Los legados de Shinzo Abe
Y sus turbias relaciones con el budismo de extrema derecha, que lo condujeron a la muerte.
La elite japonesa está plenamente sintonizada con el declive relativo de EEUU, consciente de que puede llegar el día en que Washington no deseará o será incapaz de proteger a Japón de un país como China, que claramente está tratando de reafirmar su hegemonía histórica sobre la región de Asia-Pacífico. El modelo de mirar a Washington en busca de seguridad, mientras construía relaciones independientes en la región que concebiblemente pudieran proporcionar soporte a Tokio tras la partida estadounidense, puede que sea el aspecto más duradero del discutible legado de Abe.