México frente al globalismo neoliberal: superexplotación, Despojo y Barbarie (III)
Resumen
La “integración regional” productiva-laboral-comercial-financiera-energética-de-América-del-Norte, con dominio imperialista, en suma, una integración subordinada, fue sometida tanto a los intereses de las corporaciones trasnacionales como a las condiciones de dependencia financiera, tecnológica y comercial congénitas al ciclo del capital de la economía mexicana dependiente. En esta parte del trabajo continuamos con el estudio de la fase del proceso productivo dentro de la órbita del ciclo del capital. Estudiamos la especialización productiva concentrada en un reducido núcleo manufacturero, dominada por el capital trasnacional y sustentada en la mayor explotación del trabajo. Damos cuenta de los procesos de desindustrialización que acentúan las condiciones de atraso y subdesarrollo de la sociedad. Se trata del establecimiento de un aparato de producción desligado de las necesidades internas de los trabajadores y de la población local, con intereses hegemónicos centrados de modo perverso en las necesidades de consumo de la economía estadounidense. El despliegue de infraestructura (autopistas, aeropuertos, gasoductos, oleoductos, termoeléctricas, etc.) que abordamos, es una objetivación del capital y del Estado en la aceleración y profundización del patrón de reproducción del capital, el cual es dirigido por una poderosa política del despojo centrada en la supresión de los derechos sociales. El principal resultado político que destacamos dentro de este cuadro de la reproducción del capital, es la constitución y reproducción de un bloque político-estatal de dominación oligárquica con marcados rasgos de militarización.