No, Israel no es una democracia
A los ojos de muchos israelíes y sus defensores alrededor del mundo (incluso aquellos que pudieran criticar algunas de sus políticas) Israel es, al final del día, un benigno estado democrático, que busca la paz con sus vecinos y garantiza la igualdad a todos sus ciudadanos.
Aquellos que sí critican a Israel, asumen que si hubo algo que se hizo de modo equivocado en esta democracia fue debido a la guerra de 1967. Para esta perspectiva, la guerra corrompió una sociedad honesta y trabajadora, ofreciendo dinero fácil en los territorios ocupados, permitiendo a grupos mesiánicos entrar en la política israelí, y sobre todo volviendo a Israel una entidad de ocupación y opresión en los nuevos territorios.
El mito que dice que un democrático Israel fue puesto en problemas en 1967 pero continúa siendo una democracia es propagado incluso por algunos académicos notables, palestinos y pro-palestinos, aunque no cuenta con base histórica.