La batalla por la Constitución de Chile
La Constitución de 1980 fue uno de los mecanismos legales establecidos por la dictadura de Pinochet para codificar el neoliberalismo y evitar que el Estado interviniera en la economía. Fue una camisa de fuerza, que cubría todo, desde el sistema electoral hasta las estructuras de poder regionales, que bloqueaba cualquier redistribución de la riqueza hacia abajo y aislaba a los líderes políticos del descontento popular. La anterior Constitución de 1925 había sido mucho más descentralizada; los gobiernos regionales, por ejemplo, tenían que seguir las instrucciones de las asambleas elegidas por los municipios. Durante el régimen de Pinochet, los gobernadores y los alcaldes fueron nombrados por el presidente y se abolieron las asambleas locales, lo que significó que no existía ninguna rendición de cuentas democrática por parte de estas instituciones. Se prohibió a los sindicalistas formar un partido o presentarse como representantes
de uno de ellos. El poder se acaparó en la cúspide.