Mesa Política del Frente de Todos: la rosca y los consensos
Se generaron primeros consensos que despejan algunas discusiones, pensando en las presidenciales de este año. (En la foto, Alberto Fernández y Jorge Capitanich, gobernador de Chaco).
El rechazo a la proscripción de Cristina Fernández y el pedido que revea su posición de no ser candidata, permitió a la Cámpora y sus aliados, resaltar el tema en el cónclave y en el documento final, pero no apela a la mejor estrategia defensiva que hubiera sido que todos los concurrentes se encolumnáran detrás de su candidatura. Para Alberto Fernández, Massa, el Movimiento Evita y los gordos de la CGT, no es más que una despedida elegante a Cristina.
En el documento, se avala la gestión del Presidente Fernández, diciendo: “cuatro años de gobierno se vieron atravesados por circunstancias externas, como la pandemia y la guerra, que agravaron la situación de una economía devastada y sometida a un endeudamiento salvaje por el gobierno de Macri. A pesar de este contexto, se realizaron esfuerzos que es necesario reconocer y reivindicar como parte de las tareas que nos tocó llevar adelante”. También se lo respalda afirmando que las aspiraciones del Frente de Todos para un nuevo período de gobierno son: “continuar los esfuerzos para reducir la inflación, aumentar el poder adquisitivo de los salarios y trabajar en cada una de las políticas públicas necesarias para que nuestra gente viva mejor. Ese fue el contrato electoral que acordamos de cara a la sociedad en 2019 y por el cual debemos seguir trabajando”.
La única mención a los poderes económicos es: “El mayor triunfo de los poderes concentrados es someter a la sociedad en el desánimo y en el enojo, en la frustración y el descreimiento. Quieren convertir una situación global muy adversa en un fatalismo del que no hay salida”. No hay mención alguna a los grandes formadores de precios que contribuyen a la inflación, a las imposiciones del FMI, al saqueo que se ejerce desde el Paraná o el extractivismo minero, ni a los atropellos del Poder Judicial. La “gravedad institucional” del atentado contra la vicepresidenta, parece no haber sido suficiente como para figurar en un documento.
Legitimando una estrategia de no enfrentamiento a los grandes poderes económicos y de alineamiento con el gobierno demócrata de EEUU, los puntos más fuertes de consenso parecen haber sido unir fuerzas para evitar el retorno de la derecha, y buscar los mecanismos para ungir al candidato que les asegure la mejor perfomance electoral posible. Lo de “unidad para transformar”, parece una concesión literaria para quienes se sumaron a este proyecto alentando algunas esperanzas de cambio.
Con la franqueza que suele caracterizar a algunos sindicalistas, Pablo Moyano precisó con claridad los motivos de la reunión: “Era necesario dejar las peleas mediáticas y juntarnos en una mesa todos los sectores. El movimiento obrero, los movimientos sociales, los gobernadores e intendentes, y el presidente del PJ” .
También comentó su desarrollo y objetivos: “El debate fue bueno, se declaró a través del documento que hay que fortalecer la unidad, rechazar la proscripción que hoy sufre la vicepresidenta y presentar un plan alternativo, un proyecto nuevo de país, para el nuevo período que tiene que ser si o si el peronismo en el poder”. Y finalmente, pronosticó sus posibles desenlaces: “el candidato a las presidenciales, en definitiva, será elegido por los propios afiliados: “Si es Alberto [Fernández], Scioli, Capitanich, Massa o Wado [De Pedro] eso lo definimos nosotros”.
Cuatro presidenciables del Frente de Todos.
Parece decidido que nada va a cambiarse, que el centro de la estrategia electoral será evitar el retorno de la derecha, y que los candidatos pueden ser alguno de los cinco mencionados. Con estos candidatos, quienes ya se saben condenados a comerse un sapo mayúsculo, han empezado tomar medidas digestivas. Por ejemplo, esconder bajo la alfombra, la máxima peronista: “Las políticas se encarnan en hombres (o mujeres)” , para reemplazarlo por “Lo importantes no son los hombres (o mujeres), sino los programas “.