Testamento de Ho Chi Minh
En la lucha antiyanqui y por la salvación nacional, en realidad tendremos que soportar más dificultades y sacrificios, pero estamos seguros que obtendremos la victoria total.
Esta es una certeza absoluta.
Es mi intención, cuando ese día llegue, realizar una gira por el Norte y el Sur para felicitar a nuestros heroicos compatriotas, cuadros y combatientes, y cumplimentar una visita a nuestros ancianos a nuestros bienamados jóvenes y niños.
Luego, en nombre de nuestro pueblo visitaré los países hermanos del campo socialista y los países amigos en todo el mundo, para agradecerles su apoyo sincero y la asistencia ofrecida a la lucha patriótica de nuestro pueblo contra la agresión norteamericana.
Tu Fu, el muy conocido poeta chino de la dinastía Tang, escribió: “Desde tiempos remotos, son pocos los que viven 70 años”.
Este año, con mis 79 años, me encuentro ya entre estos “pocos”. Todavía mi mente se mantiene lúcida, aunque mi salud está un tanto quebrantada en comparación con los años anteriores. Cuando uno está el lado malo de los 70, la salud se deteriora con la edad. Esto no es extraño.
Pero, ¿quién puede predecir por cuánto tiempo podré seguir sirviendo a la revolución, a la Patria y al pueblo?
Esta es la razón por la cual dejo estas pocas líneas con anticipación al día cuando parta y vaya a sumarme al venerable Kart Marx, Lenin y otros revolucionarios mayores. De esta forma, nuestros compatriotas en todo el país; los camaradas del Partido y nuestros amigos en el mundo no se sorprenderán.
Ante todo, hablaré del Partido: Desde su fundación, gracias a su estrecha unidad y su total consagración a la clase obrera, al pueblo y a la patria, nuestro Partido ha podido unir, organizar y dirigir a nuestro pueblo en una ardiente lucha y conducirlo de victoria en victoria.
La unidad es una tradición sumamente preciosa de nuestro Partido y de nuestro pueblo. Todos los camaradas, desde el Comité Central hasta la célula, deben preservar la unidad monolítica dentro del Partido como a la niña de sus ojos. Dentro del Partido, lograr una amplia democracia y practicar la autocrítica y la crítica regular y seriamente es el mejor camino para consolidar y desarrollar la unidad y cohesión dentro del Partido. Un verdadero afecto, debe prevalecer entre todos los camaradas.
Nuestro Partido está en el poder. Cada miembro del Partido, cada cuadro debe estar profundamente imbuido de la moral revolucionaria y demostrar laboriosidad, economía, integridad, rectitud, consagración total a la causa pública y un desinterés ejemplar. Nuestro Partido debe preservar su pureza absoluta y debe ser digno de su papel como dirigente y muy fiel servidor del pueblo.
Los miembros de la Unión de Jóvenes Trabajadores y nuestros jóvenes en general son de excelente naturaleza, apasionados por contribuir de voluntarios en las tareas de vanguardia, no se arredran ante las dificultades y luchan por el progreso. El Partido debe consagrarle gran atención a su educación en la moral revolucionaria, y entrenarlos como continuadores “rojos” y “expertos” en la construcción del socialismo.
Entrenar y educar a las generaciones revolucionarias venideras es una tarea sumamente importante y necesaria.
Nuestro pueblo trabajador, en los llanos y en las montañas, ha padecido durante generaciones, penalidades, opresión y explotación feudal y colonialista, y además ha experimentado muchos años de guerra.
Sin embargo, nuestro pueblo ha demostrado gran heroísmo, gran coraje y ardiente entusiasmo y es muy laborioso. Siempre ha seguido al Partido desde que éste surgió, y siempre le ha sido fiel.
El Partido debe elaborar un excelente plan para el desarrollo económico y cultural con vistas a elevar constantemente el nivel de vida del pueblo. La guerra de resistencia contra la agresión norteamericana podrá prolongarse todavía. Nuestros compatriotas posiblemente tengan que soportar nuevos sacrificios en términos de propiedad y de vidas humanas. En todo caso, debemos estar resueltos a luchar contra los agresores norteamericanos hasta la victoria total. “Nuestros ríos, nuestras montañas, nuestros hombres siempre quedarán.
Derrotados los yanquis, construiremos una Patria diez veces más hermosa.
No importa cuántas dificultades y penalidades nos depare el futuro, nuestro pueblo está seguro de que obtendrá la victoria total. Los imperialistas norteamericanos tendrán que retirarse. Nuestra Patria será reunificada. Nuestros compatriotas del Norte y del Sur se reunirán bajo, el mismo techo.
Nuestro país tendrá el señalado honor de ser una pequeña nación que, a través de una lucha heroica, ha derrotado a dos grandes imperialismos – el francés y el norteamericano – y ha hecho una digna contribución al movimiento de liberación nacional.
Sobre el movimiento comunista internacional: Habiendo consagrado toda mi vida a la causa de la Revolución, tanto más orgullo me siento de ver el desarrollo del movimiento comunista y obrero internacional y tanto más profundamente apesadumbrado me siento por las discordias que están dividiendo a los Partidos hermanos. Deseo, que nuestro Partido haga todo lo posible por contribuir eficazmente al restablecimiento de la unidad entre los Partidos hermanos sobre la base del Marxismo-Leninismo y del internacionalismo proletario, en una forma acordé, con las exigencias, del corazón y de la razón.
Estoy seguro de que los Partidos y los países hermanos se unirán de nuevo.
Sobre asuntos personales: Durante toda mi vida, he servido con todas mis fuerzas y con todo mi corazón a la Patria, a la Revolución y al pueblo. Ahora, si debo partir de este mundo, no tengo nada de qué arrepentirme. Sólo siento no poder servir más y por más tiempo.
Después de mi muerte los grandes funerales deben ser evitados para no derrochar el tiempo y el dinero del pueblo.
Finalmente, a todo el pueblo, a todo el Partido, a todo el ejército, a mis sobrinos y sobrinas, a los jóvenes y niños les dejo mi cariño infinito.
Deseo también trasmitir mis fraternales saludos a los camaradas, amigos, jóvenes y niños en el mundo.
Mi último deseo es que todo nuestro Partido y pueblo, unidos estrechamente en la lucha, construyan un Vietnam pacífico, unificado, independiente, democrático y próspero y hagan una valiosa contribución a la Revolución mundial.
Coordinadora Simón Bolivar