lahaine.org
Mundo :: 14/03/2018

Sudáfrica: La emergencia del régimen 'Ramazupta'

Patrick Bond
Hay preocupaciones por las tendencias neoliberales del nuevo presidente, y por su pasado de corrupción financiera y guerra de clases contra los trabajadores

El golpe blando de Cyril Ramaphosa para sustituir a Jacob Zuma en la presidencia de Sudáfrica el 14 de febrero, después de casi nueve años en el poder y una lucha humillante para evitar tener que dimitir, tiene implicaciones locales y geopolíticas contradictorias. El aplauso general de la sociedad por la caída de Zuma resuena aún, pero surgen inmediatamente preocupaciones sobre las tendencias neoliberales y pro-empresariales del nuevo presidente, y sobre su pasado de corrupción financiera y guerra de clases contra los trabajadores. Todavía está abierto el caso de la matanza de Marikana en 2012, a pesar de su expiatorio discurso de 20 de febrero ante el parlamento. Ramaphosa apoyará leyes para limitar el derecho de huelga, y el nuevo presupuesto contiene recortes y aumentos de impuestos que perjudican a los más pobres.

A nivel internacional, la alianza emergente de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica en 2010 (cuando Beijing invitó a Pretoria a unirse) ha sido el principal legado de Zuma: los BRICS ofrecen un enorme potencial para desafiar la abusiva hegemonía occidental. La realidad, sin embargo, ha sido decepcionante, especialmente en el más desigual y problemático de los cinco países, Sudáfrica, en el que unos dirigentes formados en Moscú saben sin lugar a dudas como parecer de izquierdas y actuar de derechas.

Después de Zuma, con Ramaphosa una austeridad fiscal aún más rigurosa y la vuelta a un modelo de acumulación centrado en la minería amplificarán la miseria a nivel local, probablemente dejando en un paréntesis el compromiso de Sudáfrica con el proyecto de los BRICS. La primera evidencia se produjo el 21 de febrero, cuando el ministro de Finanzas heredado por Ramaphosa, el imputado por corrupción Malusi Gigaba, reafirmó la austeridad y liberalizó los controles de cambio.

El final de la Zuptaeconomía

La caída de Zuma se debió a una inflexión del equilibrio en las últimas semanas entre, por un lado, su apoyo clientelar en el Congreso Nacional Africano (ANC), principalmente como resultado de la corrupción a gran escala pagada con una creciente deuda pública (del 28 al 55 por ciento del PIB desde 2009) y, por otro lado, la amenaza a las perspectivas electorales en 2019 del ANC, provocadas por la manera en la que Zuma combinaba una ética personal cuanto menos dudosa, un tradicionalismo étnico patriarcal, y la acumulación de capital a través de asociaciones mafiosas.

Hace dos meses, el liderazgo del ANC votó como sustituto por estrecho margen a Ramaphosa (contra Nkozasana Dlamini-Zuma, antigua comisionada de la Unión Africana y leal exesposa de Zuma) con la esperanza de restaurar el prestigio del partido, ganado por el ANC entre 1912-1994 como movimiento de liberación y entre 1994-1999 bajo la presidencia de Nelson Mandela. Pero, Ramaphosa es también culpable de multiple evasión de impuestos corporativos como directivo de la compañia Lonmin de minas de platino y la empresa de telefonía celular más grande del continente (MTN). También han contribuido a su fortuna su polémica empresa de minería del carbón Shanduka y las franquicias de McDonald y Coca Cola. Se deshizo de todo ello en 2016 , cuando su fortuna se estimaba en 550 millones de dólares, que fue a parar a un fondo de inversiones no-público.

Ramaphosa dispone de una ventana de oportunidad de poco más de 15 meses para borrar de la memoria visceral del electorado los llamados circuitos 'Zupta' de corrupción e influencias que, - junto con un Ramaphosa aliado del llamado 'capital monopolista blanco' - han influido en el estado sudafricano al menos la última década.

El apodo ‘Zupta’ agrupa a la familia y los compinches de Zuma, que operan bajo la dirección de tres hermanos ricos, pero vulgares, los Gutpas, inmigrantes de la India. Su estrategia para 'capturar el Estado' se inició en la década del 2000, pero sólo salió a la luz para la ciudadanía durante una lujosa boda de la familia Gupta en 2013, durante la que violaron públicamente las normas de seguridad y de inmigración del aeropuerto para sus huéspedes de la India. Por otra parte, para pagar la factura de 2,5 millones de dólares, los Gupta y sus aliados - al parecer, incluyendo al nuevo secretario general del ANC, Ace Magashule - piratearon un fondo de apoyo a la agricultura destinado a campesinos negros en la provincia del Estado Libre, cuyo líder oficial es todavía Magashule.

En la votación de diciembre pasado del ANC, Magashule venció por los pelos al candidato de Ramaphosa como responsable de organización. Pero su destino depende de las investigaciones judiciales sobre los Gupta y si surgen pruebas de su participación en el saqueo de las arcas provinciales bajo su responsabilidad. Si los Gupta finalmente no son detenidos en Sudáfrica y por lo tanto no declaran contra Magashule, puede retener su puesto durante meses o incluso años, de la misma manera que hizo Zuma a pesar de la convicción generalizada de su corrupción.

El saqueo de los Zupta ha costado casi 125 mil millones al año, como reconoce el ex ministro de Finanzas Pravin Gordhan, sobre todo a través de las grandes empresas paraestatales de energía y transporte. Sin embargo, es una pequeña fracción de los 22 mil millones de dólares perdidos anualmente por el sobrecoste de los contratos estatales de la élite de negocios más corrupta del mundo, según PricewaterhouseCoopers. En los ambientes del ‘capital monopolista blanco’ de Johannesburgo, Ciudad del Cabo, Durban y Stellenbosch, PwC señala que “ocho de cada diez altos directivos cometen delitos económicos”, especialmente fraude en las licitaciones, blanqueo de dinero, apropiación indebida de activos y sobornos.

Tras ganar las primarias del ANC en diciembre pasado, cuando Ramaphosa venció a la ex-esposa del presidente Zuma y presidenta de la Unión Africana Nkosazana Dlamini-Zuma, el nuevo líder amablemente agradeció la herencia recibida a su predecesor. Pero mencionó sólo dos legados: la aprobóción en 2012 del Plan Nacional de Desarrollo (PND), y el acceso gratuito de cuatro millones de sudafricanos a los medicamentos contra el SIDA.

Este último, especialmente, ha aumentado la esperanza media de vida 12 años desde la década del 2000 para situarla en los 52. Sin embargo, la Campaña de Acción pro Tratamiento y su batalla histórica mundial contra las grandes empresas farmacéuticas que especulan con los medicamentos y el ‘negacionismo del SIDA’ del ex presidente Thabo Mbeki ya había triunfado en 2004 sin ayuda visible de Zuma, que no asumió la presidencia hasta 2009.

Ramaphosa aplicará convencido el PND en los próximos años, ya que fue su co-autor. Sin la menor preocupación por el cambio climático, el plan da la máxima prioridad a la construcción de infraestructuras, entre ellas líneas de ferrocarril por valor de 75 mil millones, principalmente para exportar 18 mil millones de toneladas de carbón, lo que supone 50 grandes proyectos, de los cuales 14 ya han comenzado. La agencia de ferrocarril, Transnet, tiene un crédito de 5 mil millones de dólares de China para financiar las locomotoras de fabricación china lo suficientemente potentes como para arrastrar trenes de carbón de 3 kilómetros de largo, aunque la corrupción Zupta ya es un problema importante en estas licitaciones.

De hecho, es probable que continúe una combinación perversa de política caciquil y de neoliberalismo, dado que el 26 de febrero de Ramaphosa anunció un nuevo gabinete que incluye a dos ex ministros de finanzas apoyados por los mercados financieros - Nhlanhla Nene y Pravin Gordhan - y un vicepresidente, David Mabuza, que dirigía la provincia oriental de Mpumalanga desde 2009.

El predecesor de Mabuza en el puesto, Mathews Phosa - también ex tesorero nacional del ANC - fue mordaz sobre su reputación como matón corrupto: “Está envuelto en una nube de escándalos y déjeme decirle que va a seguir así en su nuevo puesto ... La gente le tiene miedo. Hablan de muertes en la provincia, y cuando hablan de ellas, las vinculan con él ... No creo que el ANC vaya a ganar las elecciones de 2019”.

El líder de la nueva Federación de Sindicatos de Sudáfrica (la segundo más grande después del Congreso de Sindicatos Sudáfricanos- COSATU, apoyado por el PC y el ANC), Zwelinzima Xavi, es también muy crítico con los nuevos ministros: “El nombramiento de Ramaphosa no ha cambiado nada. Se han barajado nombres, pero siguen siendo parte de la corriente corrupta y pro-empresarial del ANC liderada por su predecesor. En particular, es increíble que se haya nombrado a un vicepresidente, y por lo tanto potencial presidente, que durante años ha estado implicado en algunos crímenes muy graves cuando era primer ministro de Mpumalanga. Estos crímenes incluyen presunta corrupción en la adjudicación de contratos para las instalaciones de la Copa del Mundo de futbol, amenazas y espionaje a periodistas y la confección de una lista de oponentes políticos, de los que al menos 15 han sido asesinados, pero nadie ha sido detenido por ninguno de estos crímenes”.

Sin embargo, en el lado positivo, Ramaphosa se ha deshecho del más cercano aliado de Zuma - el ministro de energía David Mahlobo - y en consecuencia, el proyecto de compra de Pretoria por valor de 100 mil millones de dólares de ocho reactores nucleares a Rosatom es ahora muy poco probable. Esto se debe en gran parte al empeoramiento de la crisis de la deuda sudafricana, por lo que realmente solo queda un logro en el legado de Zuma: las reuniones anuales con los líderes de Pekín, Brasilia, Delhi y Moscú.

¿Reformas BRICS?

La opinión generalizada, como defendía el académico de política exterior Oscar van Heerden a finales del año pasado, es que Zuma “aseguró nuestra influencia en el grupo geoestratégico de los BRICS, formado por Brasil, Rusia, India y China: las economías emergentes del mundo. Esto es importante porque buscan un orden mundial más equitativo y justo, y ofrece un contrapeso a las potencias occidentales dominantes. BRICS proporciona acceso a mejores relaciones comerciales, así como a mejores regímenes de seguridad global”.

Zuma también ha articulado este orgullo, en parte, a través de su avatar, el político-empresario Gayton McKenzie, que fue autor de un libro de revelaciones del tipo Fuego y Furia sobre Trump, Matar a Zuma por cualquier medio necesario.

Sin embargo, tanto la sabiduría convencional como los apologistas de Zuma necesitan revisar la realidad: a pesar de los repetidos gestos retóricos de Pretoria en sentido contrario, los BRICS han aumentado los trazos de injusticia y desigualdad del orden mundial. Tres de los BRICS han sido anfitriones de la corrupta Copa del Mundo de la FIFA entre 2010-18 - lo que es el ejemplo más destacado aunque superficial de asimilación sub-imperialista al imperialismo (al menos del fútbol de Joseph Blatter). Tan reveladora son también las reformas para la gobernabilidad global propuestas por los BRICS:

+ En el mundo financiero, la reestructuración de 2010-15 de la junta del Fondo Monetario Internacional ha aumentado sustancialmente el poder de voto de cuatro de los BRICS (República Popular China un 37%, Brasil 23%, India 11% y Rusia 8%), pero mayoría de los países africanos tienen ahora una cuota de voto mucho menor (por ejemplo, la de Nigeria cayó un 41% e incluso Sudáfrica perdió un 21%). ¿Hasta que punto tiene importancia un mayor porcentaje de votos de los BRICs, que no llega al 15% requerido para un veto? Después de todo, los directores BRICS apoyaron hasta tres veces(en 2011, 2015 y 2016) a sus homólogos occidentales para respaldar a Christine Lagarde al frente del FMI, a pesar de estar imputada - y en 2016 declarada culpable de negligencia - en un caso de corrupción delictiva por valor de 490 millones de dólares en su época como ministra de Finanzas francesa. La impunidad de Lagarde prueba no solo el neoliberalismo de los BRICS sino también la corrupción política sistémica en la cúspide del orden financiero mundial. Por otra parte, los 100 millones de dólares del Dispositivo de Reserva Contingente de los BRICS - un fondo de rescate de economías nacionales - refuerza el FMI al obligar a los prestatarios a obtener primero un préstamo del FMI y aplicar el programa de ajuste estructural, antes de acceder al otro 70% de las contribuciones de su cuota en caso de crisis financiera. Y los dirigentes del Nuevo Banco de Desarrollo BRICS - que no esta sometido a ningún control social - presumen de sus acuerdos de cofinanciación e intercambio de personal con el Banco Mundial.

+ En cuanto al calentamiento global, el Acuerdo de Paris de 2015 dejó a las víctimas sin ninguna posibilidad de exigir su 'deuda climática' contra Occidente y los BRICS, ya que están prohibidas las reclamaciones legales de responsabilidad contra los firmantes. Las reducciones de emisiones comprometidas en París son demasiado pequeñas y en cualquier caso no vinculantes - como se demuestra en junio cuando Donald Trump rompió el Acuerdo sin penalización oficial. Las emisiones militares, del transporte marítimo y aéreo no están incluidas. Los mercados de carbono - la 'privatización del aire' - han sido aprobados. Por lo tanto, la catástrofe climática es inevitable, en beneficio de las industrias de emisiones de alto contenido de carbono en los países de ingresos medios y ricos .

+ En cuanto al comercio mundial, la Cumbre de Nairobi de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de 2015 prohibió esencialmente los subsidios agrícolas y, por tanto, la soberanía alimentaria gracias a las alianzas concertadas por los representantes de Brasilia y Nueva Delhi con los negociadores de Washington y Bruselas. El director brasileño de la OMC, claramente favorable a los intereses de las grandes empresas, es una prueba de que la simple sustitución de las elites del Norte por las elites del Sur seguirá perjudicando al Sur Global.

Los líderes de los BRICS fueron aliados vitales de Occidente en cada uno de estos foros de ‘mal gobierno’ global. Sin embargo, los acuerdos a corto plazo que benefician a sus corporaciones, altamente contaminantes y neoliberales y a los organismos paraestatales atraviesan momentos difíciles. Los acuerdos comerciales supuestamente ‘mejores’ que van Heerden cree posibles en la era BRICS, en realidad han ido acompañados de una disminución relativamente importante del comercio en relación al PIB.

Aunque en 2017 han aumentado los volúmenes de comercio, entre 2008-16 el comercio global / PIB se redujo ligeramente, pasando del 61% a 58%. Fueron los BRICS los que encabezaron esta caída: la tasa del comercio / PIB de China se redujo del 53% al 36%; la de India del 53% al 40%; la de Sudáfrica del 73% al 60%; la de Rusia del 53% al 45%; y la de Brasil del 28% al 25%. En los dos primeros BRICS, la caída se deben a un reequilibrio a través de un mayor consumo interno en lugar de un crecimiento impulsado por las exportaciones.

Pero la disminución de la cuota comercial de Sudáfrica, Rusia y Brasil reflejan un pico del precios de las materias primas justo antes de la crisis financiera mundial de ese año, seguida por recesiones. Desde principios de 2016, un aumento de los precios de las materias primas impulsó las economías de los países extractivos dependientes, incluso sacando a Brasil, Rusia y Sudáfrica de las recesiones. Pero la renovada volatilidad económica mundial de 2018 - por ejemplo, los billones de dólares que se han evaporado en los mercados de valores de la noche a la mañana a principios de este mes - amenaza con una renovada vulnerabilidad de los productos primarios, como testifican las oscilaciones salvajes de los precios en 2007-15.

Turbulencias geopolíticas

Irónicamente, a pesar de los supuestos 'mejores regímenes mundiales de seguridad’, el mundo es mucho más peligroso desde la aparición de los BRICS en 2010: en Siria y los países del Golfo, Ucrania y Polonia, la península de Corea, el Sahel y el Cuerno de África, y el Mar del Sur de China. Incluso la frontera chino-india está amenazada por las fricciones de las dos gigantes potencias regionales, que casi descarrilaron la cumbre anual de los BRICS de 2017.

El boicot de Narendra Modi a la cumbre de la Iniciativa Carreteras y Comunicaciones en mayo pasado se debió al megaproyecto de Beijing en lo que Nueva Delhi considera ‘su’ Cachemira, actualmente en manos de Pakistán. Pero para Xi es una via de acceso fundamental que une el oeste de China con el puerto de Gwadar en el Mar Arábigo.

Como bloque geopolítico, las intervenciones en materia de seguridad global de los BRICS se han producido estrictamente en el marco del G-20. En primer lugar, en septiembre de 2013, los BRICS impidieron a Barack Obama bombardear Siria haciendo presión en su cumbre ampliada de San Petersburgo. En segundo lugar, seis meses más tarde en Amsterdam, los BRICS apoyaron la invasión rusa (o 'liberación') de Crimea cuando Occidente amenazó con expulsar a Moscú del G20 - de la misma manera que los EEUU y Europa había expulsado a Vladimir Putin del G-8, ahora G7. Sin embargo, cuando Donald Trump llegó a la cumbre del G-20 de julio pasado en Hamburgo, los líderes del BRICS fueron extremadamente comprensivos, a pesar de las peticiones generalizadas de imponer sanciones a EEUU tras la denuncia de Trump de sus compromisos climáticos globales sólo un mes antes.

Afortunadamente, la seguridad militar y política en la región del África meridional ha mejorado últimamente. Más de dos millones de personas murieron como consecuencia de los regímenes blancos y sus dirigentes en las luchas anticoloniales y anti-apartheid durante los 1970s-80s, especialmente en Mozambique y Angola. Millones de personas más murieron en la República Democrática del Congo (RDC) durante el período de extracción-saqueo de recursos de la década del 2000. Las dos intervenciones armadas recientes de Pretoria en la región han sido para sumarse a las tropas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (2013-presente) y para ayudar al asediado régimen autoritario de la República Centroafricana (2006-13).

Se trata de fracasos sub-imperialistas político-militares en la medida en que la violencia continúa en ambos países. En Bangui, capital de la República Centroafricana, más de una docena de soldados sudafricanos fueron asesinados en marzo de 2013 cuando defendían empresas de Johannesburgo y sus lucrativos contratos mineros, pocos días antes de la cumbre de los BRICS ‘Gateway to Africa’ en Durban, Sudáfrica.

En cuanto a la seguridad local, los principales brotes de protesta contra la injusticia en cada país BRICS han sido respondidos con una represión y vigilancia extremas. El peor momento en Sudáfrica fue el 16 de agosto de 2012, cuando tres docenas de mineros fueron masacrados por la policía. Esta “actuó deliberadamente” a petición explícita (por correo electrónico el día antes) del principal accionista local de la empresa minera de platino Lonmin, que exigió una “acción concomitante” contra los “criminales cobardes” - es decir, 4.000 mineros en una huelga no-oficial en protesta por sus salarios y condiciones de vida miserables. Ese accionista era Cyril Ramaphosa.

En 2017 Ramaphosa se disculpó por ese correo electrónico, pero fue denunciado por los familiares de las víctimas como un hipócrita. Su compromiso legalmente vinculante - como presidente del Comité para la Transformación de Lonmin en 2010-13 - de construir 5.500 viviendas para los trabajadores de las minas quedó incumplido; durante su reinado sólo tres casas fueron construidas, dejando a los asentamientos de chabolas de Wonderkop y Nkaneng sin saneamiento básico y electricidad, a pesar de enormes torres de alta tensión que pasan por encima y proporcionan energía a la fundición de platino.

Como excusa alegó un déficit financiero después de la crisis económica mundial de 2008, a pesar de que el Banco Mundial le había concedido un préstamo de 100 millones de dólares para ello. En su lugar, Ramaphosa decidió utilizar fondos de la compañía para comprar servicios de marketing en Bermuda por valor de 100 millones de dólares a través de su empresa Shanduka, que es el principal socio de Lonmin para satisfacer las cuotas obligatorias de promoción del ‘capitalismo negro’, una empresa que, en palabras del abogado de Lonmin, “se negó a aceptar durante muchos años la nueva estructura” para poner fin a la evasión de impuestos via Bermuda - de la misa forma que ha utilizado ese y otros paraísos fiscales para sus otras compañías.

El veneno BRICS

Así que la mayor parte de las ideas preconcebidas sobre el programa anti-occidental de los BRIC son, cuanto menos, discutibles. E incluso a nivel de la seguridad personal, varios políticos de Sudáfrica están preocupados. El propio Zuma ha afirmado en repetidas ocasiones que estuvo a punto de morir envenenado con ricina en 2014, teniendo que someterse a un tratamiento de urgencia durante dos semanas en Rusia, y que dicho envenenamiento estuvo relacionado con BRICS.

En agosto pasado, afirmó ante los miembros del ANC de su circunscripción rural en KwaZulu-Natal (lugar de decenas de asesinatos políticos), “fui envenenado y casi muero porque Sudáfrica se unió a los BRICS bajo mi presidencia”. Zuma repitió estas alegaciones tres meses después en una entrevista en la televisión nacional, sugiriendo un complot occidental. Días antes de su cese, su familia regurgitó la idea de que 'Occidente' era responsable de su caída.

¿Es Ramaphosa el antídoto a estas maquinaciones de Suma con BRICS? Sí, según el BRICS Post, cuyo corresponsal en sudáfrica pidió la sustitución inmediata de presidente. El capítulo sudáfricano de la Cámara de Comercio BRICS, dirigido por el magnate de la prensa local, Iqbal Surve, imprimió unos titulares sorprendentemente cínicos después del discurso de Zuma en el congreso del ANC en diciembre pasado: “Un Zuma pasado de moda entona el canto de cisne de la venganza, sin aceptar la menor responsabilidad” y “Ramaphosa se prepara para hacer frente al sombrío futuro de Sudáfrica”. Estos titulares se sumaron a la cacofonía de quejas de los sectores empresariales y de la sociedad civil contra Zuma que, con el rápido cambio de equilibrio de poder en el ANC, condujeron a su cese.

BRICS también se ha convertido en un factor de la política interna sudafricana. Pocas horas antes de dejar el cargo el 14 de febrero, Zuma dijo a una emisora nacional, “Cuando llegue la cumbre de los BRICS, debería estar en condiciones de presentar a Ramaphosa a otros líderes diciéndoles que este es el camarada que me sustituirá. Así se podrá evitar la percepción por ahí de que a Zuma le han sacado a codazos”. Y, de acuerdo con Zuma, su sucesor asintió. “Dijo que era una buena propuesta. Todos estuvimos de acuerdo”. El reverso de ese acuerdo se produjo unos días después.

El suspiro de alivio de la mayoría de los sectores de la sociedad sudafricana - en su mayoría de la burguesía y la pequeña burguesía - desaparece en la izquierda porque conoce perfectamente los intereses de Ramaphosa en la minería extractiva más dañina. Es muy probable que - a pesar de haberse apoyado hasta ahora en las grandes empresas occidentales y los ricos blancos de Sudáfrica para su financiación y franquicias - Ramaphosa buscará nuevos aliados BRICS, especialmente si tiene que reforzar la austeridad fiscal.

Lo más probable, sin embargo, es que después de albergar a regañadientes la cumbre BRICS en Sandton, se limite simplemente a unos acuerdos de compromiso, simbólicos. Y esta es la forma en que Ramaphosa muy probablemente gobierne Sudáfrica también: seguir la corriente a fin de no poner trabas al carro capitalista. En el país con las mayores desigualdades del mundo, se trata de un veneno diferente, pero similar en sus consecuencias.

Propaganda de izquierda, presupuesto de derecha

El martes 20 de febrero de Ramaphosa ofreció estas bellas palabras en una respuesta formal a los críticos de su discurso sobre el Estado de la Nación en la principal cámara legislativa de Sudáfrica: “Las personas más importantes en este país no son las que caminan por la alfombra roja del parlamento, sino aquellos que pasan sus noches durmiendo en los bancos de la ciudad a sus puertas”.

El miércoles 21 de febrero, a pesar de las afirmaciones en contrario, la estrategia fiscal del ministro de Finanzas, Malusi Gigaba perjudicaba de manera desproporcionada a las casi dos terceras partes de sudafricanos que sobreviven por debajo del umbral de la pobreza (no el 55% reclamado por StatsSA, porque la agencia estadística utiliza una línea de pobreza al menos una quinta parte más baja de lo que debería ser, de acuerdo con el Departamento de Investigación sobre Desarrollo Rural y Laboral de la Universidad de Ciudad del Cabo). Y para aquellos situados por encima de ella gracias a sus ahorros, unos 43 mil millones de dólares de los 843 mil millones en fondos de inversión institucionales pronto podría huir al extranjero como consecuencia de controles de cambio más flexibles.

El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) sustituyó al impuesto general sobre las ventas en 1991 a instancias del Fondo Monetario Internacional, a pesar de las enérgicas protestas del Congreso de Sindicatos de Sudáfrica, COSATU. COSATU exigió - con éxito - que los alimentos básicos tuvieran un tipo cero. Y debido principalmente a la posterior presión sindical, la última subida del IVA fue en 1993. El presidente de COSATU S'dumo Dlamini recordó: “El gobierno del apartheid sucumbió porque estaba bajo presión cuando el país se encontraba en la transición hacia la democracia. Ahora, 25 años después, estamos aumentando el IVA. No es bueno en absoluto para los pobres. No es bueno para aquellos trabajadores que trabajan duro todos los días”.

Por otra parte, señala la corresponsal de Business Day, Carol Paton, “en el lado del gasto fueron las comunidades más pobres las grandes perdedoras, con los recortes realizados a entidades públicas como el servicio ferroviario de pasajeros y a las subvenciones para infraestructura a las provincias y municipios”.

Añade el Partido Comunista de Sudáfrica: “Es simplemente falso afirmar, como el Ministro de Hacienda hizo, que el 20% más pobre no se verá afectado por la subida del IVA. Lo que es más, otros impuestos indirectos, como el aumento de la tasa de combustible, tendrán aún más impacto en el costo de la vida, especialmente para los pobres”.

Una de las ONG contra la pobreza más respetadas, la Agencia Pietermaritzburg para la Acción Social Comunitaria (Pacsa), publica una canasta de alimentos mensual del consumidor de bajos ingresos y asegura que menos de la mitad de los 38 artículos consignados tienen una tasa cero; el IVA de los alimentos analizados supone ya 19 dólares como mínimo (el aumento del IVA 1% se traduce en 1,30 dólares). Como la investigadora de Pacsa Julie Smith observa: “Para alimentarse, las familias de clase trabajadora no sólo utilizan alimentos con un índice cero. Una madre no envía a su hijo a la escuela con unas rebanadas de pan integral; envía a su hijo a la escuela con un bocadillo que, además del pan integral, lleva margarina, mantequilla de maní, o mermelada, queso, jamón o embutidos - todos ellos sujetos al IVA”.

El Subsidio de Alimentación Infantil ha aumentado un 6,6% hasta los 35.50 dólares mensuales en octubre, frente a una tasa de inflación esperada del 5,4%. Sin embargo, Pacsa sostiene que más de 12 millones de niños dependen de este subsidio, la inflación ha aumentado mucho más rápido: “En los últimos seis meses el costo de alimentar a los niños con edades comprendidas entre 10-13 años con una dieta nutricional básica, aumentó un 8,8% hasta los 51 dólares”. El Subsidio a los Ancianos, del que se benefician 3,4 millones de pensionistas, también ha aumentado por encima de la tasa oficial de inflación, a 148 dólares mensuales en octubre, pero todavía está por debajo de la tasa de inflación alimentaria actual.

En cuanto a los ganadores, varios años de grandes protestas estudiantiles han conseguido un incremento anual promedio de 1.65 mil millones de dólares hasta 2020, así que al menos se ha presupuestado el comienzo de la educación terciaria gratuita.

“Un asalto neoliberal frontal”

Pero como muestra de donde reside el poder real en un o de los países más desiguales del mundo, Gigaba no impuso ningún impuesto sobre el patrimonio. Obviamente satisfecho, John Campbell, de Chartered Wealth Solutions comentó: “No hubo cambios en las tasas marginales del impuesto sobre la renta individual, la tasa de impuesto sobre los fideicomisos (45%) o la tasa de impuesto a las empresas (28%). Los impuestos sobre la venta de propiedades se mantuvieron sin grandes cambios”.

Si, quienes tienen los mayores ingresos sufrirán debido a la presión de la inflación sobre el IRPF, lo que supondrá unos 600 millones dude dólares, pero eso es menos de un tercio de los 1.9 mil millones de dólares recaudados con el aumento regresivo del IVA. Algunos otros aumentos de impuestos, incluyendo el 0.05 por litro de gasolina, supondrá la recaudación adicional de otros 600 millones de dólares.

Como resultado, Gigaba ha corregido la relación deuda total / PIB de una trayectoria ascendente actual del 53% a sólo el 55% en 7 años, en lugar del 63% que había proyectado en octubre pasado. Con ello se espera apaciguar a la agencia de calificación crediticia Moody para que no reduzca aún más la calificación de los bonos basura de Sudáfrica, como amenazó hacer este mes.

El dirigente de la disidente Federación Sudafricana de Sindicatos, Zwelinzima Vavi, criticó a Gigaba por mantener el principal impuesto empresarial a la mitad de su nivel de 1994: “Los impuestos corporativos no están siendo tocados y estamos ante un asalto neoliberal frontal sobre los pobres. Esto se está haciendo en la creencia errónea de que si se excluye a los ricos estos invertirán su dinero y que los pobres se acabarán beneficiando. Esta concepción de una economía de goteo ha demostrado ser un desastre”.

De hecho, la tramposa autorización del ministro de Hacienda Gigaba a los fondos de pensiones y compañías de seguros de retirar otro 5% de sus activos en el extranjero también merece un examen. En octubre pasado, la relación capitalización bursátil /PIB de la Bolsa de Valores de Johannesburgo alcanzó un máximo histórico, con un valor bursátil de más de 16.2 billones de Rands frente a un PIB en 2.017 de 4.6 billones de Rands, una proporción del 350% (más de tres veces superior a la tasa mundial). Por lo tanto, la diversificación será bienvenida.

Pero invitar a los inversores a buscar en el extranjero mayores rendimientos que el 8,1% de los bonos estatales sudafricanos - de los más altos del mundo, equivalentes a los de Rusia y Venezuela - es preparar otra tragedia financiera. Con parte de la compañía de seguros Old Mutual volviendo a cotizar en la Bolsa de Johannesburgo tras sus terribles problemas en la Bolsa de Londres, e inmediatamente después del colapso billonario en las bolsas del mundo a principios de este mes, ¿no debería esta volatilidad financiera internacional regularse con un endurecimiento del control de cambios, en lugar de una liberalización?

Gigaba admite que “la redención del elevado endeudamiento externo” golpeará duramente dentro de un año, pero con una deuda de 160 mil millones de dólares (el 48% del PIB), según el Banco de la Reserva sudafricano, la deuda externa total de Sudáfrica ha superado cualquier precedente histórico, incluyendo cuando PW Botha cesó pagos (con una tasa de deuda de sólo el 42% del PIB).

Teniendo en cuenta que Ramaphosa dice que está comprometido con la lucha contra los flujos ilícitos financieros - y su propio historial de promotor de paraísos fiscales en Lonmin, MTN y Shanduka sugiere una cierta familiaridad con la evasión de impuestos - habría sido más lógico que Pretoria siguiese el ejemplo de Beijing: reforzar, no reducir los controles de capital residuales del estado. Pero la orientación ‘liberalizadora’ es poco coherente con el compromiso declarado de Ramaphosa con los pobres, también saboteado, por supuesto, por el presupuesto de Gigaba.

En todos estos temas, Ramaphosa encajará fácilmente en las tendencias neoliberales emergentes de los BRICS, en la medida que la defensa de las políticas pro-globalización pasa de los EEUU a China. Incluso si nunca adoptará el falso antiimperialismo de Zuma, es muy probable que Ramaphosa recurra a temas nacionalistas dado su extraordinario historial en la política estudiantil, sindical y el ANC. Pero es su historial como burgués indiferente, poco patriota, el que Ramaphosa tiene que hacer olvidar. Y es con los Gigaba de Sudáfrica - a menos que lo cese junto con los ministros de energía, minería, desarrollo social, gobierno local y servicios públicos, todos ellos antiguos aliados de los Gupta - como puede nacer un nuevo apodo gracias a este nuevo gobierno en el próximo período: el régimen Ramazupta.

counterpunch.org. Traducción: Enrique García para Sinpermiso. Extractado por La Haine

 

Contactar con La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal