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EE.UU. :: 21/06/2007

Indocumentados, "caballito de batalla" republicano

Vicky Peláez
El ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani podría convertirse en uno de los más fuertes aspirantes republicanos para la presidencia. Representa no solamente la continuidad de la línea política del régimen de Bush y sus halcones sino un giro más a la derecha en el aspecto ideológico, socioeconómico y militar

Todo es paradójico en la política y todo también es determinado por los intereses de los que están o aspiran al poder. Mientras que en Europa el presidente norteamericano, George W. Bush es considerado como "una catástrofe para la historia", aquí en Estados Unidos es presentado por los medios de comunicación globalizados como un "paladín de la libertad y la democracia". Y no es todo. Ahora resulta que Bush es el "único salvador" que les queda a más de 12 millones de inmigrantes indocumentados desesperados, frente a la "incapacidad’ de los congresistas para ponerse de acuerdo y poner en marcha una nueva reforma migratoria para estos hombres y mujeres que representan la mano de obra vital para el funcionamiento de la economía norteamericana.

Día a día, la prensa, radio y televisión muestran al presidente "dedicando todos sus esfuerzos" para auxiliar la reforma migratoria, prometiendo inclusive nuevos fondos al Congreso para lograr apoyo de legisladores, tanto demócratas como republicanos, para su proyecto de ley. Sin duda alguna es una jugada magistral elaborada por la siniestra y habilidosa mano derecha del presidente, Karl Rove, y que podría asegurar el apoyo de los hispanos para la permanencia de los republicanos en el poder, cuando termine el mandato de George Bush.

Todo indica que los demócratas no están muy entusiasmados para asumir la presidencia del país. No saben qué hacer con la situación en Irak y Afganistán ni tienen planes definidos respecto a todo el Medio Oriente. Tampoco tienen coraje para seguir la guerra o para poner fin a la invasión decretando el retiro de las tropas. Prefieren dejar este asunto en manos del partido en el gobierno "ayudándoles" en su jugada de mantenerse en el poder. Total son el mismo caballo con diferente silla.

Los republicanos mientras tanto no pierden tiempo y están lanzando a sus "delfines políticos" para la próxima contienda electoral. La tendencia general de todos ellos es presentarse como más duros, seguros y al mismo tiempo más inteligentes que el actual presidente. El ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani podría convertirse en uno de los más fuertes aspirantes republicanos para la presidencia.

Representa no solamente la continuidad de la línea política de Bush y sus halcones sino un giro más a la derecha en el aspecto ideológico, socioeconómico y militar.

Basta mencionar los nombres de sus más cercanos asesores para entender lo que les espera a los americanos y al mundo entero si es que Giuliani llega la presidencia. John Robert Bolton, uno de los arquitectos del plan de "militarización" de la política norteamericana, hombre rudo y detestado por el mundo entero es su ideólogo. Su pensamiento geoestratégico está guiado por el general retirado, Jack Keane, autor de la nueva escalada militar en Irak. Y así sucesivamente.

Con una aureola de "experto en lucha contra el terrorismo", adquirida cuando era alcalde de Nueva York por los acontecimientos del 11 de septiembre de 2002, este líder, llamado por la periodista de Counterpunch, Jennifer Roesch, "Mussolini de Manhattan", ya lanzó sus "12 Mandamientos" que significan más guerra, más vigilancia y represión, nuevos recortes en educación y servicios sociales y más persecución a los desposeídos. Su política de "cero tolerancia" que aplicó en Nueva York entre 1993 a 2001 llenó las cárceles con marginados, especialmente afro-americanos y latinos. Hizo reducir el acceso de la educación, seguro social y la cultura. Esta estrategia aconsejó a las autoridades de Ciudad México en 2002 pero fracasó rotundamente, sin embargo, Giuliani ganó en un mes 4.3 millones de dólares que le pagó Vicente Fox.

Su "tolerancia cero" no la aplica solamente a los presuntos criminales, sino también a los periodistas.

Hace poco el reportero de CNN, Matt Lepacek fue arrestado y acusado de espía, por la policía de Manchester, New Hampshire por preguntar a los asesores de Giuliani sobre causas reales del colapso de la torres gemelas y el edificio 7 en Nueva York el 11 de septiembre de 2002 (vea la detención en Youtube). Ya podemos imaginar lo que pasaría si este discípulo y seguidor de Dick Cheney llega al poder. Dicen que Bush sería un niño de teta a su lado.

Vicky.pelaez@eldiariony.com
colectivoavanzar.org

 

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