Sobre la aportación revolucionaria de Hugo Chávez

Más allá de algunos datos y de montones de números y cifras, que ilustran muy bien el papel histórico que ha jugado Chávez –contra el analfabetismo, la pobreza y la construcción de un proyecto para las clases sociales subordinadas- queda el legado político de Hugo Chávez.

Un legado que queda, que ya es histórico, ocurra lo que ocurra, así se alce la contrarrevolución y arrase todas las conquistas del pueblo venezolano. Es ya página de la Historia escrita por los pueblos del mundo en su lucha contra el capitalismo que nunca podrán borrar quienes quieren mantener sometida a la clase obrera.

Hugo Chávez ha sufrido una gran evolución ideológica que lo ha acercado, cada vez más, a las posiciones marxistas, y que ha hecho que aquel proceso que tuviera en sus inicios un carácter fundamentalmente antiimperialista hoy se oriente hacia la construcción del socialismo.

El proceso de la Revolución Bolivariana es el proceso de toma de conciencia de las capas populares, de la acumulación de fuerzas, que tiene una relación dialéctica con la capacidad ideológica y política de sus dirigentes, y también ha sido un proceso mediante el cual ha sido visible cómo la burguesía subsidiaria del imperialismo estadounidense ha ido perdiendo poder poco a poco con el pasar de los años. Un proceso histórico que ha hecho que la burguesía tuviese que activar toda su maquinaria para no perder la hegemonía ideológica, en pugna con la creciente toma de conciencia del pueblo venezolano.

Nunca las capas populares tuvieron un contexto y un dirigente como Chávez, y tampoco la burguesía tuvo antes que emplearse con la firmeza que lo ha hecho durante los últimos años, intentando incluso un golpe de estado –que no es sino la demostración práctica, una más, del lugar del que surge la violencia en la lucha de clases: del Bloque Dominante que ve peligrar sus privilegios-.

Esta es la mayor aportación de Hugo Chávez, una aportación práctica, con tantos elementos particulares que, al menos en España, apenas tiene elementos extrapolables, pero que es una aportación de praxis revolucionaria: la muestra más contundente de la capacidad de la clase obrera y los sectores populares de organizarse y construir poder popular que ha tenido lugar desde que cayó la URSS –salvando, en parámetros distintos, la Revolución Cubana, que no ha dejado de resistir al Imperio-.

Esa es la aportación fundamental de la Revolución Bolivariana: mostrar a la clase obrera que no sólo se puede resistir como ha hecho la Revolución Cubana, si no que es también, hoy, posible iniciar procesos emancipadores que rompan con la realidad establecida y cristalicen en proyectos de emancipación hacia el socialismo.

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