Llamamiento para la huelga internacional del 8M

A los feminismos del Sur Global

Desde Acción Global Feminista hacemos propio el clamor de una marea internacional implacable que ruge por los pueblos oprimidos del mundo y llamamos a multiplicarlo.

Cada 8 de Marzo, ponemos siglos de lucha en el centro y recordamos a las-les hermanas-es que resistieron y resistimos a los proyectos de colonizacion, a la esclavitud, a la explotacion económica y sexual, a los centros de detencion, a la heterosexualidad como régimen, a las violencias patriarcales organizadas, a las guerras, a las dictaduras, a las ocupaciones, a los saqueos, a los estados transfeminicidas.

Hoy les-nos honramos defendiendo en primera línea el pueblo de Palestina, su libertad y autonomía.

Compañeras, compañeres, el norte colonial ha declarado la guerra y nuestros cuerpos-territorios están en primera línea!

Una guerra sobre nuestros cuerpos: Las alianzas ultraderechistas internacionales avanzan sobre nuestras vidas y aplican como método el hambre, el ajuste, la desposesión, la devaluación de nuestros conocimientos y prácticas, y la desarticulación de las luchas, persiguiendo incluso nuestro legítimo derecho a tener memoria histórica de las violencias estructurales que nos afligen, así como también pretenden infructuosamente borrar nuestro perseverante deseo de transformar las injusticias del mundo.

Mediante políticas expresamente supremacistas y xenófobas intentan reforzar sus proyectos de enclave y colonización. Este plan sistemático de despojo implica el secuestro de libertades y derechos conquistados por nuestros movimientos. La militarización de la vida, la represión planificada, la criminalización de la protesta, el empobrecimiento y la persecución política son instrumentos con los que intentan disciplinar nuestros cuerpos, atomizar al pueblo que se organiza en defensa de la vida asegurándose el negocio internacional de las armas (letales y no letales) y la industria militar en su conjunto. El hambre y el ajuste económico, en muchos lugares orquestado por el FMI, persisten como un arma de desgaste cotidiano y violencia estructural contra nuestras vidas.

Una guerra contra nuestros territorios: El capitalismo en su etapa más descompuesta intenta avanzar sobre nuestros territorios para convertir cada rincón del mundo en una zona de sacrificio. Las grandes potencias en complicidad con todos los gobiernos, profundamente extractivistas, vienen por el agua y por el litio, y son los pueblos originarios y afrodescendientes quienes están en la primera línea de defensa. Así como decimos que las armas que matan palestinxs se exportan a nuestros territorios para la represión y el espionaje, también empresas como Mekorot, partícipes del genocidio en Gaza, hoy intentan avanzar sobre el agua en Argentina y otros países.

Una guerra contra la vida misma: representada hoy de manera más cruda en Palestina. Ya lo dijimos: Gaza es el futuro que quieren para nuestros pueblos. No es casualidad que el genocidio que Israel está cometiendo esté motorizado a través no sólo de las bombas y la destrucción de todos los centros de organización de la vida (hospitales, mezquitas, escuelas, etc), sino también a través de la sequía, hambruna y la enfermedad planificadas, que atentan contra el corazón de la vida misma. Es una guerra contra la reproducción de la vida: es una tarea feminista defenderla.

Hay una línea directa que liga todas las avanzadas y violencias extractivistas sobre nuestros cuerpos y territorios con el genocidio y el apartheid en Palestina. La política de colonización y expansión israelí amenaza también a los territorios de Abya Yala a través de la masiva venta de armas de guerra que son utilizadas contra manifestantes de toda Latinoamérica y a través de la instalación de empresas que destruyen nuestros ecosistemas y despojan nuestros territorios, como la empresa nacional israelí Mekorot. También, los gobiernos de ultraderecha, como el de Milei en Argentina o el de Noboa en Ecuador, estrechan lazos y avanzan en el régimen de guerra y militarización que recorre todo el mundo. El trabajo ideológico del lobby sionista para despojar de toda humanidad al pueblo palestino ha alcanzado un nivel insoportable para cualquiera que hoy conserve un poco de dignidad.

Nuestros contextos locales se entrelazan con los internacionales. Las mismas alianzas que nos ajustan y reprimen de un lado, financian y garantizan un genocidio del otro. A esa alianza imperialista la enfrentamos los pueblos organizados en solidaridad internacional.

El genocidio perpetrado por Israel es una guerra contra toda la humanidad. Para defender la vida, construir un futuro libre para todos nuestros pueblos y frenar la avanzada represiva y genocida sobre nuestros territorios y nuestros cuerpos: ¡la causa palestina es una causa feminista!

Es urgente y es ahora: si los feminismos del sur global queremos seguir siendo tejedores de vida y organización frente al capitalismo y el colonialismo, debemos hacer de la causa Palestina nuestra propia causa porque es la lucha por la supervivencia de todos los pueblos oprimidos del mundo. Los feminismos nunca pedimos permiso, estuvimos y estaremos siempre al frente con la implacable convicción de un mundo más justo. Sólo un feminismo profundamente internacionalista, anticapitalista y anticolonial puede dar respuesta a estos tiempos de genocidio, despojo y desastre.

Hacemos un llamado a todo el movimiento transfeminista del mundo a movilizarse activamente por Palestina, especialmente, este 8 de marzo. Convocamos a las, les y los trabajadorxs a organizar acciones de denuncia y actos que impidan el comercio con Israel que sustenta el etnocidio y el apartheid contra el pueblo palestino. Finalmente a los pueblos del mundo, a impulsar en sus territorios el reclamo por el cese inmediato del fuego en Gaza y contra todas las violencias que se ejercen en todo territorio palestino.

Llamamos a construir una gran huelga transfeminista contra el genocidio ¡Tenemos que parar esta guerra YA! con todos los medios, con todas las estrategias, en todos los lugares: debemos organizarnos en cada espacio, en cada territorio; a tomar en cada asamblea feminista y en cada movilización la defensa del pueblo palestino contra su borramiento étnico. Llamamos a crear un Boicot feminista contundente contra Israel y a exigir por todos los medios a nuestros gobiernos romper diplomáticas, comerciales y militares. ¡Contra la guerra en Palestina y contra la guerra financiada y asistida por Israel y EEUU en América Latina!

Una vez más, abrazamos la libertad y la dignidad de los pueblos oprimidos del mundo y acompañamos la resistencia transfeminista anticolonial y antiimperialista en cada rincón del sur global, ¡somos siglos de memorias en resistencias!

Feministas del Mundo ¡A la huelga general!

Vamos por un 8M internacionalista, transfeminista, antiimperialista y antirracista contra todas las formas de disciplinamiento.

Estamos acá contra la guerra, el genocidio, terricidio, la militarización, el extractivismo y la represión ¡no pasarán!

¡Boicot feminista a Israel!

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