“No se puede ser sionista y feminista”
Jaldía Abubakra es fundadora del Movimiento de Mujeres Palestinas Alkarama e integrante de Samidoun, una red de solidaridad con los y las presas palestinas en las cárceles israelíes. Además de miembro del comité ejecutivo de Masar Badil (movimiento de la Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina).
¿Cuál fue el rol histórico de las mujeres en la resistencia palestina?
La mujer palestina siempre ha sido la columna vertebral de la sociedad y de la resistencia. Las mujeres palestinas se habían organizado desde principios del siglo pasado, había organizaciones de mujeres, estaban organizadas para luchar por sus derechos, para ayudar como parte de la sociedad palestina en el progreso y el desarrollo de la sociedad. Aquellas abrían colegios en las zonas rurales, por eso en Palestina no hay analfabetismo, por ejemplo. Formaban parte muy activa de la sociedad pero también participaban en la lucha por la liberación nacional. Han participado desde siempre en las manifestaciones en las huelgas e incluso en la lucha armada.
Ha sido siempre así, como para el resto de la resistencia palestina, ha habido momentos de baja intensidad y momentos de alta intensidad. Como por ejemplo, la intifada del 87, la intifada de las piedras, donde las mujeres formaban parte muy importante de esta revolución. Ellas se organizaban para abrir aulas en las casas para que los niños y jóvenes estudiaran, ya que se había toque de queda y estaba todo cerrado. Hacían producción de alimentos para ser autosuficientes y hacer boicot a los productos israelíes. También en el traslado de armas, en esconder a los combatientes, en llevar mensajes de un sitio a otro, esa era su participación en la lucha y se enfrentaban también cuerpo a cuerpo con los con los soldados de la ocupación en muchas ocasiones.
Seguimos así tanto dentro de Palestina como fuera, la mujer es parte importante en la resistencia de nuestro pueblo, ella es la guardiana de la memoria histórica y tradicional dando testimonio de una generación a otra. En la sociedad palestina es reconocido su papel.
¿Qué violencias específicas podés señalar que padecen las mujeres, en el marco de la intervención genocida de Israel?
El genocidio que se está cometiendo en Gaza, también ocurre en Cisjordania, donde también están matando diariamente a personas palestinas, y llevándose presos. Lo que pasa es que el foco lo tiene Gaza por la brutalidad del genocidio y el bombardeo que se está practicando allí, ya sea en casas, hospitales, colegios, sitios de refugio, panaderías, en todos lados.
Es conocido el sufrimiento de la mujer en esta situación. Sufre toda la sociedad y la mujer es parte de la sociedad, pero las mujeres por nuestra situación fisiológica, hay cosas que nos afectan más todavía. En estos días están tomando anticonceptivos para que no les baje la regla porque no hay agua para la higiene. Están en la calle muchas familias, en colegios, donde hay 300 personas en cada aula, no hay sitio para la privacidad de las mujeres o la intimidad de los partos, por ejemplo. Actualmente hay alrededor de 50.000 mujeres embarazadas en la Franja de Gaza, casi 5000 al día dan a luz y los hospitales no dan abasto ni para los heridos de los bombardeos ni para los enfermos. Entonces, la situación a la hora de parir dar a luz es muy difícil, si tienen que hacer cesáreas, no hay anestesia. Están operando a los heridos, sin anestesia. Si los bebés son prematuros, como hay falta de electricidad y de combustible para los generadores de los hospitales, las incubadoras ya no funcionan. Esto aumenta al sufrimiento directo de la mujer, pero también el sufrimiento en directo al ver la pérdida de sus seres queridos de sus hogares, todo esto tiene efectos traumáticos para las mujeres y para toda la población en general.
¿Qué articulaciones globales de solidaridad existen o pueden crearse/potenciarse para apoyar, desde una perspectiva anticapitalista, anticolonial, antiimperialista y feminista a las mujeres y al pueblo palestino?
Ha sido tan brutal la agresión a la Franja de Gaza, que gracias a periodistas comprometidas y comprometidos en el medio de los ataques, al final la verdad está llegando. Están saliendo las imágenes, a pesar de la complicidad de los grandes medios de comunicación y la propaganda sionista para falsificar noticias. La verdad está llegando a muchísima gente. Gracias a periodistas que se juegan la vida para enviar noticias, mostrar el grado de barbarie, el grado de crimen de lesa humanidad que se está cometiendo, nos estamos enterando.
Entonces están surgiendo manifestaciones masivas en las calles en todas partes del mundo en apoyo a la lucha del pueblo palestino. Está siendo notoria, en cambio, la respuesta por parte de los gobiernos, de las instituciones internacionales. Lamentablemente han apoyado al verdugo y han dejado a la víctima. Han apoyado a la entidad sionista de ocupación colonial, por supuesto por sus intereses, no por los intereses de los pueblos, sino por intereses de esa élite que gobierna el mundo, que tienen sus intereses económicos con Israel.
Hay que seguir saliendo a la calle, hay que agrupar, ocupar todas las plazas y todas las calles para al final obligar a estos gobiernos y a estos dirigentes para que dejen de darle luz verde a este criminal régimen de la entidad sionista para que siga masacrando.
Hay que seguir presionando para que desde las instituciones internacionales se sancione a Israel. La voz del pueblo tiene que ser más fuerte que el poder de los gobiernos para que esto pare ya. Apoyar la lucha del pueblo palestino que tiene toda la legitimidad y todo el derecho a defenderse y atacar a su enemigo, ya que lo garantiza incluso la las leyes internacionales. Los pueblos bajo ocupación tienen el derecho a defenderse mediante todos los medios incluso la lucha armada. Por lo tanto, que nadie permita que se acuse a la resistencia palestina de cometer un acto terrorista, porque la ofensiva que ha tomado la resistencia palestina es totalmente legítima.
Ya llevábamos años 75 años de ocupación colonial y 17 años de asedio y bloqueo a la Franja de Gaza. Tantos años de crímenes diariamente cometidos contra la población palestina en todas partes del mundo, violaciones de nuestros derechos humanos desde hace 100 años. Entonces ya era la hora de que la resistencia palestina tomase la iniciativa contra nuestro enemigo que nos está masacrando diariamente. Ha sido un shock porque ha sido brutal, pero es que todos los días estaban asesinando a niños a mujeres y hombres y estaban encarcelando.
Por lo tanto, por favor, que no se permita que se criminalice a la resistencia del pueblo palestino, que no se tache de acto terrorista la ofensiva de la resistencia. Eso hay que repetirlo hasta que todo el mundo lo entienda y lo comprenda, y que podamos obligar a los gobiernos a que cesen en su apoyo a esta entidad criminal que viola los derechos del pueblo palestino.
Desde los movimientos feministas y los movimientos de mujeres en todo el mundo, tenemos que entender que no se puede ser feminista y sionista, feminista y fascista. En Abya Yala, en el Sur global las mujeres, sobre todo, nos entienden y nos apoyan. A veces desde el Norte, desde occidente, existe el mal entendido o el error de dejarse engañar por la propaganda sionista de que Israel es un estado feminista porque las mujeres van al ejército, porque las mujeres tienen igualdad. Esto no es cierto para nada y no es feminismo. El que las mujeres se metan en el ejército y maten a otros seres humanos y violen sus derechos.
¿Qué mensaje puede darse al mundo este 25 de noviembre, día internacional contra la violencia hacia las mujeres, sobre la situación de las mujeres y niñas palestinas?
La violencia en su máxima brutalidad se practica contra las mujeres palestinas por parte de la entidad colonial. Entonces si el 25 de noviembre es un día para acabar con la violencia contra las mujeres, tenemos que acabar con la violencia contra el pueblo palestino en general y contra sus mujeres en particular.
Esperamos que apoyen la lucha de la mujer palestina por recuperar sus derechos, por liderarnos y liberar nuestro territorio para ser mujeres libres. Tenemos que tener una patria libre y nuestra lucha es conjunta por nuestros derechos como mujeres, pero también por nuestros derechos como pueblo que defiende su territorio y que quiere recuperarlo y quiere su derecho a la autodeterminación.
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