Malcolm X, su lucha continúa
Malcolm X se hizo internacionalmente famoso el día después de que el expresidente John F. Kennedy fuera asesinado. Cuando se le preguntó si quería hacer algún comentario, Malcolm respondió tranquilamente a los reporteros de televisión estadounidense de que no estaba para nada sorprendido de que “si crías cuervos, te sacarán los ojos”. Era noviembre de 1963 y, por aquel entonces, él era un destacado miembro de la Nación del Islam, una organización separatista negra. Su líder, Elijah Muhammad, le repudió públicamente y le prohibió hablar en público.
Malcolm estaba convencido de que el establishment de su tiempo podía tolerar a los líderes negros siempre y cuando no se movieran de los guetos. Cualquier intento de movilizar sus fuerzas fuera de éstos sería aplastado. Tres años después de la muerte de Malcolm X, King también fue asesinado. Enfrentado a las realidades del imperialismo y de la guerra, King rompió con los Demócratas, estaba pensando en presentarse como candidato independiente a la presidencia y denunció a su propio país como “el mayor proveedor de violencia del mundo”.
La dicotomía del “negro bueno, negro malo” nunca fue tan precisa. Tanto King como Malcolm eran líderes políticos en transición; ambos estaban rompiendo con posiciones previamente mantenidas. ¿Dónde podrían haber ido a parar si sus vidas no hubieran sido brutalmente truncadas? ¿Quién sabe?
La famosa descripción de Malcolm del sistema bipartidista sigue siendo tema de mucho debate: “los zorros y los lobos son de la misma estirpe. Pertenecen a la misma familia, creo que se llama canina. Y la diferencia es que el lobo, cuando te muestra sus dientes, sabes que es tu enemigo; y el zorro, cuando te muestra sus dientes, parece estar sonriendo. Pero no importa con cuál de ellos vayas, siempre terminas en la casa del perro”.
Actualización de Amy Goodman
Hace 58 años, el 21 de febrero de 1965, Malcolm X se encontraba de pie frente a una audiencia multitudinaria en el escenario del Audubon Ballroom de Harlem, cuando fue asesinado.
Su esposa, Betty Shabazz, embarazada de mellizos, y sus cuatro hijas, de 6, 4 y 2 años y la menor, de cinco meses, estaban en el salón de baile y lo presenciaron todo. Apenas Malcolm comenzó a hablar, un hombre gritó acusando a otro de haberle metido la mano en el bolsillo para robarle, lo que desató un alboroto. En ese momento, alguien tiró una bomba de humo. En medio de la confusión, tres hombres armados abrieron fuego frente al escenario. Malcolm recibió 17 impactos de bala durante la lluvia de disparos que se desató. Murió en el escenario mientras estallaba el caos.
Un disparo efectuado por uno de los guardaespaldas de Malcolm X hirió en la pierna a Talmadge Hayer, alias Mujahid Abdul Halim, cuando huía del salón. Hayer fue atrapado en la escena con municiones que coincidían con una de las armas homicidas. En los días posteriores, otros dos hombres, Khalil Islam y Muhammad Aziz, fueron arrestados y acusados de ser los otros dos tiradores, pese a que ese día no estaban cerca del salón de baile y podían probarlo. Hayer testificó bajo juramento que sus dos coacusados eran inocentes, pero fue ignorado.
Aziz pasaría 20 años en prisión, e Islam, 22 años. En 2021, más de 56 años después del asesinato de Malcolm X, estos dos hombres injustamente condenados fueron exonerados. Muhammad Aziz tenía 83 años. Khalil Islam ya había muerto en 2009. El fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr., abrió una nueva investigación sobre el asesinato y el proceso judicial, complementando años de tenaz investigación por parte de periodistas, historiadores e investigadores independientes que señalaban no solo la inocencia de Aziz e Islam, sino también la culpabilidad de otros.
La nueva investigación abarcó casi dos años y sacó a la luz documentos del FBI y del Departamento de Policía de Nueva York [NYPD] que no se habían revelado antes. Más de medio siglo después, se supo que el FBI tenía unos diez informantes dentro del Audubon Ballroom. El Departamento de Policía de Nueva York también tenía al menos tres agentes encubiertos allí, e incluso uno de ellos era parte del equipo de seguridad de Malcolm X. Las pruebas exculpatorias que el FBI y el Departamento de Policía de Nueva York reunieron fueron “retenidas de forma deliberada” y ocultadas a las defensas de Aziz e Islam. Esta información, junto con otras pruebas, argumentó el fiscal de distrito de Manhattan, “habrían dado como resultado veredictos más favorables para los acusados”. El tribunal estuvo de acuerdo con la fiscalía y anuló las condenas a fines de 2021.
Estos hechos nos traen al 2023. Actualmente, el teatro y salón de baile Audubon Ballroom se encuentra restaurado y se ha convertido en el Centro Educativo y Conmemorativo Malcolm X y Dra. Betty Shabazz. Este 21 de febrero, fecha en la que se conmemoraron 58 años del asesinato de Malcolm, su familia, junto con sus abogados, realizaron una conferencia de prensa en el lugar y anunciaron que presentarán una demanda por homicidio culposo por un valor de 100 millones de dólares. La demanda incluirá a la ciudad de Nueva York, al fiscal de distrito, al Departamento de Policía de Nueva York, al FBI, al Departamento de Justicia de EEUU y, curiosamente, a la Agencia Central de Inteligencia.
El abogado de derechos civiles Benjamin Crump expresó en la conferencia: “Tenemos la intención de que este sea un litigio vigoroso, en el que se presenten pruebas y se pueda tomar declaración a las personas que todavía están vivas 58 años después, para asegurarnos de que las hijas de Malcolm X, que estaban en esta misma sala junto a su madre cuando su padre fue alcanzado por 17 balas de las 21 disparadas contra él, reciban justicia. Si alguien merece justicia después de estas décadas, son estas mujeres”.
Malcolm X tenía solo 39 años cuando fue asesinado, la misma edad que tenía Martin Luther King Jr., tres años después, cuando fue asesinado por la bala de un francotirador en la ciudad de Memphis. Ambos hombres lideraban movimientos revolucionarios por la liberación de la comunidad negra, y ambos fueron intensamente vigilados y perseguidos por el FBI, en tiempos en que la agencia era dirigida por J. Edgar Hoover.
La verdad sobre el asesinato de Malcolm X debió conocerse hace mucho tiempo. Que esta demanda brinde las respuestas y la justicia largamente esperada que sus hijas y este país merecen.