando con sumo cuidado el despliegue de drones de ataque turcos en la guerra civil que se desarrolla en Ucrania. Según informaciones propagadas por Kiev, sus Fuerzas Armadas (UAF) utilizaron “drones de combate” contra los rebeldes de origen ruso de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk.
Hasta ahora, EEUU y la OTAN ha suministrado armamento letal al régimen de Kiev. También asesores militares estadounidenses, británicos y canadienses han estado entrenando las unidades de combate de la UAF y Gran Bretaña esta negociando la venta misiles Brimstone a la armada ucraniana.
Pero, el despliegue de drones turcos es un hecho nuevo que, cambia significativamente las reglas del juego. Con los drones el conflicto ha entrado en una peligrosa escalada bélica porque la OTAN está participando directamente en la guerra civil, a través de uno de sus miembros: Turquía.
RUSIA NOTIFICA Y ESTÁ EN ALERTA
Esta semana el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, se refirió a la gravedad que esta adquiriendo el conflicto y confirmo que su país “está llevando a cabo urgentes investigaciones sobre la participación de vehículos aéreos no tripulados de fabricación turca” (conocidos como Bayraktar TB2).
Hace ya unos meses, Vladimir Putin, declaró con firmeza que el apoyo de la OTAN al régimen de Kiev representa una amenaza directa para la seguridad nacional de Rusia. Y, su gobierno en repetidas ocasiones ha alertado: Turquía no debe alimentar las hostilidades en Ucrania.
Ahora la evaluación que está haciendo el Kremlin es muy importante y puede ser decisiva ya que con toda probabilidad Ucrania utiliza personal militar turco para operar los drones. Esto significa, ni más ni menos, que Turquía, está actuando como un de los protagonistas en una guerra civil muy lejos de su territorio.
La guerra en la región del este de Ucrania, conocida como Donbass, ha persistido durante casi ocho años. Se desencadenó después de un golpe de estado, contra un gobierno recientemente electo, respaldado por la OTAN en febrero de 2014. El nuevo régimen se ha caracterizado por una política antirrusa y una ideología neonazi.
La población de etnia rusa del Donbass rechazó el régimen respaldado por Occidente, lo que provocó una guerra civil y el pueblo ruso de Crimea votó en un referéndum (marzo de 2014) separarse de Ucrania y unirse a la Federación de Rusia, con la que tiene siglos de historia compartida.
Las fuerzas de Kiev están acusadas de crímenes de guerra por bombardear viviendas e infraestructura de civiles. Esta semana un depósito de petróleo en Donetsk fue bombardeado por un dron. No está claro si el vehículo no tripulado era turco.
La OTAN acusan a Rusia de invadir el este de Ucrania y de anexar Crimea, pero Moscú ha rechazado enfáticamente esta acusación por ser una “absurda distorsión de la realidad”. La política difamatoria de la alianza atlántica es, sin duda, la razón por la que Rusia cortó la semana pasada los vínculos diplomáticos con la OTAN.
Rusia dice que no es parte directa del conflicto de Ucrania. Señala que el Acuerdo de Minsk, negociado en 2015 con Francia y Alemania, establece claramente que Rusia no es parte en el conflicto. El acuerdo obliga a Kiev a otorgar autonomía a la región del Donbass, sin embargo, el régimen de Kiev se ha negado obstinadamente a implementar el acuerdo. Esto a pesar de que el presidente ucraniano en ejercicio, Volodymyr Zelensky, prometió durante su campaña electoral respetar los acuerdos de Minsk.
ESCALADA QUE ANUNCIA UN CONFLICTO MAYOR
El emergente eje Kiev-Ankara no surgió de la noche a la mañana. Turquía ha estado expresando su apoyo al régimen ucraniano desde hace tiempo. Recientemente, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hizo una declaración que más bien es una abierta provocación: Turquía no reconocerá a Crimea como territorio ruso.
La semana pasada el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, durante una inusual visita a Kiev, calificó a Rusia como un país «agresor». Austin también, declaró “nula y sin valor” la línea roja puesta por Moscú ante una probable integración de Ucrania en la OTAN. Para subrayar esta determinación del Pentágono, dos bombarderos B-1B, con capacidad nuclear, volaron desde Texas hasta el Mar Negro, donde fueron interceptados por aviones de combate rusos.
Luego, en la cumbre de ministros de defensa de la OTAN, realizada en Bruselas, se dio a conocer el nuevo «plan maestro para contener a Rusia». En la reunión la ministra de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, dijo sin rodeos, que Europa necesita armas nucleares “para contener a Rusia”. Sus comentarios provocaron una airada protesta de Moscú que convocó inmediatamente al encargado militar alemán.
Para agravar más el conflicto Francia y Alemania, ambos garantes del Acuerdo de Minsk, han guardando una complicidad silenciosa a pesar de las continuas violaciones del alto el fuego por parte del régimen de Kiev. Cada semana, hay bombardeos contra instalaciones civiles en el Donbass y particularmente contra la ciudad de Donetsk.
Con todos estos antecedentes, las señales indican que Washington y la OTAN han dado luz verde al régimen de Kiev para intensificar las hostilidades. Con los drones turcos se ha aumentado la potencia de fuego de las Fuerzas Armadas de Ucrania, lo que demuestra que la OTAN está efectivamente en guerra a las puertas de Rusia.
Los drones de Turquía se han desplegado en varios conflictos recientes: en Libia en apoyo del gobierno contra las fuerzas de Khalifa Haftar respaldadas por Rusia; en Siria contra las fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia; en Nagorno-Karabaj en apoyo de Azerbaiyán contra Armenia. En esta última guerra, los drones de Ankara jugaron un papel decisivo dándole a Azerbaiyán una importante ventaja.
EL DOBLE JUEGO DE ERDOGAN
Aparentemente cuando Vladimir Putin recibió a Erdogan, el mes pasado en Sochi, los dos lideres parecían haber entablado un intercambio amistoso. En esa oportunidad el presidente turco se manifestó contra una supuesta interferencia de la OTAN en los asuntos internos de Turquía. Sin embargo, quienes creen que Ankara se está moviendo hacia Moscú están completamente equivocados, Erdogan sigue siendo fiel a sus “jefes” occidentales.
En lo que respecta a Ucrania, Ankara parece estar marcando el ritmo de la participación de la OTAN en la guerra civil. Las tensas relaciones con Moscú y el pacto de defensa colectiva de la OTAN están haciendo el resto. Con su actitud Erdogan no sólo está tentando el destino, también está jugando un juego muy peligroso.
observatoriocrisis.com