"Género" para un diccionario marxista: La política sexual de una palabra
En 1983, Nora Räthzel, del colectivo femenino autónomo del diario marxista independiente de la antigua Alemania Occidental Das Argument, me escribió pidiéndome que escribiese una «entrada» para un nuevo diccionario marxista. Un grupo editorial de Das Argument había iniciado un ambicioso proyecto para traducir al alemán el Dictionnaire Critique du Marxisme (Labica et Benussen, 1985) y para preparar asimismo un suplemento separado alemán que tratase de los nuevos movimientos sociales que no habían sido tratados en la edición francesa1. Esos movimientos han dado lugar a una revolución internacional en la teoría social durante los últimos veinte años, produciendo además (y siendo en parte producidos por) revoluciones en el lenguaje político. Tal como lo expresaba Räthzel, «Nosotras, es decir, las mujeres del grupo editorial, vamos a sugerir algunas palabras que faltan y queremos que otras sean escritas de nuevo, porque las mujeres no aparecen donde debieran» (comunicación personal, 2 de diciembre de 1983). Esta amable frase identificaba un importante terreno de la lucha feminista: la canonización del lenguaje, de la política y de las narrativas históricas en las prácticas editoriales, incluyendo a las obras de referencia.