“La crisis del bloque burgués es inevitable en Francia”

Stefano Palombarini, investigador en Economía política de la Universidad París 8 – Vincennes, es autor, junto con Bruno Amable, de L'illusion du bloc bourgeois: Alliances sociales et avenir du modèle français (2017, aún no traducido), uno de los primeros y más profundos análisis del significado político y social del ascenso de Emmanuel Macron a la presidencia francesa.

¿Qué es el "bloque burgués" y qué representa Macron en el establecimiento de este bloque?

El bloque burgués es una alianza específica -relativamente nueva en Francia- que surgió de la crisis de los dos bloques históricos de la política francesa: la tradición gaullista de derechas y el bloque de izquierdas surgido en los años 70. Ambos entraron en crisis en el curso de las transformaciones neoliberales de la década de 1980 y finalmente cayeron por un precipicio en 2017, eliminados en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

En el contexto de esta crisis, surgió el proyecto de una nueva alianza social que agrupara a los sectores sociales favorables a las reformas neoliberales, que es exactamente lo que ha logrado Emmanuel Macron.

Lo hemos llamado "bloque burgués", porque si bien es cierto que desde el punto de vista político se sitúa en el "centro", desde el punto de vista social se sitúa en la cúspide, agrupando a las clases medias-altas de los dos viejos bloques antes mencionados. Se construye en torno a la agenda neoliberal, y se caracteriza por un débil apoyo entre las clases trabajadoras y por ser minoritario en toda la sociedad.

Las protestas contra la reforma de las pensiones y las encuestas de opinión han mostrado una oposición casi universal a las políticas de Macron. ¿Hay una erosión de su apoyo?

En realidad, el apoyo a Macron y al bloque que representa es estable. Históricamente, el apoyo a las reformas neoliberales en Francia siempre ha rondado el 20-25 %. Y esas son también las cifras de Macron, según los sondeos. Ese es su verdadero peso, a escala electoral y social.

¿Qué representa el actual movimiento social para el bloque burgués y el bloque de izquierdas que se le opone? ¿Estamos asistiendo a la crisis del primero y a la revancha del segundo?

En cierto sentido. El bloque burgués está compuesto principalmente por personas que creen beneficiarse de las promesas de ascenso social con las que los gobernantes intentan "vender" las reformas neoliberales: la retórica sobre el mérito, la competencia, las rebajas fiscales.

Allí donde se han aplicado estas recetas, no se han cumplido las promesas correspondientes, sobre todo en lo que respecta a las clases medias. Así pues, la crisis del bloque burgués es inevitable, y en parte es lo que estamos presenciando.

La cuestión es qué viene después. Por un lado, el movimiento social actual se ha asegurado de volver a poner las cuestiones de política económica en el centro del debate, impidiendo que los grandes medios de comunicación alineados con el bloque burgués saturen el aire con temas como la inmigración, la seguridad o el Islam, lo que es bueno para el bloque de izquierda antineoliberal representado por NUPES [Nueva Unión Popular Ecológica y Social, coalición política de izquierda liderada por el político trotskista Jean-Luc Mélenchon].

Por otro lado, sin embargo, las manifestaciones actuales tienen un aspecto de reacción contra la negación por parte del régimen de los mecanismos democráticos. Se trata de un terreno fértil para la extrema derecha. Es una situación fluida, que en sí misma es una buena noticia si miramos a otros países, como Italia, por ejemplo.

Macron encarna una contradicción: campeón de los liberales europeos, por un lado, y responsable de medidas autoritarias, por otro. ¿Cómo explica esto?

Macron es el último neoliberal, como reza el título de la traducción inglesa de nuestro libro (The Last Neoliberal, Verso, 2021). El último de aquellos líderes como Blair, Zapatero, Schroeder o Renzi, políticos que encarnaron un modelo -la reforma neoliberal- que fracasó estrepitosamente allí donde se aplicó.

Cada uno de estos políticos encontró su perdición, y no es casualidad. Todos han seguido la misma trayectoria de aparente innovación al principio, seguida de una rápida crisis destructiva.

Sin embargo, en comparación con la trayectoria de un Renzi cualquiera, la característica francesa distintiva es la configuración institucional. Una vez que entró en crisis y perdió el poder, Renzi quedó esencialmente fuera de juego; en Francia, por el contrario, las instituciones permiten que un presidente que pierde apoyos permanezca en el poder. Luego, para seguir ejerciéndolo, tiene que evitar pasar por los mecanismos democráticos normales.

Es completamente absurdo, pero en Francia, un individuo -el presidente- puede aprobar la reforma de las pensiones sin que se vote en el Parlamento, ya que una moción de censura es prácticamente imposible de aprobar.

Pero al hacerlo se produce un efecto de cascada, provocando protestas que tiene que sofocar, y entonces se produce la represión de los movimientos sociales y la marginación de los sindicatos. Todo esto está ligado al sistema de la V República, que concentra un poder increíble en manos de un solo hombre.

il manifesto global, 26 de marzo de 2023 Traducción: Lucas Antón para Sinpermiso.