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Resistencia en México frente a inminente aprobación de la Reforma Energética
En medio de masivas protestas contra la entrega de la soberanía hidrocarburífera en México, el Gobierno de Enrique Peña Nieto busca acelerar la aprobación de la Reforma Energética. Desde el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de Acción Nacional (PAN) acordaron iniciar las discusiones en el Senado para lograr la modificación constitucional que permita el proceso de privatización. En las afueras de las Cámaras legislativas, las movilizaciones de resistencia enfrentan un fuerte cerco policial y exigen una consulta popular.
La discusión en el Senado por la Reforma Energética comenzará en la tarde del presente jueves para avanzar en la modificación de los artículos 27 y 28 de la Constitución Nacional en pos de permitir la apertura de Petróleos Mexicanos al capital privado, nacional e internacional. “No habrá nada que detenga al Senado para sacar las reformas que México requiere”, advirtió el coordinador de los senadores priístas, Emilio Gamboa, según citó La Jornada. Luego de la discusión en comisiones –Energía, Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos- la alianza partidaria espera aprobar el proyecto a más tardar en la madrugada del lunes.
La Cámara de Diputados y el Senado de la República estuvieron cercados por fuerzas policiales frente a las masivas movilizaciones que se llevaron a cabo en contra de la entrega de la soberanía hidrocarburífera. El miércoles, miles de personas se convocaron en las inmediaciones de las Cámaras legislativas y lograron que se pospusiera el tratamiento del dictamen propuesto por el presidente Enrique Peña Nieto.
En el marco del plan de lucha, se promueve la realización de una consulta popular para avalar o repudiar la Reforma. “Exhortar al Poder Legislativo para que se consulte al pueblo de México antes de que se dictamine y se someta al pleno de las cámaras la reforma energética, para saber si los mexicanos están de acuerdo o no, en que se reformen los artículos 27 y 28 de nuestra Constitución Política con la finalidad de otorgar a particulares contratos de utilidad compartida y privatizar la refinación del petróleo, la petroquímica, el gas, la industria eléctrica y la distribución y comercialización de los energéticos”, señalaron representantes de la Asamblea Nacional en la Defensa del Petróleo y la Economía Popular.
A su vez, frente a la negativa del oficialismo, agregaron que había ninguna razón para impedir o limitar “que el pueblo de México sea el que decida sobre este importante asunto, Si se sitúa de manera responsable y con voluntad política, puede ajustarse el marco legal para celebrar dicha consulta con carácter vinculatorio”, informaron ante la prensa. La movilización continuará el jueves, destacaron desde el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) – uno de los espacios que encabeza la resistencia.
Detrás de la privatización de PEMEX subyace la presión de Estados Unidos que se aferra a la inclusión de México al Acuerdo de Asociación Transpacífico para avanzar en la privatización y extranjerización del petróleo y su industria. De acuerdo con un documento oficial del Congreso de EEUU, el acuerdo comercial posibilita la negociación con el Gobierno del país vecino: “Las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) pueden abrir un espacio para abordar cuestiones adicionales, como la reconsideración por parte de México a la exclusión de la inversión privada en su industria petrolera”, sostiene el informe estadounidense titulado “Las negociaciones de la Asociación Trans-Pacífico y Cuestiones para el Congreso” fechado en agosto del corriente año.
