"Un nuevo tiempo de los pueblos libres del mundo"

La entrevista realizada este viernes en Buenos Aires se da paralelamente al cierre de la cumbre en Cochabamba, donde una multitudinaria marcha constituida por los miles de representantes de organizaciones sociales y políticas de distintos países, se reunieron para poner un alto a los embates del imperialismo, que pisotea la soberanía de los pueblos con nuevos atropellos y saqueos de nuestros bienes comunes.

El Embajador, ex comandante de las Fuerza Aérea Boliviana, que inició su mandato como diplomático el pasado abril, calificó la cumbre como un gran éxito no sólo por la cantidad de representantes sino por los valiosos aportes que realizaron los miembros de las diversas organizaciones que asistieron.

Su argumento se basó dos grandes cuestiones, “primero porque en Cochabamba se ha vuelto a retomar una conciencia mundial de qué es lo que está sucediendo con las grandes potencias, Estados Unidos y sus aliados de Europa, sobre todo cuál es la respuesta que debe dar el pueblo latinoamericano y mundial. Es una manifestación clara de la voz de aquellos pueblos que pelean y defienden su soberanía, su dignidad. En segundo lugar porque se declara el 2 de agosto como el día del anticolonialismo y el antiimperialismo norteamericano y mundial. Se trata de una respuesta clara y eficaz ante los abusos que se han cometido a la persona del presidente Evo Morales y obviamente contra los pueblos latinoamericanos”.

La estrategia imperial frente a un nuevo orden mundial

Respecto al secuestro del avión del presidente Morales el pasado 2 de julio cuando sobrevolaba Europa, el embajador reafirmó que a Estados Unidos no le queda otro camino que ver la realidad por lo que “tiene una gran responsabilidad de no volver a equivocarse y realizar una adecuada lectura de qué es lo que pasa en Latinoamérica. Lo que está aquí en cuestión, es la lucha por una nueva estructura mundial, donde se cuestiona un nuevo orden mundial multipolar, de complementariedad, de relaciones internacionales horizontales, con alto grado de dignidad y respeto mutuo en contra del establecido orden mundial al que está acostumbrado Estados Unidos y los demás intereses imperialistas, a partir de los cuales someten –directa o indirectamente- al resto de los Estados”.

En relación a la estrategia imperial de “guerra global” que Estados Unidos ejecuta en todo el mundo, el Embajador fue muy claro al reafirmar “la amenaza que para los imperios ha constituido el tema del terrorismo, supone que sea amenaza para todo el mundo cuando no lo es para Bolivia y varios países. Tenemos otras amenazas, Estados Unidos debe tener la capacidad suficiente de reconocer esa realidad e interactuar en forma inteligente y respetuosa tratando de ver cuál es la necesidad real para tener buenas relaciones internacionales”.

Una de las actuales estrategias del imperialismo en Nuestra América por otro lado, es la nueva “ofensiva del ALCA” (la Alianza de Libre Comercio para las Américas que intentó implementar Estados Unidos para el saqueo de nuestros bienes comunes y fue derrotada en la batalla popular del 2005 durante la Cumbre de las Américas). Se presenta esta vez disfrazada en la “Alianza del Pacífico”, un bloque neoliberal que busca recuperar la hegemonía perdida en la región. Flores Enriquez sentenció que “quienes están dentro de ese nuevo intento, son países satélites en la región. Chile, Perú, Colombia, México son países que directamente obedecen y doblan las rodillas ante los intereses norteamericanos, mendigando alguna prebenda, algún aspecto positivo para sus economías”. Asegura que se trata de países que se han convertido en un ejemplo de la mala distribución de la riqueza por décadas de políticas neoliberales, y en este sentido explica que existen dos modelos, “tenemos la antigua mirada basada en el Consenso de Washington, que ha tratado de involucrar a todos los países del mundo, y la otra mirada digna, con un alto grado de necesidad, respeto mutuo, libertad y soberanía que reclaman los pueblos. Existe un quiebre en la geopolítica mundial, va a tener que mirar con otros ojos, y cambiar para que podamos tener una buena convivencia a partir de este momento”.

Movimientos sociales, la brújula de los gobiernos en el nuevo tiempo nuetroamericano

Bolivia ha caminado un largo trecho para constituirse en un Estado Plurinacional, donde a partir de la consolidación de una Asamblea Constituyente, se marcaron las bases para el nacimiento de una nueva Constitución y una nueva Bolivia Plurinacional y Multiétnica, bajo un proyecto descolonizador y anticapitalista de la mano del gobierno popular de Evo Morales. Tras recordar el largo camino para lograr la refundación del Estado y la incidencia de los movimientos sociales en el gobierno, Flores Enriquez asegura “el presidente gobierna escuchando al pueblo, tenemos la representatividad de los verdaderos movimientos sociales. En todos los órganos del Estado se puede ver gente del pueblo, gente que expresa la verdadera necesidad del pueblo. Gente que no ha leído la sociología en un libro sino que la ha vivido personalmente y ahora está aportando a esa revolución cultural, democrática. Hay una revolución política en Bolivia.”

A su vez instó a los movimientos sociales del resto de Nuestra América a tener una participación más activa en los Estados. “Deben ser parte de las tomas de decisiones, en eso consiste la revolución, no como una democracia formal para servir como un número en las elecciones donde todos los candidatos -y casi como norma mundial- en el único momento que se acuerdan de los electores es en época de elecciones y para sus propios intereses de partido. Esto no es lo que sucede en Bolivia, el pueblo mismo ha despertado, por la propia necesidad y aspiración, por los propios objetivos, que han sido desdeñados y postergados durante mucho tiempo, pero ahora más que nunca el pueblo boliviano ha tomado una nueva perspectiva. El pueblo se ha dado cuenta de qué es lo que puede hacer efectivamente cuando está organizado y cuando hay un liderazgo honesto y firme”.

La estrategia defensiva, la unión de la fuerza

La unión de los países latinoamericanos en bloques regionales es la clave para derrotar al imperialismo y marcar el comienzo del nuevo tiempo nuestroamericano, así lo demostró la reciente Cumbre Antiimperialista y Anticolonial. El Embajador rescata la coordinación internacional de los movimientos sociales, “lo que deben hacer es por un lado tener esa gran participación en sus propios países y coordinar y participar a nivel internacional porque en el futuro se encontrarán soluciones. La verdadera virtud va a ser que todos los pueblos latinoamericanos estén unidos luchando contra las amenazas del futuro y sobre todo lograr los éxitos de esa unión de los pueblos de América Latina”.

Es preciso que los nuevos bloques regionales (ALBA, UNASUR, CELAC) aprovechen la instancia de la cumbre para reforzar sus horizontes, en este sentido aseguró que “deben fortalecer y redireccionar sus esfuerzos para que todos logren los objetivos comunes que tenemos a nivel latinoamericano y luchen contra las amenazas que se siembren contra Latinoamérica. Todos debemos hablar el mismo idioma, tenemos que tener las mismas percepciones, para eso sirve esta cumbre. Ahora debemos asumir con responsabilidad nuestros retos hacia el futuro, pero por sobre todo los países imperialistas tienen que dejar caer el velo, esa miopía permanente que estratégicamente han tenido hacia Latinoamérica. Los tiempos han cambiado, seguirán cambiando y ya no es tiempo de los imperialismos, de los viejos colonialismos, de las viejas estructuras de los grandes países. Ahora es el tiempo de revalorizar los derechos, las libertades de los pueblos; es un nuevo tiempo de los pueblos libres del mundo”.

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