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EE.UU. :: 12/07/2007

Liberado Víctor Toro: "Me sentí como en Guantánamo"

Vicky Peláez
Nueva York: El activista chileno estuvo desde el pasado viernes incomunicado, sin poder hablar con la familia, encerrado en una celda junto con 10 personas.

Víctor Toro, el activista chileno apresado el viernes por las autoridades de inmigración y encarcelado en la prisión de Cayuga County, en Auburn, en el norte del estado, fue liberado ayer. Aunque su voz sonaba entusiasmada, lo primero que contó fue la terrible humillación que sufrió cuando lo desnudaron y le vistieron con el traje de los detenidos.

"Ese traje de color naranja es horrible y da terror. No olvidaré su inscripción: Cayuga County. Sentí la misma humillación de los prisioneros de Guantánamo, y también me revivió los días cuando fui prisionero político de la dictadura militar en Chile, esas condiciones te hacen recordar todito", relató a EL DIARIO-LA PRENSA por teléfono apenas llegó a su casa de El Bronx, donde lo esperaba su compañera, la activista comunitaria Nieves Ayress.

Toro, de 65 años, relató que fue detenido el viernes pasado en un tren cuando regresaba de California, donde participó en reuniones en defensa de los derechos de los inmigrantes.

"No, no creo que me hayan seguido, al parecer las redadas contra los indocumentados están sucediendo en todo el sistema vial interestatal, es decir buses, trenes...", dice cuando le preguntamos si su activismo podría haber sido la causa de su detención.

"Cuando nos hallábamos cerca a Buffalo me di cuenta de la presencia de personas con uniformes extraños", agregó Toro. "Estaban revisando papeles, así llegaron hasta mí y me detuvieron, junto a decenas de personas. Nos llevaron a esa prisión de tránsito que tiene un subterráneo con cientos y cientos de inmigrantes, es increíble la cantidad de detenidos, los hay de todos los países: africanos, asiáticos, rusos, paquistaníes, y por supuesto, una gran mayoría de paisanos hispanos".

El activista chileno estuvo desde el pasado viernes incomunicado, sin poder hablar con la familia, encerrado en una celda junto con 10 personas.

"Todo estaba cerrado, nada de aire libre. Abajo, en el subterráneo, hay aire más frío, recién cuando salí me di cuenta del calor que hacía", dijo.

Toro contó que apenas llegó a la prisión pidió hablar por teléfono y dejó un mensaje a su familia avisando que había sido detenido.

"Hablando con los otros prisioneros, analizábamos la situación que viven 12 millones de indocumentados más sus familias, y que el gobierno de este país no quiere resolver cabalmente, sino de manera represiva, lanzando a la Migra. Creemos que EE.UU. no puede mantener más esta situación porque llegará un momento que será incontrolable. La gente empieza a desesperar y está buscando formas de defenderse", dijo.

Sobre su situación jurídica, Toro explicó que durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) se le dio por muerto y que incluso se publicó esto en el diario oficial. El abogado de Toro, Carlos Moreno, explicó que éste emigró de Chile en 1976, donde fue perseguido por la dictadura, y entró ilegalmente a EE.UU. en 1984, donde reside desde entonces y donde en 1987 fundó el grupo comunitario La Peña. Moreno va a pedir el asilo político para Toro.

"En Chile yo soy un muerto, por ende no tengo papeles. Cuando murió mi madre fui al consulado para que me otorguen papeles y me los negaron. Lo mismo sucedió cuando murió mi padre. esto lo vengo denunciando desde hace años en todos los foros y por todos los medios, y nadie me ayudó", dijo.

El cónsul adjunto de Chile en Nueva York, Diego Rivera, dijo que no se le ha podido otorgar un pasaporte a Toro porque primero ha de rectificarse su estatus en Chile: "No existe en el sistema".

Cuando se le preguntó a Toro por qué no se acogió a la amnistía de Ronald Reagan, en 1986, él dijo que no pudo hacer gestiones, justamente, porque no tenía ningún tipo de papeles.

También relató que han escrito a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, pero no hubo respuesta.

"Me enteré en Cayuya leyendo EL DIARIO que saldría libre y ahora me cuentan que hay todo un revolú en Chile", dijo. "El gobierno de EE.UU. tiene un nudo ciego conmigo pues soy un muerto, y a un muerto no se le puede deportar. Aquí existo, esta es mi casa, aquí vivo desde hace 24 años", dijo.

vicky.pelaez@eldiariony.com
EDLP

 

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