lahaine.org
México :: 04/10/2010

México DF: El 2 de octubre 42 años después

Carolina S. Romero
Las demandas de los estudiantes, campesinos, trabajadores y activistas de varios tipos eran bastante amplias


El 2 de octubre de 2010, miles de personas marchaban por las calles del Distrito Federal desde la Plaza de Tlatelolco hasta el Zócalo. Por la primera vez en varios años, no hubo detenciones durante la marcha, pero existía una presencia policial amenazante y hubo un momento en el que la policía disparó gases lacrimógenos contra el contingente anarquista. Se destacó la buena organización previa, la comunicación entre los varios contingentes y una amplia voluntad de no caer en provocaciones. Los problemas surgieron después de la marcha, cuando cinco personas fueron detenidas al salir del Zócalo.

Las demandas de los estudiantes, campesinos, trabajadores y activistas de varios tipos eran bastante amplias e interrelacionadas: Castigo a los culpables de la masacre del 2 de octubre, de la del 10 de junio de 1971 y de la guerra sucia. No a la guerra actual contra el pueblo. Disolución de los cuerpos represivos. No a la criminalización de la protesta social. Libertad a Víctor Herrera Govea y todos los presos políticos. Fuera porros de las Instalaciones. Alto a la paramilitarización y justicia al municipio de San Juan Cópala. Alto a la privatización. Educación pública, gratuita, critica y para todos. Ningún joven sin educación ni empleo. No a la desaparición de las normales rurales. Alto a la represión contra la FECSM. Alto a los ataques porriles contra los estudiantes de Chapingo. Respeto a la organización estudiantil CGR-CEE. Solidaridad total con todas las luchas obreras, estudiantiles, campesinas, indígenas y populares. Solución a las demandas de los electricistas y mineros. Cambiemos el sistema no el clima. Contra la COP 16. Ningún ser humano es ilegal. Por el respeto a los derechos de loa migrantes. Solidaridad con las luchas estudiantiles en América latina (Chile, Argentina, puerto rico y Guatemala).

Naturalmente, la cobertura en los medios principales tiene poco que ver con estas demandas. Una de las distorsiones más descaradas ocurre en La Jornada, donde el titular arriba de la foto de un zócalo repleto de gente dice “Exigen al PRI pedir perdón por la matanza” y el pie de foto termina con estas palabras: “En un acto del GDF, Armando Quintero ofreció una disculpa por la complicidad del Departamento del Distrito Federal en los asesinatos”, dando la impresión que toda esa gente estaba presente en “un acto del GDF”. Nada más lejos de la verdad.

Si Marcelo Ebrard se hubiera atrevido a aparecer en el zócalo para pedir tal disculpa, los miles de manifestantes lo hubieran corrido de la plaza con abucheos y mentadas, si es que tuviera suerte. Sin embargo, su funcionario Armando Quintero logró hacerlo dos horas antes de la marcha en la Plaza de Tlatelolco para que los medios corporativos difundieran sus palabras cínicas como la nota del día. Exigió al PRI, al Ejército y a Gobernación “una disculpa pública, como símbolo de la reconciliación”. Además, dijo que “los gobiernos electos del DF son parte de los avances democráticos más relevantes logrados por la sociedad años después” y para el colmo tuvo el descaro de prometer que “el gobierno de la ciudad nunca usará la violencia contra quienes busquen espacios para expresar su inconformidad”. http://www.jornada.unam.mx/2010/10/03/index.php?section=politica&article=009n1pol

¿Una disculpa pública? ¿Se puede saber para qué nos sirven estas disculpas vacías que uno y otro gobierno suele ofrecer para desembarrar su imagen? No. La demanda durante la marcha y en el zócalo era justicia. La consigna ¡Castigo a los asesinos! se escuchaba una u otra vez durante el día.

¿La reconciliación? ¿Qué interés tendrá los estudiantes de México en reconciliarse con sus propios represores?

¿Qué los gobiernos del DF representan avances democráticos? ¿Estarán conscientes de las encuestas que reflejan que la gente tiene menos respeto para un diputado que para un policía? Se afirmó una y otra vez en el zócalo que no hay avances en la democracia, tampoco en la educación, tampoco en ningún cuestión social. Estamos tan mal o peor que en ’68.

¿Qué el gobierno de la ciudad “nunca usará la violencia contra quienes busquen espacios para expresar su inconformidad”?
––A ver que dicen los anarquistas reprimidos durante las marchas de los últimos años y en particular Victor Herrera Govea, preso político desde el 2 de octubre de 2009, cuando los granaderos de Marcelo y los judiciales de Felipillo lo golpearon salvajemente. El año pasado ha sido marcado por una serie de manifestaciones, el envío de cartas exigiendo su libertad y la entrega de pruebas exculpatorias en su caso, incluso el pasado 30 de septiembre en el Reclusorio Sur y el pasado 8 de septiembre ante el Tribunal del Distrito Federal, cuando manifestantes eran “encapsulados” durante más de una hora y agredidos por los granaderos de Marcelo. Aún así el gobierno avala la violencia de sus agentes contra Victor, quien no hizo otra cosa que expresar su inconformidad.
––A ver que dicen los ejidatarios y campesinos de Tláhuac, quienes en varias ocasiones, incluso en abril del 2008 y agosto del 2009 han sido objeto de represión del gobierno de Marcelo después de resistir el despojo de sus tierras para la imposición de un mega-proyecto. Este proyecto que hace daño ecológico irreparable a un importante ecosistema en la región consiste en la Línea 9 del metro, un basurero, una prisión de máxima seguridad, y una escuela de capacitación de policías. Una manta en marcha dice: “Marcelo Ebrard ROBA Tierras de Tláhuac para darlas a C. $lim. ¡Viva San Juan Copala! Unidos venceremos.”
––A ver que dicen los colonos de Magdalena Contreras, donde también enfrentan represión por resistir el despojo de sus tierras, esta vez para imponer la Supervía Poniente, que privilegia el uso del automóvil y hace daño irreparable a un importante ecosistema de la región. En la colonia Malinche, se observan leyendas sobre paredes a medio derruir, como ésta: “…Ebrard no tiene corazón, ni sentimientos a la humanidad, ayuda a los ricos de Santa Fe y chinga a los jodidos que viven en las barrancas, de la noche a la mañana nos va a quitar nuestra casa, que es lo único que tenemos”.
Mientras tanto, el gobierno de la ciudad hace caso omiso a los crímenes de los porros como los del 3 de Marzo y Alianza Universitaria contra los estudiantes en el C.C.H. plantel Vallejo, Azcapotzalco, Oriente y las Preparatorias 9, 8 y 4. Durante años han cometido robos, muertes, violaciones sexuales, golpizas y provocado temor entre los estudiantes, sin una respuesta del gobierno.

Muchos de los reclamos de la marcha tratan de situaciones locales pero que tienen ramificaciones nacionales. Los compañeros del FPDT de Atenco todavía resisten maniobras para quitarles sus tierras, ahora a través del CONAGUA, y también exigen justicia por los crímenes de Enrique Peña Nieto y otros represores del 3 y 4 de mayo de 2006.

Un fin a la violencia paramilitar contra el autónomo municipal de San Juan Copala era uno de los temas más urgentes de la marcha, destacando la matanza que se está llevando a cabo ahí, la cuestión humanitaria y la defensa de la autonomía.

Hubo mantas en apoyo a las comunidades zapatistas, quienes también enfrentan violencia paramilitar y el desplazamiento de familias enteras en Chiapas, igual que oposición a la violencia paramilitar en Ostula, Michoacán, donde por lo menos doce personas han sido asesinados y cuatro desaparecidos por atreverse a recuperar 1 mil 300 hectáreas de tierras y construir la autonomía.

También hubo presencia de Radio Ñomndaa para destacar la importancia de defender a los compañeros amuzgos que acaban de recibir sentencias vengativas de tres años en la comunidad de Suljaa’, Xochistlahuaca, Guerrero.

El contingente del SME era uno de los más grandes y sus reclamos abarcan sus derechos laborales igual que la privatización de la luz, que nos afecta a todos.

Un performanz ambulante que dramatizó la guerra actual contra el pueblo de México consistía en una manta con las imágenes de cuatro compañeros desaparecidos ––Edmundo Reyes, Lauro Juárez, Francisco Paredes, y Gabriel Cruz–– exigiendo su presentación. Personas que usaban máscaras blancas cargaban la manta y también letreros que resaltaron los 29,000 mexicanos asesinados, 3,000 mexicanos desaparecidos, 1,300 niños asesinados, 60 periodistas asesinados y 31 defensores de derechos humanos y luchadores sociales asesinados desde 2006 hasta 2010.

Cabe destacar que Estados Unidos tuvo un papel en la Masacre de Tlatelolco y tiene un papel aún más fuerte en la guerra contra el pueblo mexicano hoy en día. El documental Tlatelolco: Las Claves de la Masacre señala al General Luis Gutiérrez Oropeza como el “responsable de permitir que asesores norteamericanos adiestraran a personal del Estado Mayor Presidencial durante el conflicto estudiantil y de ordenar que oficiales de este cuerpo desarrollaran actividades terroristas contra el estudiantado”. Además, unos archivos desclasificados por Washington en 2006 señalan a Gutiérrez Oropeza como amigo del Jefe de Estación de la CIA en México Winston Scott en 1968. En los archivos, el Presidente Gustavo Díaz Ordaz, su Secretaría de Gobernación Luis Echevarría y otros diez altos oficiales del gobierno de México están identificados como agentes de la CIA, a la vez fuentes y recipientes de información sobre “gente subversiva” del movimiento estudiantil y organizaciones izquierdistas. Todo esto tuvo un fuerte impacto sobre la Masacre y la impunidad de sus autores aún cuando no existen pruebas que la CIA la ordenó. http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB204/index2.htm

La guerra actual contra el pueblo mexicano no se podría realizar sin el apoyo económico, equipo militar y entrenamiento de los cuerpos represivos por el gobierno de Estados Unidos. Ahora, en el marco de la Iniciativa Mérida, la colaboración del gobierno de México con la agencias de inteligencia de Estados Unidos más estrecha que nunca. Cuando Hillary Clintón visitó a México en marzo de este año, con todo su Gabinete de Seguridad, se estableció un nuevo centro de espionaje en la Ciudad de México sin revelar su ubicación. La asistencia militar se aumenta bajo el pretexto de la guerra anti-droga y, cuando sea necesario, la guerra contra el terrorismo, con amenazas constantes orientadas a lograr aún más dominio imperial en un “estado fallido”. Hasta que tienen su experto en el campo --el embajador yanqui Carlos Pascual, con bastante experiencia en África y Europa del Este en “reconstruir” estados fallidos según los lineamientos de la Agencia de Desarrollo Internacional (AID) y otros mecanismos. El resultado es una criminalización mayor de la protesta social y una intensificación de la militarización del país, que no sólo se manifiesta en un incremento de soldados en las calles sino en las muertes de muchos civiles a sus manos.

El consenso de los grupos que participaron en la marcha del 2 de octubre en México DF es que desde la matanza de Tlatelolco, no ha habido ninguna disminución de la represión en el país. Por lo contrario, está peor. La impunidad persiste para los gobernantes, militares y policías culpables de la matanza de 1968 y los cuerpos policiales / militares son cada vez más letales. En fin, el descontento crece.

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal