Kosovo, el silencio es un crimen de guerra
En junio de 1999, un hombre joven de 29 años, HashimThaçi, se entrevistó en Pristina, la capital de Kosovo, con cuatro ministros de asuntos exteriores de países europeos (el británico Robin Cook, el francés Hubert Védrine, el alemán "verde" Joschka Fischer y el italiano Lamberto Dini). Entonces, ese hombre ya era conocido como “la serpiente”, y los cuatro ministros lo sabían. Pocos días antes, Thaçi había hablado con el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, James Rubin, quien incluso le facilitó la posibilidad de hablar telefónicamente con el propio presidente Bill Clinton. Era un apoyo político en toda regla. En esos días, el UÇK exigía la retirada de las tropas rusas, mientras recibía armas y apoyo norteamericano.