La recuperación de Marib podría acabar con la guerra en Yemen
El portavoz del Ejército de Yemen, el teniente general Yahya Sari, informó el domingo que el Ejército yemení apoyado por los combatientes del movimiento popular Ansarolá lanzó un ataque de represalia contra Riad con un misil balístico de clase Zolfaqar y 15 aviones no tripulados (drones), incluidos nueve Samad-3.
Además, aseguró que seis drones Qasef-2K atacaron con un impacto preciso sitios militares saudíes en las ciudades sureñas de Abha y Jamis Mushait.
Después de estos ataques, Arabia Saudí se ha enfrentado con un dilema insoluble: de una parte busca establecer la seguridad en su ciudad capitalina, y de otra pretende evitar que las tropas yemeníes recuperen la ciudad de Marib, de suma importancia estratégica para los dos lados del conflicto.
Ubicación estratégica de Marib
Marib se encuentra en el centro-norte de Yemen. Está rodeado por otras cinco gobernaciones: Al-Jawf al norte, Saná al oeste, Al-Bayda y Shabwa al sur y Hadramawt al este. Su ubicación y la existencia de amplias reservas de petróleo y gas hacen de Marib una gobernación estratégica y muy apreciada en la guerra de Yemen.
La geografía de Marib está dominada por montañas y valles. Está compuesto por 14 distritos en un área de aproximadamente 17 400 kilómetros cuadrados. El principal centro urbano y capital de la gobernación, la ciudad de Marib, se encuentra a unos 175 kilómetros al este de la capital de Yemen, Saná.
La mayor parte de la población de la gobernación, estimada por la autoridad local en 2,8 millones, vive en la ciudad de Marib. Esa estimación incluye a numerosos recién llegados que han huido del conflicto durante los últimos cinco años. Antes de que Arabia Saudí lanzara una brutal contienda contra Yemen en 2015, la población de Marib ascendía a 411 000.
El petróleo y el gas son la industria de mayor valor en la gobernación, aunque las principales fuentes de sustento y empleo son la agricultura, la ganadería y la apicultura.
La población indígena de Marib tiene una fuerte identidad tribal que ha sido un factor importante en la regulación de la sociedad en ausencia de un estado efectivo. Hay cinco grupos tribales principales en la gobernación: Abidah, Murad, Al-Jadaan, Bani Jabr y Bani Abd.
El principal oleoducto de Yemen atraviesa el territorio de Jahm en Marib hasta la terminal petrolera de Ras Isa en el Mar Rojo.
La importancia de Marib en la guerra de Yemen
Desde el punto de vista del desarrollo de la infraestructura, el crecimiento económico y los servicios estatales, a Marib le había ido bastante bien, especialmente en comparación con muchas otras partes yemeníes devastadas por el conflicto armado.
En 2018, Adam Baron del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores describió a Marib como un "faro de relativa estabilidad" que estaba "prosperando" a pesar de la situación general de Yemen.
A principios de febrero, las tropas yemeníes iniciaron operaciones militares a gran escala para retomar el dominio sobre la provincia de Marib, que está en manos de los mercenarios de Arabia Saudí.
Después de cuatro semanas de intensos combates, el Ejército yemení y los combatientes de Ansarolá han cercado la ciudad de Marib, capital de la provincia homónima desde tres frentes. Y ahora están a cinco kilómetros de dicha localidad.
La importancia estratégica de Marib para todas las partes del conflicto no se discute, ya que hay mucho en juego. Si el Ejército yemení y comités populares logran hacerse con el control de la gobernación de Marib, la coalición saudí sufrirá un golpe del que no podrá recuperarse.
Este posible logro alterará fundamentalmente la posición política del expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi en Yemen en un momento en que se están produciendo otros cambios políticos regionales importantes. En resumen, el resultado de la guerra de Marib, en muchos aspectos, decidirá el destino de Yemen en los próximos años.
Si Ansarolá y sus aliados toman el control de Marib con éxito, las tropas de Hadi no tendrían bajo su dominio ninguna zona importante en el norte de Yemen. Sin duda, conquistar esta ciudad mejoraría en gran medida la influencia de Ansarolá en las conversaciones intrayemeníes una vez que se reinicien.
Marib se erige tanto como el último bastión norteño del gobierno de Hadi desde el que se puede recuperar la capital de Yemen, Saná, y como un muro para bloquear los avances del Ejército yemení y los combatientes de Ansarolá hacia las gobernaciones de Hadramawt y Shabwa, ricas en petróleo.
Arabia Saudí no sabe si preocuparse por Riad o por Marib
Después de los últimos avances de las tropas yemeníes, Arabia Saudí está confundida y no sabe si debe preocuparse por la seguridad de Riad o por la caída de Marib a manos de Ansarolá.
El Ejército yemení y los comités populares llegaron a 5 km de Marib, y Arabia Saudí está tratando de evitar la victoria de las tropas yemeníes en dicha gobernación, aplicando varios medios, incluida la transferencia de elementos extremistas de Daesh a Marib.
No obstante, la coalición saudí estaba reclutando mercenarios para defender a Marib de los ataques de Ansarolá, las tropas yemeníes golpearon con misiles y drones la ciudad de Riad. Este hecho se considera como una advertencia al régimen de los Al Saud para que se preocupen por la seguridad de su país y pongan fin a la ocupación de Yemen.
El ataque contra Riad, capital de Arabia Saudí, demuestra que el reino árabe después de seis años de guerra no solo no ha logrado acabar con la influencia de Ansarolá sino que tampoco ha logrado establecer la seguridad de su propio país que tiene un cielo inseguro y expuesto a los ataques aéreos de Yemen.
A este respecto, se detuvieron los vuelos entrantes y salientes de los aeropuertos de Yeda y Riad. Esta es también otra advertencia para Arabia Saudí sobre las consecuencias de continuar la guerra contra Yemen, ya que la repetición de estos ataques y el cierre continuo de los aeropuertos asestarán un duro golpe a la economía saudí.
Según lo expuesto, después de casi seis años de guerra en Yemen, y el rápido avance de las tropas yemeníes en el campo de batalla, Arabia Saudí debería estar más preocupada por su seguridad interna que por la situación de Marib.