La invasión que nunca existió… ¿que viene a continuación?
El team demócrata que controla a distancia al presidente senil de los EEUU (mediante un auricular/teleapuntador) no es precisamente brillante.
Eso explica por qué uno de los suyos, Nancy Pelosi, en 'ABC News', nos regaló con esta declaración: “Si no estuviéramos amenazando con sanciones, garantizo que Putin invadirá. Si Rusia no invade, no es que nunca haya tenido la intención de hacerlo. Es solo que las sanciones funcionaron”.
Aquí, Nancy revela toda la «estrategia» demócrata: una «victoria» de política exterior de dudosa efectividad que se desvanecerá meses antes de la inevitable debacle en las elecciones intermedias de EEUU.
Maria Zakharova, esa contraparte eslava femenina de Hermes, se acercó a la verdad cuando explicó las operaciones psicológicas: “El 15 de febrero de 2022 pasará a la historia como el día en que fracasó la propaganda de guerra occidental. Han sido humillados sin disparar un solo tiro”.
Añádase las palabras del ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, sobre el terrorismo de la información: “Tenemos que aprender los trucos [de nuestros colegas occidentales]”.
En paralelo un 78 % de la Duma, votó para solicitar al presidente que reconozca a las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk como estados “separados, soberanos e independientes”.
La decisión final recae en Putin, quien ya ha insinuado lo que sucederá a continuación. Si bien calificó “lo que está sucediendo ahora en Donbass” como “un genocidio” – teniendo en contexto los ocho años anteriores– señaló cómo “debemos hacer todo lo posible para resolver los problemas de Donbass, pero ante todo, basados en ( …) la implementación de los acuerdos de Minsk.”
¿Esto significa que Putin le dará a Kiev la oportunidad de implementar Minsk?: un acuerdo, consagrado como ley por la ONU, y que los estadounidenses han estado saboteando desde 2015.
No hay que equivocarse . El Consejo de Seguridad de Rusia no se deja engañar: «Occidente está llevando a cabo una operación de información cuidadosamente planificada contra Rusia basada en el concepto de guerra híbrida… los países europeos serán responsables de las provocaciones de Kiev contra las Repúblicas del Donbass ”. Este es Patrushev hablando, no un ciervo atrapado en los faros de Jake Sullivan.
Neonazis y mercenarios en el horizonte
La visita del canciller alemán Scholz a Moscú no fue exactamente una negociación desde un elegante Porsche en Nurburgring. Uno nunca se sale con la suya vomitando lugares comunes frente a Putin. Scholz: “Para nuestra generación, la guerra en Europa es inimaginable”. Putin: “Una capital europea ya ha sido devastada por la OTAN, fue Belgrado”.
Después de semanas de histeria estadounidense y fiebre de guerra, podría ser tentador pensar que Macron y Scholz están en la misma sintonía con Putin, exigiendo que Kiev se siente en la misma mesa con Donetsk y Lugansk para trabajar en las enmiendas constitucionales que les reconozcan sus autonomías. Este sería el único camino hacia una posible solución. Sin embargo, debido al inamovible veto estadounidense, no hay garantía que se cumpla con los acuerdos de Minsk,
Para Valentina Matvienko, presidenta del Consejo de la Federación Rusa, la nación eslava “intervendría en caso que se lleva a cabo una invasión de Ucrania a las Repúblicas del Donbass; la respuesta de Rusia será proporcional a la escala de la agresión”.
Incluso Scholz, tímidamente, ha aceptado que, al igual que la OTAN en Yugoslavia, Rusia tendría derecho a invocar la Responsabilidad de Proteger (R2P) para salvar a millones de titulares de pasaportes rusos de las tropas de choque de los neonazis ucranianos
Estos incluyen el Batallón Azov, que recluta neonazis de toda Europa (lucen sin escrúpulos parches de las SS), y ahora están incorporadas en la Guardia Nacional de Ucrania. Las redes secretas de terroristas de la CIA/MI6 han sido «revitalizadas». Y, por supuesto, Eric Prince (Blackwater / Academi) ya tiene en el bolsillo 10 mil millones de dólares para pertrechar un ejército mercenario privado en asociación con la compañía Lancaster 6 y la inteligencia de Ucrania, controlada por la CIA.
Dos acontecimientos cruciales
La teleserie estadounidense de noticias falsas logró oscurecer dos hechos realmente cruciales de los últimos días.
Uno: la invasión de facto de las aguas territoriales rusas por parte de un submarino estadounidense, clase Virginia, descrita como una “actividad completamente irrazonable e incomprensible” por el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu.
Dos: el reciente vuelo del Sr. Kinzhal [misil balístico de lanzamiento aéreo] a Kaliningrado a bordo de un MIG-31K «Foxhound» con capacidad Mach 3. Esto fue solo una pequeña notificación por si la OTAN sigue teniendo ideas graciosas. Si alguien quiere llamar al Sr. Khinzal este contestará la llamada con velocidad hipersónica. Literalmente.
Antes que se cancelara la «invasión» rusa programada por la Casa Blanca, Martyanov había descrito apetitosamente porqué es «aterradora para la OTAN la flexibilidad estratégica de Rusia»
Por el momento, una bandera o varias banderas falsas permanecen en el radar. No podemos olvidar las toneladas de armas arrojadas sobre el país 404; los más de 150.000 soldados concentrados justo en frente de la línea de contacto, equipados con cohetes Grad de 120mm; y los miles de mercenarios entrenados por instructores polacos, británicos y por los Blackwater/Academi.
Lo que realmente sucedió en las islas Kuriles, entre Hokkaido y Kamchatka, descrito diplomáticamente por Shoigu, finalmente aterrizó en los medios rusos. La primera explicación fue que un barco ruso podría haber lanzado torpedos de advertencia contra el submarino estadounidense.
Lo que sucedió fue que un submarino estadounidense, clase Virginia, fue detectada por un SSK o SSN ruso, y luego la fragata Shaposhnikov usó un sonar para intimar al huésped no invitado. Todo fue bastante educado. En cualquier otra circunstancia, el clase Virginia habría sido hundido por los rusos.
Por supuesto, esto debe interpretarse como lo que es: una ilustración gráfica que la “nación indispensable” ha perdido su taaaan publicitada invulnerabilidad marítima. Ciertamente la ha perdido con Rusia. Y más temprano que tarde, también la perderá con China.
Este desastre es una consecuencia directa del terrible estado de la industria de defensa de EEUU, como lo confirma el último informe de la Asociación Industrial de Defensa Nacional (NDIA).
Eche un vistazo, por ejemplo, a esta tabla que muestra el énfasis en la investigación de tecnologías emergentes.
Las áreas clave como el espacio, la hipersónica y la cibernética están caídas. Paralelamente, hay un “aumento” en tres áreas interconectadas: IA, C3 en red y microelectrónica. Esto indica una vieja obsesión estadounidense; un despliegue en un «campo de batalla inteligente».
La otra conclusión del informe es el aumento de la biotecnología. Porque a eso apunta un Imperio que ahora desesperado está dispuesto a recurrir a la guerra biológica. No es de extrañar que la declaración conjunta Rusia-China, del 4 de febrero, se refiera deliberadamente al peligro de los laboratorios de armas biológicas estadounidenses.
¡Al basurero, Batman!
Moscú no se ha desviado ni por un momento de su enfoque Sun Tzu. Al mismo tiempo pone sobre la mesa sus demandas y líneas rojas. Washington y Bruselas han sido advertidos en términos inequívocos: si sus mercenarios atacan a la población de Donbass, el país 404 será hecho añicos. Y esa es solo una parte del paquete: todos los sistemas de seguridad de la OTAN cercanos a Rusia también desaparecerán.
Rusia está esperando, como un ejército de monjes taoístas. Después de la «invasión» cancelada, incluso puede darse el lujo de disfrutar de un buen alivio. Las respuestas «técnicas y militares» están listas: la ambigüedad y versatilidad estratégica rusa está volviendo locos a los estadounidenses. Se están dando cuenta que deben negociar la «indivisibilidad de la seguridad y los misiles en Europa del Este». En realidad nadie en el Imperio sabe qué podría hacer Putin, Shoigu y Gerasimov.
Y luego, están los pollos sin cabeza. Después que la «invasión» no se produjo, los Ministros de Relaciones Exteriores del G-7 tendrán una reunión de «emergencia» en Alemania para rascarse la cabeza colectivamente; ¿por qué la invasión no se presentó según lo programado… por la Casa Blanca?
Tal como están las cosas, en la calma que precede a la próxima tormenta, sentémonos, relájemonos y recordemos el 16 de febrero de 2022: fue el día en que el ejército de operaciones psicológicas estadounidense terminaron por arrojar la «credibilidad» de la OTAN al basurero de la Historia.
Asia Times / observatoriocrisis.com