Parazo (II). 9 de mayo, un día aciago para Milei
El gobierno no ha aceptado oficialmente la derrota, pero en los cambios en su propio discurso se evidencia que el golpe ha sido muy duro. El día anterior amenazaban a los que iban a parar, en la madrugada de ayer aseguraban que el paro no tenía ninguna contundencia. Por la tarde se limitaban a quejarse por las pérdidas del país por un día de paro.
El denominador común en las escuelas, las fábricas, la administración estatal, el transporte y las principales actividades de servicio, eran la ausencia de lxs trabajadorxs. Las calles estaban vacías de peatones y ciclistas. Había menos movimiento que un domingo o un día feriado.
En el interior hubo además movilizaciones numerosas en muchas capitales y ciudades importantes. Fueron muy fuertes la marchas de Córdoba, de Rosario, de Bahía Blanca, de Tierra del Fuego, etc.
Por distintos medios nos llegan números muy altos de adhesión al paro. Los sindicatos estatales y docentes mencionan porcentajes del 90% de adhesión. El paro del transporte fue muy importante con la excepción de la empresa Dota del conurbano, una compañía vinculada con el padre de Milei, a la que merece prestarle atención por sus jugosos dividendos.
Según una investigación del Diario Ar, la 'famiglia' del humilde colectivero, Norberto Milei, pasó en pocos años de tener un par de unidades de transporte público a 2,7 millones de dólares para comprar apartamentos en Miami. Dota ha sido una de las empresas más beneficiadas por subsidios estatales. Según el informe de la Auditoría General de la Nación (AGN): “este grupo ha sido el de mayor volumen durante el período auditado, tanto en cantidad de empresas como en líneas y ramales, prestación de servicios, oferta de servicios por zonas geográficas, kilómetros recorridos y pasajeros transportados”. Un milagro de crecimiento económico en un rubro donde se han detectado maniobras de lavado de dinero.
La presencia de algunas líneas de ómnibus, no resolvió el problema del ausentismo laboral en el AMBA, porque al no haber trabajadores en las paradas las unidades circulaban vacías. Lo mejor que pudo conseguir la ministra Bullrich, para hacer una nota, fue un autobus con seis pasajeros.
El diagnóstico del diario antisindical La Nación que este ha sido el paro más exitoso de los últimos 20 años, exime de otros comentarios.
Distintos medios internacionales se hicieron eco de la repercusión del paro. Resulta evidente que un presidente que recorre foros de empresarios en distintos lugares del mundo propagandizando la exitosa receta argentina, no ha podido evitar que le paren el país. En la Argentina tenemos naturalizado que cuando hay paro no se va a trabajar, pero esa no es la regla mundial, es la excepción. Si los argumentos de Milei han demostrado mucha fragilidad teórica, esta demostración de debilidad lo coloca en una situación bochornosa.
Si algo faltaba para completar un día aciago, ayer se conoció la reacción de las grandes empresas proveedoras de electricidad, frente a la resolución del Ministro Caputo de pagar las deudas de Cammesa (administradora del mercado mayorista eléctrico) con un bono a 14 años. Entre las dolientes por este “pagadios”, está el grupo Techint y Pampa Energía, la empresa de los Mindlin, dos pesos pesados que venían apoyando al gobierno. Para completar estas reacciones negativas, el gobierno de EEUU, por medio de su embajada manifestó su preocupación al gobierno de Milei por “la ruptura de contratos”.
Como es de suponer, lo que ocurre en la calle impacta en los poderes institucionales. En el Senado se trabó el dictamen de Comisión para tratar la Ley Bases, y en el Poder Judicial una apelación del Fiscal Marijuán frustró el regreso de Fabián Pepín Rodríguez Simón, el operador judicial de Macri, que había sido habilitada por una resolución de la Jueza Servini de Cubría.
Conociendo las reacciones del Presidente se puede suponer que la primera respuesta va a ser un ataque de furia contra los sindicalistas, pero la complejidad de la política argentina no admite enojos irracionales. El gobierno bajó un escalón en las adhesiones y la paciencia popular, y hay incertidumbre en el círculo rojo frente a la gestión oficial. Milei ha cosechado más paros que leyes y tiene un ministro de economía que parece más interesado en hacer negocios personales que en proponer algún tipo de sustentabilidad a las políticas de ajuste.
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Parazo
Sin transportes, sin bancos, sin escuelas, con muchos pequeños comercios cerrados, el paro de las tres centrales sindicales desmiente el relato del régimen ultraderechista de Milei. El gobierno eligió apostar a que la escasa popularidad de los dirigentes sindicales alejaría a los trabajadores, pero no ha tenido éxito.
El relato del país de las maravillas difundido por el presidente en su gira estadounidense la semana pasada, hoy se puso a prueba frente a un paro nacional que sumó a las mayoría de los organizaciones sindicales. La medida de fuerza ha servido como canal de expresión del aumento del desconcierto y de la bronca popular frente a la evidencia de que el ajuste está recayendo sobre las espaldas de los que menos tienen.
El gobierno amenazó con descontar salarios a estatales y docentes, contó con el apoyo de los grandes empresarios y de los grandes medios de difusión oficialistas como La Nación+ que salieron a militar contra la medida de fuerza. La Amcham, Camara de Comercio de los EEUU en Argentina, criticó la medida de fuerza alegando: “¿Quién querrá invertir en un país donde la conflictividad laboral es moneda corriente?” También Los troles libertarios trabajaron a destajo.
La fuerte ofensiva comunicacional oficialista compite con una realidad cada vez más evidente: hay menos trabajo, los salarios no alcanzan para llegar a fin de mes, hay muchos despedidos y los comercios cada vez venden menos.
Todavía es muy temprano para tener cifras sobre el alcance del paro, pero el escaso movimiento de esta madrugada ya empezó a indicar que va a tener mucha repercusión. A las 9 de la mañana en la ciudad de Buenos Aires se advierten estaciones de trenes desoladas, escasa presencia de personas en la calle y algunas lineas de colectivos funcionando, pero la mayoría de las unidades van vacías.
A contrapelo de la realidad, la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich mantiene el relato oficial afirmando que: “el paro no tiene ninguna contundencia”.
No solo el gobierno se juega una partida difícil en este día. También impactará en el interior de la CGT. Hay una pulseada entre los sindicatos más combativos como Bancarios, Camioneros y Metalúrgicos que promovieron el paro, y por otro lado los más conciliadores como UPCN, UOCRA y Empleados de Comercio. Por ahora se impuso una confrontación acotada, pero no dejó conformes a todos. Los resultados de la medida de fuerza van a pesar en las próximas decisiones.
El contexto político en que se convocó este Paro está signado por el tratamiento de la Ley Bases en el Senado y que ya cuenta con media sanción en la Cámara de Diputados. La ley afecta la soberanía nacional, abre la posibilidad de blanqueo e ingresos de capitales turbios e incluye una reforma laboral, que perjudica a los trabajadores.
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