Una experiencia revolucionaria alternativa en la era postrevolucionaria china
El fin de una era de revolución radical no significa que la revolución quede relegada al recuerdo. A medida que la globalización continúa expandiéndose, los países gobernados por partidos revolucionarios se enfrentan al reto de completar misiones revolucionarias inconclusas. En la era actual, el Partido Comunista de China (PCCh) ha destacado la importancia de “permanecer fieles a nuestra aspiración original y a nuestra misión fundacional”. No se trata de un mero guiño retórico al pasado sino de una base ideológica de la acción concreta del partido para mantener su carácter revolucionario en el nuevo contexto político y económico1. Esta acción concreta se ha centrado principalmente en la lucha contra la pobreza.