La normalización del palestinicidio

El sionismo, movimiento de linaje indo-europeo

El sionismo, es un movimiento europeo que en 1948 logró imponer un régimen colonial en Palestina denominado Israel. Los árabes desde la lógica, desde la entelequia, veían y sentían a ese proyecto imposible, a parte de absurdo y hasta risible. Era visto como un proyecto surrealista, pero hoy transciende a un hiperrealismo. 

Por una parte se funda sobre la falsificación de la Historia, bajo un fascinante manto cargado de épica y epopeya, todo un encanto de piruetas, no solo mediáticas, artísticas y religiosas, sino también en el campo intelectual e incluso académico, es decir, el Pueblo Judío que retorna a su tierra ancestral después de 2000 años… La Tierra que Dios prometió a los judíos… 

Y mientras parte del mundo se encontraba y se encuentra aún, bajo el deleite de ese mantra y nirvana de sublime amor, Israel; el sionismo fundó su régimen colonial sobre las bases de la barbarie genocida contra la población nativa semita. Palestina para ese entonces estaba comprendida entre un 70% de una pujante población campesina, casi alfabetizada y desarmada. Se articuló todo un mega plan de terror, horror, crueldad, espanto, contra el pueblo nativo palestino, que se encontraba además bajo el dominio colonial británico.

Explosiones en mercados populares, destrucción de archivos históricos, destrucción de cultivos, destrucción de plantas eléctricas, envenenamiento del agua, destrucción de infraestructuras, el pillaje de reliquias patrimoniales, etc. Macabras matanzas de aldea en aldea, a fin de provocar la huída y así fraguar la limpieza étnica. Más de 400 aldeas fueros arrasadas. Campesinos palestinos que al arar la tierra encontraban cabezas humanas. Soldados judíos rusos que apuñalaban a mujeres palestinas embarazadas y apostaban si era una perra o un perro. Palestinos desesperados preguntaban por un familiar desaparecido y los soldados coloniales le lanzaban un brazo o pierna del familiar que buscaban. El 5% de la población nativa fue asesinada y un 80% fue expulsada de su suelo patrio, esto es conocido como Al Nakba. 

A Fauziah Khalil, palestina campesina sobreviviente de Al Nakba, mi madre, era reiterado escucharle aquel eco: A mi tío Hassan lo asesinaron los judíos y encontraron su pierna en el techo de la casa…

Pero ante ese “canibalismo” propio de todo colonialismo, el trauma del pueblo nativo palestino, más la infinita herida del resto de la consanguinidad, la fraternidad árabe, la propaganda occidental magistralmente desinformante, donde las víctimas pasan a ser culpables: Israel rodeado de árabes enemigos, los árabes antijudíos (aunque las más grandes matanzas de judíos y cristianos fueron en Europa y por europeos). 

Para ocultar la colonización de Palestina, la disfrazan de un conflicto religioso, de un odio ancestral entre judíos y musulmanes (aunque los grandes pasajes de la historia de odio fue judío-cristiana en el occidente).

Décadas después con el advenimiento del internet, una gran masa mundial comienza a conocer la tragedia, el dolor y el trauma del pueblo palestino, pero eso no necesariamente quiere decir que conozcan el carácter y origen colonial que hoy en el siglo XXI encara el pueblo nativo palestino. 

El movimiento sionista es actualmente el más poderoso movimiento fascista del mundo. No hay un ente más poderoso hoy día que el sionismo internacional. Es una vanguardia y revolución fascista. 

La tiranía más poderosa del mundo es la Saudita. Petro-tiranía, el petróleo, el recurso de la civilización contemporánea. Pero más que una tiranía es un régimen neocolonial (una casta nativa al servicio imperial). En realidad el mundo arabo-persa está políticamente clasificado en: 1. El colonialismo israelí; 2. El neocolonialismo Saudita; 3. Dictaduras árabes (algunas pro y antiimperialistas). 

La instrumentalización de la Paz. Una sádica instrumentalización del exterminio al pueblo nativo palestino

La normalización con el régimen colonial de Israel de algunas tiranías del Golfo no es del todo nueva, eso era un secreto público, pero es la propia dirigencia palestina quién oficializa esa letal normalización a través de los Acuerdos de Oslo. Los años han demostrado el camino al matadero del pueblo Palestino. 

Algunas petro-tiranías neocoloniales del Golfo, en su traición al pueblo Palestino, denominado Normalización, están invirtiendo descomunal dinero en una nueva pedagogía, una nueva escolaridad a favor del colonialismo sionista en todo el mundo árabe y pueblos de confesión musulmana. 

Promover en las escuelas islámicas el colonialismo israelí, tal cual como el oscurantismo de algunos evangélicos, en la que pregonan: El que no defienda a Israel se quemará en las llamas del infierno. Eso está pasando hoy en nuestro siglo XXI…

Paralelamente hacen ver al gobierno persa como el enemigo del mundo árabe y no al colonialismo israelí.

Pero por otra parte, es inmundo el sadismo de figuras públicas árabes en reconocer el anacronismo colonial expansionista israelí a nombre de la paz. La instrumentalización de la paz como formol del exterminio del pueblo nativo semita arabo-palestino, con grandes toques de bohemia. 

Hoy la lucha Palestina se encuentra entre las tinieblas, pero es en los momentos más difíciles cuando también afloran las Revoluciones. En 1982 la OLP, Organización para la Liberación de Palestina, huyó del Líbano. La OLP agonizaba en Túnez, y luego floreció la primera Intifada que revivió la lucha de liberación nacional. 

No nos distraigamos en una intelectualidad atractiva, tramposa, que contribuye a nuestro palestinicidio. Como pueblo nativo debemos abolir el colonialismo. El sionismo vive del poder de la ignorancia y su sofisticada represión. Ha falsificado la Historia, el occidente ignora y teme abordar la Historia. No le tengamos miedo al miedo occidental.

Desenterremos la Historia ante este historicidio. Liberemos al occidente de su propio miedo, eso pasa por la liberación de Palestina. De lo contrario, el palestinicidio continuaría al igual que el concatenado oscurantismo, sádicamente envestido de sapiencia, humanismo y paz...

Al Mayadeen