Honduras: WWF y la cooperación holandesa fomentan el mortal cultivo de palma africana
El cultivo de palma africana está directamente relacionado con la deforestación, la inseguridad alimentaria y la violación de los derechos humanos. Sin embargo, organizaciones como WWF mantienen la farsa de unas certificaciones que consolidan un modelo mortal. Esta semana, los mercaderes de los certificados se reúnen en Honduras, uno de los países víctima.
A partir del seis de agosto, en la ciudad de San Pedro Sula se estará llevando a cabo la Cuarta Conferencia Latinoamericana de la Mesa Redonda del Aceite de Palma Sostenible (RSPO por sus sigla en inglés), evento organizado por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), la Federación de Palmeros, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por su siglas en inglés) y el Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV).
La RSPO fue creada en el año 2004 y para el 2012 la red aducía poseer más de mil afiliados provenientes de 50 países, integrado por productores, procesadores, consumidores, distribuidores, banqueros y organizaciones ambientalistas y sociales.
Supuestamente, para el año 2015, las empresas que no estén certificadas por la RSPO se encontrarán en una situación precaria para lograr colocar la palma o sus derivados en el mercado internacional. Las 12 plantas extractoras y los 20 mil productores nacionales se encuentran ante la encrucijada de obtener la certificación.
El pasado 13 de diciembre de 2012, se efectuó un taller técnico en Yoro, organizado por la Federación Nacional de Palmeros y le ICADE, con el objetivo de incrementar el conocimiento sobre las normas adecuadas para la producción sostenible de palma africana en Honduras.
Certificación o Farsa
La Organización ambientalista Amigos de la Tierra, en un artículo publicado en su portal en el año 2009, señala las incongruencias de las certificaciones otorgadas por la RSPO, las que no pasan de ser mas que un maquillaje de responsabilidad al controvertido impulso de las plantaciones de palma en detrimento de los bosques tropicales y los pueblos que los han cuidado con esmero.
Torry Kuswardono, coordinador de la campaña de agrocombustibles de Amigos de la Tierra indicó que "la certificación del aceite de palma sostenible, hace que los consumidores se sientan bien y alienta el aumento del consumo, que es precisamente la causa raíz del problema". Amigos de la Tierra considera las certificaciones del RSPO como falsas, ya que se limitan a los aspectos técnicos, sin responder a los severos impactos que causa la palma a la tierra, el bosque y sus habitantes.
En abril del 2013, en una Asamblea Extraordinaria de la RSPO, efectuada en Kuala Lumpur, aprobó nuevas reglas del juego, las cuales permite la continuación de la deforestación y destrucción de los humedales y el uso de pesticidas como el gramaxone (paraquat). Estas nuevas reglas gozan del consentimiento de la WWF, reglas que han sido señaladas como la muerte de la sostenibilidad.
Palma Africana y la muerte de la seguridad alimentaria
La acelerada expansión de la palma africana en Honduras, especialmente en la costa norte, coloca en peligro la existencia de los humedales en Honduras. Por cada hectárea de humedal existen cuatro hectáreas de palma africana y el avance continua de forma implacable; para finales del 2013 se espera que en Honduras existan 160 mil hectáreas de palma.
Las políticas imperiales impuestas en la república bananera de Honduras tienden a desmantelar la producción agrícola para el consumo interno, dando lugar a un desabastecimiento crónico de granos básicos, con una dependencia total de la importaciones desde los Estados Unidos. En el país existe un 54,1% de población rural, con mas de 300 mil familias que no tienen acceso a la tierra.
Desde los años 50 comenzó a imponerse el modelo de ganadería extensiva en detrimento de la cobertura forestal del país. Hoy en día la mayoría de los hatos ganaderos vienen siendo reconvertidos a plantaciones de palma africana, al mismo tiempo que buena parte de los humedales costeros son desecados para siembros de la oleaginosa. Se teme que en un futuro cercano los humedales de la Moskitia pasen a ser futuras plantaciones de palma, doblando de esta forma la extensión de los cultivos en el país.
Miguel Facusse, El Palmero de la Muerte y la Certificación de la RSPO
A Partir del golpe de estado del 2009, la violencia se recrudeció en el Bajo Aguán, donde se encuentran enormes latifundios de palma africana en manos de Miguel Facusee, Reynaldo Canales y Rene Morales Carazo, siendo éste último ex-vicepresidente de Nicaragua. A partir de la contrarreforma agraria del año 1992, se diluyeron las cooperativas existentes y de esta forma se gestaron los latifundios mas controvertidos del país.
En los últimos tres años se han dado unos 100 asesinatos de campesinos en el Bajo Aguán a manos de los sicarios del Palmero de la muerte Miguel Facusse. El siniestro personaje se ha visto involucrado en masacres y asesinatos selectivos de campesinos que viene luchando por recuperar las tierras que les fueron arrebatadas bajo un disfraz de la legalidad en las década de los años 90.
El estado fallido inducido en Honduras nos coloca en una endeble posición ante la espiral de violencia además del fracaso de las políticas agrarias. El acaparamiento de tierras que exige el modelo palmero va en detrimento de la soberanía alimentaria, al convertir las mejores tierras del país en plantaciones de palma africana mientras los campesinos desposeídos se ven obligados a practicar la agricultura de laderas.
Es hora que la RSPO, SNV y la WWF tomen conciencia de las graves violaciones a los derechos humanos perpetradas en el Bajo Aguan por el palmero de la muerte. Excluir el respeto a los derechos humanos como un requisito de la RSPO es una descalificación ética de las certificaciones que desde casi una década vienen implementado.