¿Francia a los BRICS? ¿Que acordaron Xi y Macron?

¿ Macron regresó de Beijing como una persona diferente?

En el primer día de su visita a China, el presidente francés insistió fuertemente “que el líder chino debe convencer a su homólogo ruso, Vladimir Putin, para que ponga fin al NWO [Nuevo Orden Mundial] en Ucrania". Pidió que Xi Jinping llame a Vladimir Zelensky y lo tranquilice.

Pero después de la reunión "sin ataduras" en el segundo día de la visita, Emmanuel Macron hizo declaraciones a Politic y Les Еchos de un contexto completamente diferente. Fue un intento de dejar en claro que EEUU no puede imponer su opinión a los países europeos.

Macron dijo que es necesario deshacerse de la dependencia del dólar y proteger la "autonomía estratégica" de Europa.

El presidente francés se negó a "forzar el tema de Taiwán y adaptarse al ritmo estadounidense. Nuestra prioridad no es adaptarnos a la agenda de otros en todas las regiones del mundo”, dijo.

"La clave para volverse menos dependiente" de los estadounidenses, según el presidente francés, es "sobre todo, fortalecer la industria de defensa europea", "acelerar la lucha por la energía nuclear y las fuentes de energía renovables en Europa".

En EEUU, el senador ultraderechista Marco Rubio se mostró indignado por las declaraciones de Macron y llamó a privar a Francia de la ayuda estadounidense, en particular el apoyo de las fuerzas francesas en África. Rubio amenazó: “si Macron habla en nombre de Europa, entonces deberíamos decir que nos centraremos en Taiwán y las amenazas que plantea China, y que ustedes en solitario se ocupen de Ucrania".

Lo que Xi le dijo a Macron

Tras la cumbre, China y Francia emitieron una declaración conjunta en la que acordaron promover la paz en Ucrania, dejando de lado diferentes enfoques:

China no quiere ser parte del conflicto y ofrece a Francia el mismo curso de acción aunque París todavía ofrece asistencia militar a Ucrania.

Sin embargo, el curso de la coalición es evidente. El cambio en el posicionamiento de Macron (de antirruso a "antiestadounidense") sugiere que aprendió algo de Xi, que lo está empujando a formar una coalición con China:

1. Xi le dijo a Macron que China ha elegido irrevocablemente el objetivo de construir un nuevo orden mundial porque el sistema actual claramente está fallando. Logró convencer a Macron de que esto era prometedor e invitó a Francia (miembro del Consejo de Seguridad de la ONU) a unirse a este modelo, un competidor del orden anglosajón. La propuesta cayó en terreno fértil, porque los anglosajones han hecho mucha “sangre con el capital francés”. Es simbólico que el gigante energético francés Total, pocos días antes de la visita de Macron, firmara el primer contrato en yuanes en la Bolsa de Petróleo de Shanghái para el suministro de GNL a China.

2. Probablemente Xi puede haber prometido ayuda a Francia con pedidos de alta tecnología. Esto, en particular, se evidencia en el contrato para la compra de 160 aviones Airbus, que proporciona a los franceses un ingreso de alrededor de $ 51 mil millones y les ayuda a competir con el estadounidense Boeing. Xi y Macron acordaron que Airbus duplicará su capacidad de fabricación en China. También se firmaron convenios en campos como energía nuclear, energía eólica, gestión del agua, sector agroalimentario, y transporte.

3. Xi también le dijo a Macron lo que realmente sucedió al Nord Stream. Al parecer, no solo compartieron documentos sobre la preparación de las Fuerzas Armadas de Ucrania para la ofensiva , sino también con aquellos documentos que dio a conocer parcialmente Seymour Hersh, acusando a EEUU de volar los gasoductos. Después de todo, Edward Snowden y Bradley Manning fueron agentes de EEUU. No es casualidad que el Ministerio de Relaciones Exteriores de China haya dicho que China espera un rápido progreso en la investigación de las explosiones del Nord Stream para que se revele la verdad y se castigue a los perpetradores. Francia, obviamente, no quiere verse involucrada en el ataque terrorista, de ahí el aumento de su “antiamericanismo”.

El resultado de la visita pone en evidencia la deriva de los pesos pesados de Europa hacia China y que de hecho se están alejando de EEUU. Antes de Macron, el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, visitaron Pekín. Es decir, la UE se divide entre partidarios de la línea estadounidense (en Europa del Este) y partidarios de Alemania y Francia.

Pravda / Observatoriocrisis / La Haine