La rusopatía de Blinken y Biden, metástasis de la rusofobia del Deep State
A días de la asunción de Trump 2, el mandarín Xi mediante DeepSeek -la IA de código abierto y que funciona con chips mucho menos potentes-, propinó un jaque tecnológico sísmico de alcance global en el rubro geoestratégico de la inteligencia artificial (IA).
El anuncio generoso de DeepSeek fue el viernes para no descarrilar tanto a Wall Street, que sufrió tres días después su lunes negro con los Siete Magníficos de Silicon Valley, entre ellos Nvidia, del taiwanés (¡ojo!) Jensen Huang.
El primer día del año es muy probable que el zar Vlady Putin haya sabido con antelación de 23 días del jaque tecnológico a Trump 2 por el país comunista capitalista –que se conoce como momento Sputnik de China, que sería más bien el momento Xi–, cuando anunció la alianza en IA entre Rusia y China. Ahora se entiende mejor la razón por la cual el darwinismo geopolítico de Trump 2 eludió hasta ahora su cantado tarifazo a China.
Un día antes al fatídico 24 de enero, cuando se supo públicamente la hazaña tecnológica china –que lidera 37 de 44 rubros de tecnología de impacto–, Putin reveló que “no puedo estar en desacuerdo con él [con Trump] en que si hubiera sido presidente, si no le hubieran robado (¡sic!) la victoria en 2020, tal vez la crisis en Ucrania que surgió en 2022 no habría sucedido”.
Durante la transición muy peligrosa de Biden a Trump 2 se esperaba que antes de la asunción el colectivo Biden –grupo del 'Deep State' que controla(ba) al ex presidente derrelicto, entre ellos el jázaro ex secretario de Estado Antony Blinken – estaba dispuesto a dos operativos kamikaze: 1) otro atentado contra Trump 2, como profirió subrepticiamente el también jázaro Jacob Jeremías Sullivan, y 2) una guerra contra Rusia con el fin de llevar a una Tercera Guerra Mundial nuclear.
El conductor más cotizado de EEUU, Tucker Carlson –muy cercano a Trump 2–, reveló en forma perturbadora: Sé que en los pasados dos meses, AB hizo todo lo que podía para acelerar la guerra entre EEUU y Rusia. ¡Madre mía!
Carlson acusa a la administración Biden de haber intentado asesinar a Putin durante el conflicto ucranio: “pienso que esta fue una de las razones por las que Blinken empujó muy duro para una guerra real intentando asesinar a Putin”.
Ahora se entiende la razón por la cual existe una vigorosa campaña contra la desclasificación de archivos del gabinete Trump 2 cuyas posibles consecuencias son extremadamente peligrosas.
Es muy entendible que un poderoso sector del 'Deep State' tenga pánico de la aceptación por el Senado de la tránsfuga demócrata Tulsi Gabbard a la cabeza de Inteligencia Nacional, y de Kash Patel a cargo del FBI.
Carlson calificó de demencial el plan para asesinar a Putin con una potencial consecuencia cataclísmica para la seguridad global, cuando Rusia posee la mayor cantidad de ojivas nucleares (y las de tecnología más avanzada) en el planeta.
Por cierto, el canciller ruso Sergei Lavrov interpretó correctamente, visto en retrospectiva, como amenaza para asesinar a Putin, el aviso ominoso de Newsweek en septiembre de 2022, cuando el Pentágono discutió su golpe de decapitación (https://bit.ly/3EbfeiD).
Blinken, notorio cómplice del genocidio palestino, ostenta fuertes vínculos teológicos y pecuniarios con la Banca Rothschild y Soros: fue fundador de WestExec Advisors LLC, poderosa consultora que concentra a omnipotentes firmas de Wall Street (v. gr. Bank of America), que incluye a la firma de IA Windward de Israel.
Blinken, epígono de Brzezinski, formó un indisociable triángulo jázaro con John P. Hannah (¡asesor de Cheney!) y Sullivan –inventor del fake Russiagate con Hilary Clinton–, y ya desde septiembre de 2023 reconoció en una conferencia en el Centro Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins el fin de una era y el inicio de otra nueva, que pasaba por su rusopatía (y la de Biden), metástasis de la rusofobia del Deep State.
alfredojalife.com