Hacia una intervención clasista en el conflicto de Pemex
La actual coyuntura representa una oportunidad inmejorable a nuestra clase para situarse en una posición de mayores posibilidades revolucionarias si ésta consigue parar en seco los embates del Capital/Imperialismo al tiempo que impide que sus fuerzas y acciones sean copadas por el frente populismo del PRD y AMLO.
Una derrota abierta infligida por el Capital/Imperialismo en este momento para la clase significaría un retroceso muy grande en la lucha, puesto que dejaría abiertas las puertas al resto de las reformas neoliberales que sumirían a la clase en una sujeción política y una dependencia económica aún mayor de la que actualmente padecemos.
Es preciso que la clase sepa que una victoria de la fracción burguesa que representa López Obrador implicaría también una derrota para los trabajadores de la ciudad y del campo, puesto que esta no aportaría mejoras para la situación de vida de los explotados y oprimidos, y sí traería consigo un auge tremendo al Frente Popular que se ha construido en torno a él, y que el centrismo promueve o en el menos peor de los casos reproduce, lo cual fortalecería a las burocracias sindicales que actualmente engordan este frentepopulismo, así como a las que movidas por el oportunismo se sumarían también.