Evo Morales ilegalmente retenido por órdenes del régimen norteamericano

El presidente de Bolivia, Evo Morales, arribó este miércoles por la noche [hora de Bolivia] al Aeropuerto Internacional de El Alto, en La Paz, luego de un último tramo de su viaje desde Brasil, a donde había llegado tras haber estado 14 horas secuestrado en territorio europeo, como consecuencia de la prohibición de Portugal, Francia, Italia y España de que el avión sobrevolara sus respectivos espacios aéreos, por orden del régimen estadounidense.

El Mandatario boliviano reiteró que las acciones de gobiernos europeos respondieron a un "intento de amedrentamiento del imperio". Dijo que con estas acciones no sólo buscaban intimidar a Bolivia, sino a toda la región latinoamericana. "Nunca nos van a intimidar, nunca nos van a asustar, porque somos un pueblo con dignidad y soberanía (...) Ya no somos un pueblo de colonias, sino de independencia".

Evo Morales a su llegada a La Paz, donde nevaba.

Asimismo, el jefe de Estado agradeció al pueblo que acudió a recibirlo, a pesar de las bajas temperaturas que se registraban en la capital boliviana. "Esta lucha no es por Bolivia, es una lucha por todos nuestros pueblos ante las acciones del imperialismo norteamericano", destacó.

Se espera que este jueves los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reúnan en la ciudad boliviana de Cochabamba (centro), para expresar su solidaridad con el Estado Plurinacional de Bolivia ante la afrenta cometida contra el presidente de un país que pertenece al bloque regional.

El secuestro

El presidente indígena de Bolivia, —quien regresaba a La Paz tras participar en un foro de países exportadores de gas en Moscú— fue ilegalmente retenido por las órdenes del régimen norteamericano a sus lacayos europeos para impedir que el avión cruzara el Atlántico. Durante la tarde del martes España, Portugal, Francia e Italia revocaron el permiso de sobrevuelo que habían concedido al avión del jefe del Estado boliviano.

El Falcon 900 se vio obligado a realizar un aterrizaje imprevisto en Viena (Austria), donde permaneció secuestrado durante 14 horas, a la espera de tener luz verde para despegar y mientras se desarrollaba un pulso entre la pretensión del régimen terrorista de husmear, a través de sus lacayos europeos, en el interior del avión —supuestamente para confirmar o descartar la presencia de Snowden— y la negativa de Morales a permitirlo.

El avión del presidente boliviano es una aeronave de Estado, que goza de inmunidad diplomática, por lo que solo puede ser registrado con autorización del pais propietario. Morales, visiblemente irritado, llamó a las cosas por su nombre: calificó de “detención” su estancia forzada en Viena. “No estamos en tiempo de colonias, se equivocan algunos países al tratar de amedrentarnos”, declaró.

España siguió en la misma línea de no indisponerse con Washington: después de haber cerrado su espacio aereo, ofreció su "apoyo" para desbloquear la situación, pero pidió, sin tener ninguna autoridad para tal cosa, "garantías" de que Snowden no iba a bordo. El martes, después de que Portugal denegara la escala inicialmente prevista en su territorio, Madrid accedió a que el Falcon 900 repostara en Las Palmas (Gran Canaria); pero la negativa de Francia e Italia a permitir el sobrevuelo le obligó a desviarse a Viena, por lo que era necesario renovar la autorización.

El régimen español esperó hasta último momento, pero la presión de los países latinoamericanos lo obligaron a ceder: anunció que daría su respuesta antes de las 9:30 de ayer y lo hizo a las 9:29. Pocas horas antes, Francia, Portugal e Italia habían levantado su veto.

El embajador español en Austria, Alberto Carnero, acudió a la zona VIP del aeropuerto de Viena, donde pasó la noche Morales. El presidente boliviano relató que “[El embajador español] me pidió tomar un café dentro del avión para verlo y, en el fondo, querer controlarlo. Dije que no puede, por normas internacionales. Además, no soy un delincuente como para que controlen el avión”.

Lo que aceptó Morales es que las autoridades austriacas controlasen los pasaportes de los pasajeros. Bolivia aseguró también que nadie registró el avión oficial, ya que Morales lo impidió, y que los policías austriacos que controlaron los pasaportes lo hicieron desde el exterior.

A las 17.45 del miércoles (hora de Madrid), tras poco más de una hora de escala y nuevos intentos de amedrentamiento, el avión de Morales despegaba desde Las Palmas.