Segunda Declaración de la Habana
En un contexto de transformaciones en el país, producto de la llegada al poder de un gobierno revolucionario hacía apenas tres años, y en medio de la constante injerencia de EEUU para derrocar a la Revolución, se convocó a los cubanos a la Plaza.
El entonces primer ministro, Fidel Castro, presentó la Segunda Declaración de La Habana, aprobada por casi un millón y medio de cubanos que se encontraban allí. En el histórico documento se ratificó lo planteado en la Primera Declaración –también aprobada en consulta popular, el 2 de septiembre de 1960– en cuanto a la posición de Cuba ante la injerencia de Washington.