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Venezuela :: 07/06/2017

Nacen Brigadas de Defensa chavistas

Marco Teruggi
El chavismo, como movimiento popular arraigado en los territorios, tiene la potencia para asumir la tarea histórica de resistencia activa

El análisis de un mapa de Venezuela puede dar las claves para comprender cuáles son los movimientos insurreccionales en curso. Existen corredores centrales de despliegue de la derecha, como la troncal 5, que une San Cristóbal con Caracas, ciudades claves, como Socopó, Barinas, Barquisimeto, Valencia, San Antonio de los Altos, Los Teques, Caracas, y puntos estratégicos dentro de cada una de las ciudades, como son las instituciones del Estado, las estaciones de policía, los centros de abastecimiento de alimentos, los transportes públicos, las viviendas de chavistas, tanto dirigentes como medios y de base.

Se trata de una disputa del territorio, el desarrollo de movimientos por ocupar posiciones -por ahora de manera temporal- para golpear, asediar, atemorizar y matar. Es parte de la fase dos, que tiene como elemento diferente a la primera -que se podría sintetizar en un cuadro clásico de guarimbas- el accionar de elementos paramilitares y el recrudecimiento de los asesinatos. Como punto clave están los ataques a los cuerpos de seguridad con grupos con armas de fuego.

Ante ese escenario se han puesto en marcha iniciativas populares para resguardar tanto los espacios populares como del Estado, en particular aquellos que han sido o son potencialmente blanco de ataques. Así, en dos puntos del país -podrían ser más- se han conformado nuevas formas organizativas para hacer frente a la nueva situación. Tal es el caso en Guasdualito, estado Apure, con las Brigadas de Defensa Popular Hugo Chávez (BDP-HC), y Socopó, estado Barinas, con el Frente de Defensa Integral Hugo Chávez (FDI-HC).

Guasdualito

Apure, estado fronterizo con Colombia, no ha sido hasta el momento epicentro de violencia. Han existido intentos, como la semana pasada en San Fernando, pero el panorama ha sido de relativa calma. Esto no se explica por ser una zona fuera de los ejes priorizados por la derecha, sino porque existe un desarrollo del movimiento popular chavista que ha permitido prevenir y disuadir los ataques. Más aún: en ese territorio, en particular en el Municipio Páez, donde se encuentra Guasdualito, existe una presencia de muchos años del paramilitarismo. La misma ha sido denunciada. Los muertos son el peor testimonio.

En ese cuadro nacieron hace una semana las BDP-HC. “Es una organización para la defensa de la revolución, son las comunas haciendo patrullaje en las instalaciones del pueblo. Aquí está tranquilo porque no hemos dejado de estar pendientes, hemos protegido antes de que pase para que no suceda como en Barinas. Aquí no va a venir más nadie a salvarnos, nosotros mismos tenemos que salvarnos”, explica Jesús Francisco Hernández Rangel, comunero y Sargento de la Milicia Bolivariana.

La columna vertebral de las Brigadas son las comunas -todo el Municipio Páez está cubierto por comunas. Cada noche se turnan para realizar la vigilancia que tiene entre sus puntos centrales el Pdval, lugar de almacenamiento de la comida direccionada a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, donde se encuentran también los camiones para la distribución y los autobuses del estado. Comida y transporte: dos elementos vitales en un cuadro de guerra. Por eso han sido objeto de ataques en casi todas las avanzadas insurreccionales del país. En el estado Bolívar fueron quemados 51 autobuses en una sola noche.

De las Brigadas también participan movimientos populares, como la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, la Milicia Bolivariana, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Se trata de un bloque chavista que previene, patrulla, realiza trabajo de inteligencia. Saben el lugar estratégico de Apure, el ingreso reciente a Guasdualito de un grupo de veinte paramilitares, la cercanía con el estado Táchira -retaguardia del paramilitarismo- el plan nacional en marcha.

Socopó

En Socopó hubo terror, destrozos y disparos durante varios días. No es casualidad, se trata de uno de los puntos estratégicos del despliegue paramilitar. Se encuentra entre San Cristóbal y la ciudad de Barinas, sobre la troncal 5, y posee en términos militares una característica clave: un puente, que puede cortar el acceso completo a todo el transporte, en particular el que abastece Caracas de verduras y hortalizas.

Las fechas claves fueron el 19 y 20 de abril, y el 22, 23 y 24 de mayo. Cada día fue más violento que el anterior, con el punto crítico del ataque con armas de fuego, incluyendo a un francotirador, a la estación de policía -cuatro horas de enfrentamiento- que culminó con seis policías heridos de bala y el edificio incendiado y destruido con un retroexcavador. Si los policías no murieron fue porque lograron escapar: el plan era asesinarlos. En ese contexto, donde grupos encapuchados con armas de fuego recorrían las calles para obligar a los comerciantes a cerrar las tiendas, y por las noches cortaban la luz para generar los saqueos/destrozos, se creó el FDI-HC.

La iniciativa surgió por dos razones principales. La primera, la necesidad de resguardo del chavismo: las amenazas a dirigentes y líderes comenzaron el mismo 20 de abril, con motos recorriendo las calles con una lista de chavistas a matar. La segunda, la necesidad de poner en movimiento un nivel organizativo mayor, capaz de prevenir las acciones de la derecha. Y si para eso sirven los cuerpos de seguridad del Estado, también es cierto que el chavismo, como trama organizada en los territorios, lugares de trabajo, posee una capacidad de inteligencia popular y lectura del terreno directa. Lo importante, en este conflicto, es lograr anticiparse a los movimientos de los brazos militares de la derecha, que, en el caso de Socopó son financiados por ganaderos, comerciantes, y respaldados por el alcalde y los concejales de oposición.

El Frente de Defensa surgió entonces como respuesta a las necesidades de resistencia a la avanzada paramilitar. Acá, como en el caso de las Brigadas de Guasdualito, el mensaje es el mismo: es necesaria la activación de la unidad chavista con protagonismo popular, su puesta en movimiento para resistir a un plan de toma de posiciones de la derecha en el territorio nacional.

***

Hasta el momento ningún intento del gobierno ha podido frenar -aun parcialmente- el plan de la derecha que está en su segunda fase. ¿Cuál será la tercera? Ante eso, con un análisis del esquema en marcha, han comenzado a surgir iniciativas como estas. El llamado -dicho por quienes están en cada una de ellas- es a reproducirlas en todo el país. La guerra no es una figura retórica/política para nombrar el accionar de la derecha. Es real. En Socopó todos lo saben, ya tuvieron lugar dos batallas.

El chavismo, como movimiento popular arraigado en los territorios, tiene la potencia -por su recorrido, niveles organizativos, experiencia histórica- para asumir la tarea histórica de resistencia activa. Así lo dicen desde las Brigadas y el Frente de Defensa.

hastaelnocau.wordpress.com

 

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