Se abre la segunda edición del Foro Social Europeo en Francia, apoyado por la clase política
El "movimiento de movimientos" antiglobalización europeo abre hoy el Foro Social Europeo (FSE), una cumbre que acogerá a decenas de miles de militantes y que tiene por objeto, según la organización, debatir y desarrollar propuestas para construir "una nueva Europa democrática".
"BUENA ACOGIDA" DE LA CLASE POLÃTICA FRANCESA
Para la prensa corporativa, "la buena acogida de la clase política francesa ha sido unánime, lo que descarta, a priori, cualquier problema de orden público". Hasta el primer ministro conservador, Jean Pierre Raffarin, declaró ayer que Francia recibe "con buen humor y generosidad’ este foro, que consideró como un "elemento de reflexión".
El encuentro tendrá lugar simultáneamente en París y tres ciudades de su extrarradio (Seine Saint Denis, Yvry y Bobigny), del 12 al 15 de noviembre. Una gran manifestación-desfile culminará, el sábado, el FSE, con el lema "Por una Europa de derechos, en un mundo sin guerras". "Construida a partir de formas artísticas y militantes populares, será la expresión de la unidad y la fuerza de un movimiento de reivindicaciones múltiples", explica la organización.
Se esperan varios cientos de miles de personas, ponentes de más de 60 países, la participación de 1.500 organizaciones de toda Europa.
El presupuesto del evento asciende a 4 millones de euros. La primera edición de esta versión europea del Foro de Porto Alegre, que tuvo lugar el pasado año en Florencia, congregó a 100.000 personas.
La cita movilizará a más de 2.000 voluntarios y 3.800 traductores. El castellano es una de las cinco lenguas oficiales, junto al inglés, el italiano, el alemán y el francés, pero habrá también disponibles traducciones en euskera y en catalán.
La inauguración, hoy, cuenta con la presencia de los cuatro alcaldes en cuyas localidades (París, Saint-Denis, Bobigny e Ivry-sur-Seine) tiene sus respectivas sedes este Foro Social cuadrangular, que ha decidido comenzar sus actividades con una "Asamblea Europea por los Derechos de las Mujeres". Esta iniciativa centrará sus debates y sus trabajos en torno "a las mujeres que resisten en Europa contra las violencias económicas, machistas y religiosas".
Durante los cuatro días habrá 270 seminarios, 250 talleres y 55 reuniones plenarias. Los debates se organizarán en torno a cinco ejes diferentes: "Paz", "Justicia Social", "Europa Democrática", "Solidaridad’ y "Europa acogedora", este último relacionado con la política de inmigración europea.
Uno de los temas principales de reflexión será "la relación entre Europa y el resto del mundo". La cultura también será uno de los asuntos principales, "por primera vez en un Foro Social", según la organización. Dentro de las discusiones "habrá espacio para el proyecto de nueva Constitución Europea" que discute la CIG. Los debates y encuentros intentarán "formular proposiciones concretas" y ofrecer alternativas sobre diferentes aspectos de la actual regulación política y económica mundial.
La organización ha previsto también un espacio para los más pequeños, en el que 1.000 niños, de 9 a 14 años, discutirán, a través de talleres, sobre los problemas del mundo.
LAS FUERZAS ABIERTAMENTE CONSERVADORAS TAMBIÉN PARTICIPAN EN EL ENCUENTRO
El primer ministro, Jean Pierre Raffarin, tendió ayer una mano al Foro: "Queremos que el pensamiento en el mundo sobre estos temas sea lo más fértil posible, lo más tolerante posible. Que no haya una diabolización de la mundialización, sino una verdadera reflexión".
En Francia los partidos políticos no han sido ajenos al FSE. La mayoría de partidos parlamentarios de corte progresista estarán presentes en algunos de los debates propuestos, e incluso el presidente Jacques Chirac tendrá un observador en el encuentro.
Además de la presencia del Partido Socialista, Los Verdes, el Partido Comunista, la LCR y LO en diferentes tribunas, las fuerzas conservadoras no han querido quedarse al margen. El Gobierno organizó por ello, el pasado jueves, un coloquio sobre la mundialización en el que participó incluso el primer ministro, y subvenciona 500.000 euros de los 4 millones que cuesta el FSE.
Sobre la cuestión de la seguridad, la organización comunicó hace semanas que, "dentro de los recintos, los propios movimientos sociales se harán cargo de la seguridad, y en la vía pública, será la policía nacional". El FSE mantendrá un diálogo constante con las fuerzas del orden por si la Prefectura de París (equivalente de la Delegación de Gobierno) o el Ejecutivo "decidieran activar sistemas de alerta antiterrorista o antidisturbios".