"Pasquín inmundo": el NYT se suma a la campaña contra López Obrador
La Casa Blanca y el Departamento de Justicia estadounidense aseguraron que no hay ninguna investigación sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador, al referirse a un reportaje del diario The New York Times sobre pesquisas en torno al supuesto financiamiento del narcotráfico a colaboradores del mandatario en su campaña electoral de 2018.
The New York Times ( NYT) publicó el jueves una pieza de propaganda y desestabilización política disfrazada de reportaje. El texto aborda las supuestas indagatorias de agentes estadounidenses en torno a la ficción del financiamiento electoral del crimen organizado a las campañas del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2006 y 2018, editorializa La Jornada.
Añade que la manera en que se encuentra estructurado el texto, el momento elegido para difundirlo, la carencia de pruebas o al menos indicios que sustenten los dichos, la violación de los principios de ética periodística y las contradicciones que lo atraviesan, dejan claro que el medio y los autores en ningún momento buscaron brindar al público un trabajo informativo.
De lo que se trata es de sembrar una noticia falsa, plantar una sospecha, que inmediatamente es amplificada y viralizada por agencias dedicadas a la distorsión de la democracia, como los trollcenters.
En su intento de golpear al Presidente mexicano, el rotativo hace gala de una insolencia que está fuera de lugar en el trato a cualquier país y que constituye la enésima muestra de la arrogancia colonialista y racista con que los grandes medios occidentales se dirigen hacia todo el mundo no blanco.
Asimismo, delata los vínculos y las afinidades entre dichas corporaciones mediáticas y las derechas latinoamericanas, a las cuales se trata con una deferencia que resulta incomprensible si no se toma en cuenta que para esas empresas la información no es un fin, sino un medio para el lucro y la promoción de intereses particulares no pocas veces inconfesables.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la administración Biden aseguró “que el Departamento de Justicia, que tiene la responsabilidad de revisar cualquier acusación ya ha dejado claro que no hay ninguna investigación sobre el presidente López Obrador”. Agregó que Biden continúa trabajando con el gobierno mexicano para abordar la migración sin precedente en el hemisferio y la situación de la frontera.
Campaña anti-Morena
El oficialista partido Morena presentó una denuncia ante el Instituto Nacional Electoral (INE) mexicano para que se investigue a nivel internacional una “estrategia digital financiada desde el extranjero” con base en la cual se pretende asociar al narcotráfico al Presidente López Obrador y a su partido.“Se están gastando un millón de dólares a la semana solo en trols y bots”, como parte de un financiamiento ilegal para la contienda en favor de Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de la oposición.
La prensa estadounidense trata de desacreditar por todos los medios el gobierno de López Obrador ante la posibilidad que la candidata oficialista Claudia Sheinbaum gane las elecciones presidenciales. Este no es el primer ataque sin pruba alguna de la prensa estadounidense, tan proclive al ejercicio de desinformación y acompañar al gobierno en sus campañas sucias e injerencia en los asuntos de terceros países con gobierno rpogresistas, para desestabilizarlos.
Un mes atrás se divulgó otro “reportaje” de factura similar, suscrito por Tim Golden -ganador de dos premios Pulitzer- , en el medio ProPublica, que rápidamente cayó en descrédito por sus falencias de credibilidad y falta de fuentes. En la oportunidad López Obrador acusó al periodista de ser un mercenario al servicio de la DEA (la Agencia Antidrogas estadounidense): “Deberían darle un premio a la calumnia.
¿Cómo va a calumniar impunemente? ¿Cómo va a hacer un reportaje sin presentar pruebas?”, planteó.
Nadie duda que sea la DEA, la fuente de los “bulos” difundidos, ya que no ha ocultado su malestar ante un gobierno que defiende la soberanía de su país, le retira la patente de corso con que solía operar y le exige el cumplimiento de las leyes en su actuación dentro de las fronteras mexicanas.
“¡Cómo vamos a estar sentados en la mesa hablando del combate a la droga, si ellos o una institución de ellos está filtrando información y dañándome…no a mí, a lo que represento!”, exclamó el mandatario en conferencia de prensa, tras reprochar las filtraciones informativas “de que yo estoy metido en el narcotráfico, sin presentar pruebas”.
La Jornada señala que al convertirse en vocero oficioso de los poderes fácticos que presionan de manera ilegal al Ejecutivo federal, el NYT confirma su vocación propagandística y la prevalencia de las consideraciones mercantiles sobre las periodísticas en su toma de decisiones.
El seudoperiodista lanza el “bulo” insinuando que las investigaciones fueron cerradas porque el gobierno estadounidense no quería crear fricciones con su contraparte mexicana, aunque reconoce que la información recolectada provenía de informantes cuyos testimonios pueden ser difíciles de corroborar y en ocasiones resultan ser incorrectos, y que no está claro si una sola de las aseveraciones pudo ser corroborada. O sea, existe mala fe.
El formato es conocido: nunca nada corroborado o corroborable, como la serie de especulaciones sin sustento documental o material y fuentes no identificables:un informante, investigadores estadounidenses, personas que se creía eran operadores del cártel, una persona cercana al Presidente… La mala fe es evidente porque cuaqluier editor periodístico, hubiera exigido especificar fechas, al menos.
El medio estadounidense asegura que para Washington es algo complejo e inusual perseguir cargos penales contra altos funcionarios extranjeros, aseveración que se da en momentos en el que el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández se encuentra preso en EEUU, donde es juzgado por narcotráfico.
Los mexicanos recuerdan que en 1989 las fuerzas armadas estadounidenses invadieron Panamá, depusieron a su gobierno, secuestraron al presidente acusándolo de narcotráfico e impusieron un gobierno títere al más puro estilo colonial en una base militar de EEUU. La Jornada señala que como bien saben los habitantes de los 70 países que han sufrido agresiones militares de la superpotencia, lo único inusual y complejo para EEUU es respetar la soberanía ajena y el derecho internacional.
“Pasquín inmundo”
López Obrador tachó de “pasquín inmundo” a The New York Times por “denunciar” presuntos pagos del narcotráfico que recibió su campaña electoral de 2018. “Es una vergüenza, no cabe duda de que este tipo de periodismo está en franca decadencia. Es un pasquín inmundo el New York Times” .
El gobernante mexicano exhibió una carta de la jefa de corresponsales del diario en México, Natalie Kitroeff, que incluye su número telefónico y un cuestionario sobre la investigación de los supuestos sobornos del Cártel de Sinaloa y del Cártel de los Zetas. La estadounidense exigía en la carta a AMLO que conteste el cuestionario en 8 horas...
Según el texto de Kitroeff, el NYT accedió a documentos y entrevistas en las que un informante contó que “uno de los confidentes más cercanos del presidente” se reunió con Ismael Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa antes de las elecciones de 2018.
La periodista indicó que Washington cerró la investigación porque “podría provocar un conflicto diplomático con México”, en particular tras el roce del Gobierno de López Obrador con el de Donald Trump (2017-2021) por el arresto en octubre de 2020 del exjefe del Ejército mexicano, Salvador Cienfuegos, acusado de narcotráfico.
Corolario: El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI, controlado por la derecha) informó que iniciará una investigación de oficio en contra del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por la divulgación del número telefónico de una periodista de The New York Times.
CLAE