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Mundo :: 28/06/2021

La vuelta del monje negro

Carlos Noriega
Vladimiro Montesinos, el operador sucio del ex-dictador Fujimori, ahora trabaja para Keiko. Preso en Perú, opera desde su celda para dar vuelta la elección

Reapareció Vladimiro Montesinos, el oscuro y poderoso personaje de la dictadura de Alberto Fujimori, encargado de los trabajos sucios durante el régimen fujimorista. Lo ha hecho maniobrando desde su celda para intentar voltear el resultado de las elecciones que ha ganado el profesor y sindicalista de izquierda Pedro Castillo y favorecer a la derrotada Keiko Fujimori, hija del dictador al que sirvió durante diez años.

Audios difundidos por el excongresista y exministro de Justicia Fernando Olivera revelan conversaciones de Montesinos con un militar en retiro, en las que hablan de comprar los votos de los magistrados del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para que apoyen las demandas de Keiko, que pretende anular unos 200 mil votos en las zonas rurales donde Castillo triunfó ampliamente y así ganar las elecciones que perdió en las urnas. Esos pedidos de nulidad de votos están siendo vistos en el JNE, que tiene la decisión final sobre el tema.

El interlocutor de Montesinos en esos diálogos es el comandante en retiro Pedro Rejas, conocido operador fujimorista. Rejas fue quien grabó esos diálogos. Montesinos, un excapitán del ejército, habla desde la prisión de la Base Naval, en la que está recluido desde el año 2001 en una celda unipersonal de lujo. La Marina, que administra el penal, ha señalado que en los días que se dieron los diálogos difundidos el exasesor de Fujimori fue autorizado a utilizar un teléfono de la cárcel para supuestamente hablar con su pareja. Se ha abierto una investigación por estas llamadas.

Montesinos llamó al comandante Rejas el 10 de junio, cuando el fujimorismo ya había presentado sus demandas para anular votos de Castillo, para decirle que contacte al abogado Guillermo Sendón para a través suyo acceder a los magistrados del JNE, que tiene cuatro miembros, y comprar sus votos para favorecer a Keiko. Le dice que necesitan asegurar tres votos.

Rejas cumplió el encargo, llamó a Sendón ese mismo día y ambos se reunieron. El abogado le reveló al comandante su amistad con el magistrado del JNE Luis Arce y le señaló que a través de éste también se podía “arreglar” los votos de otros dos magistrados para hacer una mayoría de tres. Le indicó que eso iba a costar “tres palos” (tres millones de dólares). Ese encuentro fue grabado en secreto por Rejas, video que también ha sido difundido por Olivera. Montesinos volvió a llamar a Rejas el 23 de junio, cuando el Jurado comenzaba a analizar los pedidos de nulidad de votos.

Luis Arce, un fiscal investigado por sus vínculos con una mafia judicial que tiene nexos con el fujimorismo, falló en el JNE a favor de Keiko Fujimori en las primeras demandas de anulación de votos que vio el Jurado Electoral. Fue el único que lo hizo. La votación revela que no consiguieron los otros dos votos.

Sin los votos que el fujimorismo necesitaba para ganar, Arce, el amigo del abogado convocado por Montesinos para comprar votos, cuestionó a sus colegas por dictaminar en contra de las demandas del fujimorismo y renunció a su cargo para generar una crisis en el Jurado Electoral e impedir que funcione, por falta de quorum. Su renuncia ha sido utilizada por la derecha para cuestionar la legitimidad del JNE y anunciar que desconocerá su decisión si proclama como presidente a Castillo.

En un momento de sus diálogos con Rejas, Montesinos le dice que si Keiko no gana la presidencia, “la chica va a terminar presa”. La afirmación hace alusión al juicio que Keiko deberá enfrentar por lavado de dinero y organización criminal, con una posible condena de 30 años. La inmunidad presidencial la habría librado de ese proceso judicial.

Dirigentes del fujimorismo han dicho que no tienen relación con las acciones de Montesinos para favorecerlos. Han asegurado que el comandante Rejas ya no tiene vinculación con ellos, pero hace solo unos días, el 23 de junio, Rejas conversó telefónicamente con el excongresista Kenji Fujimori, hermano de Keiko.

Montesinos, un capitán expulsado del ejército por vender secretos militares y abogado de narcotraficantes, fue, después de Fujimori, la persona más poderosa durante la dictadura fujimorista en los años 90. Fue el jefe de facto de los servicios de inteligencia y controló las Fuerzas Armadas.

Con el apoyo de Fujimori formó un escuadrón de la muerte que cometió numerosos asesinatos. Fue pieza clave en el fraude electoral que organizó Fujimori en el año 2000 para hacerse elegir por tercera vez consecutiva. Protegió a organizaciones de narcotráfico cobrándoles cupos. Videos que el propio Montesinos grabó en secreto, conocidos como “vladivideos”, lo muestran sobornando a políticos, congresistas, jueces, fiscales, empresarios, periodistas, para que apoyen la dictadura de Fujimori.

La revelación de esos “vladivideos” marcaron el final del régimen fujimorista el año 2000. Ahora los “vladiaudios” revelan que el hombre de los trabajos sucios de la dictadura sigue operando desde su prisión a favor del fujimorismo y de la derecha política y empresarial peruana.

Página 12 / La Haine

 

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