Las respuestas de China por la visita de Pelosi a Taiwán recién están empezando

El martes por la noche, la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, aterrizó furtivamente en la isla china de Taiwán, haciendo detonar una mina explosiva sobre la situación en el Estrecho de Taiwán y los lazos entre China y EEUU.

China ha advertido repetidamente sobre cuán atroz es la naturaleza de la visita y cuán graves podrían ser las consecuencias. Pero Pelosi hizo oídos sordos, tampoco Washington tomó medidas efectivas para detener la intromisión, un hecho que ha desencadenado una nueva ola de tensión y severos desafíos a lo largo del estrecho.

Esta vez, todo el mundo ha visto claramente quién pretende cambiar el status quo en el Estrecho de Taiwán, quién provocó primero y quién está socavando la paz y la estabilidad de la región. Es una gran ironía que estos tres puntos son exactamente los componentes de la campaña de desinformación de los estadounidenses y los europeos contra China desde hace algún tiempo.

Las autoridades del Partido Progresista Democrático de Taiwán (DPP) han aprovechado la oportunidad para convertirse en "víctimas" y de repente, la llamada “opinión pública internacional” se ha convertido en un tsunami informativo contra China.

Con a la visita de Pelosi a Taiwán, se ha intensificado la retórica de EE.UU, de llamar blanco a lo que es negro, de imponer su mentalidad hegemónica y lógica de gánster, y sobre todo de respaldar la política de las autoridades del DPP de "confiar en el apoyo de EEUU para su agenda de independencia".

Los falsos cargos del Secretario de Estado de los EEUU, Antony Blinken, ni siquiera pudieron convencer a sus aliados y socios. El ex primer ministro australiano Paul Keating, el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong , junto con otros líderes de Asia, han expresado su preocupación por un posible conflicto entre China y EEUU, lo que ciertamente no respalda el comportamiento de Pelosi. Incluso las autoridades del DPP, que normalmente hacen política montando grandes espectáculos, está vez se han mostrado inusualmente discretas.

Las acciones de provocación imprudentes y peligrosas son parte habitual de la política de Washington, pero, en esta oportunidad son una abierta traición a un compromiso político internacional de EEUU con China, y además, de violar el principio de una sola China, y los Tres Acuerdos entre China y EEUU, violan descaradamente la Resolución 2758 de las Naciones Unidas.

Algunos políticos estadounidenses han utilizado la llamada separación de poderes como pretexto para tratar de eludir sus responsabilidades. Este argumento no se sostiene en absoluto. Un país soberano e independiente nunca debe permitir que una fuerza de interferencia externa y fuerzas separatistas internas conspiren conjuntamente para socavar su soberanía, seguridad e integridad territorial.

Por tanto, para defender los intereses fundamentales de China, cualquier contramedida que tomemos es legítima y necesaria. China, de esta manera, estará ejerciendo los derechos que tiene un país soberano. De hecho, en comparación con las formas, el efecto de las contramedidas que apliquemos serán más importantes.

Contramedidas

En primer lugar, el gran riesgo creado por Pelosi debe volverse en su contra. En otras palabras, la visita de Pelosi a Taiwán debe aumentar el costo de su desempeño político y el precio que tiene que pagar. Deberíamos hacer entender a personas como Pelosi que Taiwán no es un lugar que puedan visitar a voluntad.

La ruta del avión que tomó Pelosi el martes muestra que voló en círculos sobre el Mar de China Meridional, con un aparente temor porque el Ejército Popular de Liberación Chino (EPL) estaba realizando ejercicios con fuego real en las aguas del estrecho. Las acciones de disuasión militar de China han hecho que Pelosi sienta el peligro.

En segundo lugar, las contramedidas de China no serán únicas, sino una combinación de acciones a largo plazo, resueltas y de avance constante. Justo cuando Pelosi se dirigía a Taiwán, la Fuerza Aérea del EPL envió sus aviones de combate Su-35, a cruzar el Estrecho de Taiwán.

Veremos en los siguientes días que el Comando del Teatro del Este del EPL llevará a cabo operaciones militares alrededor de la isla con ejercicios marítimos y aéreos en el norte, suroeste y sureste de la isla, disparos de artillería de largo alcance y disparos de misiles convencionales en las regiones marítimas al este de la isla a partir del martes por la noche.

El EPL también llevará a cabo importantes ejercicios militares. incluidos simulacros con fuego real en los alrededores de la isla de Taiwán, del jueves al domingo. El Ejército está produciendo una ruptura de facto de la "línea media" del Estrecho de Taiwán, con patrullas regulares en el "espacio aéreo" del sudoeste de Taiwán. Con estas acciones China recuerda, una vez más, que las aguas del Estrecho de Taiwán no son aguas internacionales y que cada provocación, por parte de EEUU y de Taiwán, serán contrarrestadas con un fortalecimiento del control del estrecho por parte del continente.

En tercer lugar, las contramedidas de China apuntarán fundamentalmente a promover el proceso de reunificación nacional. El tiempo y la decisión para lograr la reunificación de la patria está ahora firmemente en nuestras manos.

No importa qué forma adopten las acciones de EEUU para contener a China, pero, políticas como Pelosi no pueden cambiar un hecho histórico y legal: Taiwán siempre ha sido parte de China, y nada ni nadie podrá impedir la reunificación. En la practica provocaciones, como la de los EEUU y de las autoridades del DPP, sólo lograrán que China actue más rápido la lograr reunificación total de su territorio.

Como un "dios de la peste", Pelosi no hizo ningún bien a la región, excepto traer riesgos y tensiones a Taiwán. Algunos medios han revelado que las autoridades del DPP habían retirado en secreto su invitación a Pelosi, pero se vieron obligados a aceptar esta ingrata visita por la presión de EEUU. Esta información es importante, ya que demuestra vívidamente la mentalidad doble de las autoridades del DPP y la actitud egoísta de Pelosi hacia la población de Taiwán. También es una vergüenza que sólo será remediada con la reunificación de los dos lados del Estrecho.

* Vocero oficioso del Partido Comunista de China
observatoriocrisis.com