¿Fascismo, populismo o ultraderecha?
El peligro revolucionario y las guerras interimperiales que determinaron el fascismo clásico no están presentes en la actualidad. La ultraderecha converge con dinámicas conservadoras tradicionales, pero el capitalismo tiende a recrear modalidades de gran violencia y totalitarismo.
En América Latina la sombra del fascismo no emergió con lideres nacionalistas, sino con acciones contrarrevolucionarias para aplastar a la izquierda. Persiste como una carta de los poderosos contra las sublevaciones populares.
El populismo no es un concepto esclarecedor de la oleada derechista. Coloca en un mismo casillero a los exponentes y oponentes de ese proceso, disuelve su contraposición con la izquierda y oscurece los intereses de juego. La batalla en curso se libra en las calles y en las urnas, evitando las vacilaciones que envalentonan a un peligroso enemigo.