Hegemonía y cultura en tiempos de contrainsurgencia "soft"
Resulta muy sencillo destruir al enemigo, oponiéndole discursos y corrientes aparentemente similares, que a primera vista parecen pertenecer a la misma familia, cuando en realidad trabajan en sentido radicalmente opuesto y antagónico. Con el socialismo y el comunismo sucede algo parecido. Para destruir el prestigio y el atractivo de procesos sociales emancipadores y destruir el carisma de sus principales liderazgos, ¿qué mejor que emplear ciertos discursos aparentemente “progresistas” pero que en el fondo apuntan todos sus cañones a deslegitimar y a destruir el atractivo popular de la tradición anticapitalista y antimperialista.